Carnavales del Mundo en el Musiquiátrico | El Carnaval en España

· Europa y Sudamérica se ponen el disfraz en Febrero
· En el Musiquiátrico vamos a analizar las fiestas de Carnaval más importantes del mundo

Al llegar Febrero a todo el planeta le entra el complejo de «Kiss«, y se pinta la cara o se pone el antifaz y se echa a la calle a festejar y divertirse como si fuera el último día que lo fuesen a hacer. Esto se conoce como Carnaval y en el Musiquiátrico nos encanta.

El Carnaval recorre el mundo desde la India hasta Brasil, se formó como una fiesta pagana de orígenes inciertos, en la que las gentes daban rienda suelta a sus emociones e incluso al libertinaje del cuerpo y el alma, antes de entrar a la época que la iglesia católica denominó allá por el S. XV como Cuaresma. La cuaresma antecede, según la tradición católica, la muerte de Cristo, y por ende la Semana Santa, en la que los cristianos debían dejar de lado los pecados carnales y seguir un estilo de vida más sosegado según las instrucciones que daban los clérigos, que rara vez cumplían estas obligaciones.

El Carnaval ha sido una fiesta lúdica desde la Edad Media, En la que las gentes del momento escondían su rostro y su vergüenza y se echaban a la calle a festejar. Aunque no fue creado en España, se podría decir que este país fue el nexo con los países sudamericanos. El Carnaval que fue prohibido por los sublevados de la Guerra Civil en 1936, tardó más de 40 años en recuperar la libertad que lo caracterizara durante la Segunda República Española, y hoy vuelve a estar vigente entre la población española.

Así varios puntos del país tienen unas fiestas carnavaleras de renombre, como pueden ser entre muchos otros, Cádiz, las Islas Canarias o Galicia. Sin embargo, incluso dentro de un mismo país las diferencias entre la forma de entender y de sentir el carnaval son notables.

Y como en el Musiquiátrico todo lo que sea música y jaleo nos encanta vamos a pasar a analizar, aunque sólo sea muy por encima, en qué se diferencian musicopáticamente hablando.

En Galicia se conoce a la época anterior a las carnestolendas (cuaresma) como Entroído (o Entroito o Antroido según el lugar) y sus raices se remontan a épocas ancestrales, para conmemorar el fin del frio invierno y el principio de la primavera. Sus gentes salen a la calle disfrazadas con máscaras que tienen un distinto significado y nombre según el municipio: «Pantallas» en Xinzo de Limia, los  «Peliqueiros» y «Cigarróns»  en Laza y Verin, la «Morena» en Laza, los «Fachóns e bodegas» en Oimbra, las «Tamborradas» y la «Mula» en Viana, los «Folións» y «Boteiros» en Vilariño, y así un sinfín de nombres para definir esas máscaras ancestrales, casi rituales, con una historia y una tradición propías.

En el otro extremo del país, y una hora menos, llegamos a Canarias, donde también se vive el Carnaval en todo su sentido y la gente se echa a la calle a festejar de una manera muy particular. En Canarias se elige cada año a la Reina del Carnaval, como en muchos otros sitios, pero aquí tambien se escoge al mismo tiempo a la reinona, la Drag-Queen del Carnaval.

En Canarias se forman agrupaciones musicales que satirizan con bastante gracia los hechos cotidianos y a los poderes políticos de turno. Estas agrupaciones se conocen como murgas. Al mismo tiempo, se forman otras combinaciones más grandes conocidas como Comparsas, que son grupos de baile, compuestos por la batucada que crea los ritmos, la parranda, cantando las letras y el cuerpo de baile, que componen magníficas coreografías, de una gran complejidad y majestuosidad.

Y por último nos vamos a un rinconcito de España, la ciudad conocida como la Tacita de Plata: Cadiz. En Cádiz se vive el Carnaval en todos sus sentidos, y se podría decir que también todo el año. El Carnaval de Cádiz se articula en torno al concurso de Carnaval que se celebra todos los meses de Febrero en el Gran Teatro Falla. A este concurso se presentan cientos de agrupaciones de todo el país, conocidas según su categoría como Coros (compuestos por unas 25 ó 30 personas), Comparsas (con un tono muy sentimental y crítico), Chirigotas (de corte humorístico y satírico) y Cuartetos (que prescinden de la música para representar un teatrillo en verso).

El mes de Febrero es el predilecto de la gente de Cádiz, que se lanza a la calle cada fin de semana, por no decir cada día, para ver las numerosas representaciones espontáneas que se forman en la ciudad, tanto de los grupos que se han presentado al concurso, como de los conocidos como «ilegales«, que simplemente disfrutan llevando su música y sus críticas a la gente del pueblo. Todo esto en un ambiente lúdico y festivo en el que la ciudad entera se pone el disfraz y se engalana para sus fiestas tradicionales como son la Pestiñá, la Erizá o la Ostioná.

Los autores del Carnaval son considerados en Cádiz como grandes artistas de reconocido renombre, y la mayoría son casi más reconocidos por su sobrenombre o apodo que por su propio nombre de pila. Así, Paco Alba sería ‘El Brujo’, José Guerrero Roldán es el ‘Yuyu’, Francisco Javier y David Marquez Mateo son ‘Los hermanos Carapapa’ y Antonio Pedro Serrano es conocido como ‘El Canijo’, a pesar de pesar más de 120 kg.

El siguiente documento gráfico recoge la actuación de una de las mejores chirigotas de todos los tiempos: «El que la lleva, la entiende» que haciendo de borrachos, dieron la vuelta a uno de los temas más conocidos de la historia del carnaval, Los Duros Antiguos, pero literalmente, ya que la empiezan por el final y la cantan al revés y así presentaron su actuación allá por el año 1992.

Y podríamos seguir hablando sin fin sobre el Carnaval en la península ibérica, pero aún nos quedan muchos países por recorrer con nuestra máscara y nuestro disfraz.

Así que desde el Musiquiátrico les proponemos a nuestros musicópatas de confianza que nos digan cuáles creen ellos que son los mejores carnavales del mundo para hacer allí nuestra próxima investigación musicopática.

Author: Dr. Evo Fdez.

Musicópata de nacimiento, sus padres notaron algo raro en él cuando de pequeño lloraba afinado, por eso lo mandaron internado al Musiquiátrico aún siendo un niño. Hoy, muchos años después, se ha reconvertido en un monstruo musicopático, ávido de devorar todos los injertos musicales que se pongan a su alcance.

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