Frecuencia Cardíaca 7 – Especial Metal

Si el fin del mundo trae banda sonora, seguro que suena a Metal

Las puertas del infierno se han abierto y han dejado escapar a toda clase de engendros musicales de una brutalidad endemoniada, y todos ellos han pasado por las instalaciones del Musiquiátrico.

Esta séptima edición de Frecuencia Cardíaca, el programa sonoro del Musiquiátrico, recoge algunos de los últimos ingresos voluntarios que se han internado por voluntad propia en nuestras instalaciones, además de algunos de los ingresos obligatorios más bestias que han pasado por el Musiquiátrico.

El Apocalípsis está pronosticado para este 2012, y las primeras consecuencias se están dejando sentir entre la población musicópata. Algo que podemos asegurar es que Nostradamus no se imaginaría que el fin del mundo tuviese su propia banda sonora, y mucho menos que todos ellos fueran ingresos musiquiátricos.

The Dry Mouths anteceden el principio del fin con su metal desértico.

Los parias expulsados del paraíso Angelus Apatrida, marcarán la senda que seguirán todas las criaturas de la noche.

Las primeras oleadas de grotescas quimeras nos golpearán con el rap metal de Arte Infame.

La destrucción de todo lo conocido se hará palpable con el metal melódico de Blindfall.

La banda guipuzcona 3797 se encargan de recordarnos la fecha del fin del mundo.

Y el Hardcore metal de Vita Imana nos hará sentir la Anarquía que reinará el día que todo se acabe.

Todo esto no es más que la antesala del Apocalípsis. El Apocalípsis molón, provocado por los padres del Heavy Metal, (o al menos eso dicen ellos) Gigatrón.

Y para terminar, invocaremos a las almas errantes con un hechizo vudú de manos de Sepultura y su Ratamahatta.

Si esto sonará en el fin del mundo, pues que acabe cada día. Y que nos coja cerca del Musiquiátrico y del Frecuencía Cardíaca para poder contároslo.

Y como dicen los Gigatrón: Feliz Apocalípsis Molón. Buen rollo y Destrucción.