Encuentros Étnicos en Alcalá la Real, etnorevolución en la Sierra de Jaén
Como buen musicópata seguro que al escuchar la palabra festival, lo primero en lo que piensas es un gran recinto con uno o dos escenarios y un cartel formado por una infinidad de bandas (más o menos contagiosas). Un par de días en los que lo único importante es la música. Pero existen otro tipo de festivales y sin ninguna duda el abanderado de esos «otros» es el EtnoSur, que en este 2012 ha celebrado su decimosexta edición. Y es que aquí no solo tiene cabida la música, su seña de identidad es el teatro, los talleres, el circo, los cuenta cuentos, etc.
El Dr. Evo Fernández, delegado de salud musiquiátrica en el EtnoSur 2012, junto a parte del equipo psicotécnico del Musiquiátrico, fue el encargado de pasar consulta a más de un musicómano y etnoadicto a lo largo y ancho de Alcalá la Real:
Crónica del EtnoSur 2012
Viernes
Aunque la apertura oficial del festival se hace a las 12 de la mañana del viernes, en su afán madrugador, ese mismo día a las 10 ya comenzaron los primeros talleres para aquellos que fueron previsores y llevaban en tierras alcalaínas desde el jueves por la tarde, que por cierto no fueron pocos. Las primeras notas musicales del día sonaban en el imprescindible Parque de los Álamos, el cual está equipado con unos aspersores que diariamente salvan la vida a cientos de personas. Y es que para los que nunca hayais estado en tierras jiennenses en pleno Julio, los grados centígrados sobran a decenas.
La madrileña Banda del Soplo se encargaba de inaugurar con sus acordes los altavoces de Alcalá la Real, para posteriormente en el mismo sitio dar paso al Etnochill, uno de los espacios más celebrados, con nombres durante este primer día como Ion Din Anina, dj Pierrot o Lagartique (ganadores del concurso de Dj’s).
Si estás perdido/a y tienes que encontrarte con alguien, este es el sitio. Se puede danzar durante todo el día a ritmos muy dispares, con la ventaja de tener una maravillosa fuente en la que poder empaparte. Además, en el mismo paseo y en las calles de alrededor un sinfín de actuaciones de artistas callejeros comienzan también su actividad, que en muchas ocasiones se merecen más estar sobre un escenario que muchos de esos que se hacen llamar artistas a si mismos pero que simplemente se dedican a manufacturar canciones, como si de cualquier producto más se tratase. Esto es lo bonito de EtnoSur, en cada actuación, cada permorface destila pureza por los cuatro costados. La mayoría de ellos ni siquiera cobran. La organización les cede un espacio para que puedan mostrar su arte. Eso sí, la vuelta de rigor a la gorra es imprescindible, y los presentes así lo saben reconocer.
Zoobazar eran los encargados de empezar, solapándose en el tiempo con el circo. Desde la plaza del Ayuntamiento esta banda, también de Madrid, comenzaba a contagiar a los asistentes con acordes que conseguirían guiar posteriormente a todo el mundo al Planeta EtnoSur, centro nuerálgico de las actuaciones musicales más importantes, desde las 10 de la noche y hasta altas horas de la madrugada.
Miles de personas se reunieron para comenzar la noche de música con el libanés Ara Malikian, que con su violín consiguió ofrecer un delicioso viaje por distintos estilos.
Los siguientes en aparecer por el escenario fueron Ethiocolor, uno de esos espectáculos que hacen a EtnoSur tan especial. Baile africano que a golpe de cadera y melena consiguió contagiar del ambiente festivo que rodea a todos los bailes del continente. Y para acabar la primera noche, que mejor que el torrente de voz de Nita, jiennense y cantante de Fuel Fandango, que con su electro-funk pusieron final a las actuaciones del Viernes.
Sábado
Lo bueno de que sea un festival que aglutina a tantas generaciones y estilos distintos es que son muy pocas las horas del día en las que las actividades del EtnoSur permanecen dormidas. Escasas cinco horas después de apagar el equipo de sonido comenzaba de nuevo la acción. Es muy interesante a la vez que gratificante poder disfrutar de una buena sesión de cine o un debate sobre la fuga de cerebros en España mientras en la calle el calor matutino calienta el asfalto. EtnoSur no tiene límites, solo los pone tu imaginación y siempre habrá una actividad con la que poder disfrutar mientras nuestros pacientes se encuentren en Alcalá la Real.
La música volvió con Banda Baile Asalto y el Etnochill a cargo de Barbas Sound, que se está convirtiendo en todo un clásico de los Álamos, calentando al personal hasta extremos insospechados. Suerte que la organización tenía preparado una zona con agua que evitara desfallecimientos, ya que las temperaturas rozaban los 40 grados. En la Plaza del Ayuntamiento Taifas mostraban su flamenco fusión. Se llegaba al atardecer con el circo de Cabaretno, rejando unos momentos muy especiales en el ocaso que daba paso a la última jornada en el escenario Planeta EtnoSur.
Una transición que nunca podrás encontrar en ningún otro sitio.
Con Aziza Brahim & Gulili Mankoo y la entrega del «Premio EtnoSur 2012» a Baltasar Garzón llegaba el momento culmen de la cita. La producción propia de la organización junto a una de las voces más míticas de la música pop española: Juan Perro y la Zarabanda. Casi tres horas de concierto (demasiado largo incluso para este Doctor, aunque hay que reconocer el duro trabajo realizado) en la que el «can» dejó claro por que lleva tantos años haciendo de la música su vida. Pero el broche de oro estaba reservado para The Apples. Dos Dj’s y un batería encendieron la mecha del funk electrónico y pusieron a saltar a las miles de personas que esperaban a los de Tel Aviv.
A persar de todo el despliegue de música, espectáculos y etnofilia a granel, la gente se quedó con más ganas de fiesta y por las calles se veían las ordas de musicópatas buscando algo más de fiesta en algo que en su gerga particular llamaban ‘rave’. Y es que claro, una vez alcanzado el cielo con The Apples, calmar toneladas de adrenalina es todo un ejercicio de autofustigación.
Domingo
Los que hayan estado ya en este festival saben que el Domingo, a pesar de ser el día con menos actividades, es el día más especial de los tres. El final se acerca, en la memoria quedan todos los momentos vividos durante el fin de semana, y hay que acercarse a los Álamos para disfrutar de las últimas actuaciones, como la de Ethno Trio Troitsa, los últimos baños en la fuente del paseo, despedirse de todos los conocidos y ver como el virus de la diversidad hace efecto en todos los contagiados. 40.000 musicópatas pasaron por allí, jóvenes y familias, hippies y punkys, altos y bajos, rubias y morenas, todo tiene cabida es este pueblo que los acoge a todos con los brazos abiertos.
EtnoSur 2012: Conciertos de noche
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