Rajoy (Artworks y anécdotas)

Japoneses Dos habla sobre sus canciones.

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There will be Daniel Plainview
Fue el primer tema que propuso Coré, allá por 2008. Ingenuo de él, pensaba que sería un rollo demasiado excéntrico y que sólo causaría confusión. Nada más lejos de la realidad, sacó toda la teatralidad que llevaba dentro y marcó lo que sería una de las facetas más exploradas del repertorio.

Coré con el cine está dividido, prefiere la versión original a muerte, pero al mismo tiempo admira el trabajo de los actores de doblaje, que en este caso (There will be blood o Pozos de ambición) fueron Jordi Brau y David Robles. ¡Los admira de verdad!

Gabriel, en cambio, considera que el doblaje es totalmente prescindible y, en muchísimos casos, arruina la obra original. Pero admite que, “si tuviera en mis manos la vida de algún actor de doblaje, no le mataría. Al fin y al cabo, también son seres humanos”. Es mentira, a Gabriel se la suda lo que haga o deje de hacer la gente. Es decir, que le parece bien cualquier acción humana mientras no afecte directamente a otra persona. Pero insiste en que el doblaje es totalmente prescindible.

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Fuckable
En 2008, tras la toma de contacto, y los primeros ensayos, nos entró la prisa por generar un repertorio, así que cada uno aportó unos cuantos temas propios ya compuestos. Gabrieltrajo “Caída Sistemática» y otros que fueron cayendo, como «Ey”, “Hoy es 28» o «In english«… y Coré aportó esta obra maestra de Piedras In The City llamada “Fuckable”, y otras que ya no están, como “OMG! LOL!”, “Bichochas” o “Pan Punk”. En fin.

Busquen, mis niños, si no lo han visto ya, el videoclip de Fuckable de Piedras In The City. Lo pasarán teta.

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Japoneses Dermoestética
Conclusiones tras escuchar Japoneses Dermoestética:
– Rimar palabras terminadas en “ástico” parece fácil.
– Se propone un concepto de cirugía estética como forma de vida, orientada a agradar a los demás más que a uno/a mismo/a.
– La clínica de Japoneses Dermoestética es ficticia.
– La expresión “muy envidia, ¡faaa-tal!» merece propagarse. En Dubai.
– El botox es un elemento péptido. Presume de que lo aprendiste gracias a una canción de Japoneses Dos.
– La ciencia todo lo puede. Los seres humanos no, tienen demasiada vanidad. Somos unas divas.
– Adefesio es un insulto muy hiriente. Una cosa muy humillante.
– Lo natural es más sano. Quizá más flácido, pero más sano. Es la verdad, lo real. Y todos sabemos que lo que no es real, es Matrix. ¿Quieres tener Matrix en los pechos? ¡¿Es eso lo que quieres?! ¡¿Eh?!

Posibles efectos adversos:
– Que pretendas ser lo más cool de la ciudad con ese cuerpo y empieces a llamar a la gente “nenah”.
– Que la gente envidie tu aspecto.
– Que tu físico te lleve a ser trending topic del mes.
– Sexo.

Y amigos, efectivamente, eso es una teta con material quirúrgico a los lados dispuestos de manera que parezca un plato y los cubiertos. Esto es arte.

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Sin fumar
Sin Fumar fue fruto de una improvisación localera. Es un tema que ha evolucionado muchísimo, pasando de ser un interludio-hit, como lo fue en su momento “Un tío guay”, a un temazo de 4 minutos con improvisación pianística, climax metalero y epílogo experimental. Y eso que la letra no dice nadita, como toda la música mainstream y gran parte del Indie español. Es broma.

¿Por qué el trozo de pizza? Pues porque en los conciertos, en el momento del solo de Piano Coré suele gritar “¡Y CON TODOS USTEDES, GABRIEL GONZÁLEZ, MAESTRO PIZZERO!”. En el disco no está registrado. Pero nos da igual.

Además, como podrán apreciar los más avispados, los pimientos y las aceitunas y el plátano tienen los colores de la bandera de Jamaica. Es una pieza minimalista muy encriptada.

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Extracción de comedones
La hermana de Coré, entre otras cosas, estudió Estética o algo así. Lo que mucha gente no sabe es que es una profesión en la que, paradójicamente, se trata con mucha cosa antiestética que al común de los normales le puede dar cosica. Coré se obsesionó con el concepto “extracción de comedones» (lo que viene siendo “quitar puntos negros o espinillas”). Disgusting, ¿no creen?

La música de esta peculiar pieza surgió de manera natural en el local de ensayo, probando cosas, haciendo el idiota, ya saben… en 2011 se convirtió en un interludio instrumental en los conciertos, aunque su permanencia en los setlists ha sido muy intermitente. Aun así ellos se tiraron a la piscina y lo grabaron. ¡LO GRABARON!

Y, una vez en el estudio, coincidiendo con la época en la que la hermana de Coré iba a clase a aprender asquerosidades, brotó (como la grasa de un comedón) la idea de añadir una voz hablando de ello. Una canción sobre enfermedades de la piel, una canción didáctica, con un final explicativo… en ese momento, Japoneses Dos sentían que estaban haciendo algo que nadie había hecho antes (aunque quizá no sea cierto).

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Un robot
Japoneses se vuelve electro-fiestero… y hace esto. Un marco ideal para tratar el típico drama: Robot diseñado para tener sexo con hombres que cambia de idea. Es un robot y quiere una mujer.

La hemos interpretado unas poquitas veces. Gabriel sale de su puesto para tocar el órgano de Coré, con unas gafas de sol y su delirante movimiento de cadera. Coré aporrea el bajo y canta MUY AGUDO. Y de fondo, una base rítmica lanzada desde un iPod pequeñito. Un despliegue de electro-fiesta digno de las más crudas raves londinenses. Sexo.

En cuanto al dibujo, es admirable la elegante representación de la vagina en el monitor derecho.

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Desconcierto ante lo mexicano
Esta es una canción desconcertante, como lo mexicano. Como se ha representado magistralmente en la ilustración, se basa en la famosa polirrítmia 4 contra 3, todo muy elitista, y rancio (porque se podrían haber hecho movidas más complejas).

En la versión de estudio nos tomamos la licencia de meter un puente homenaje al maestroEnnio Morricone. Seguido por un climax mal inspirado en el Dubstep (como el tema raro de Muse, aunque mejor llevado). Terminamos con un despliegue de violencia, locura y energía sexual. Y no tiene nada que ver con méxico.

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Invasión alienígena porteña
Coré habla de esta canción como el mayor reto que ha afrontado jamás como letrista. Éladmira el tango, incluso lo vive a su manera, le parece una música con mucho encanto que le vincula a su abuela. El reto era intentar hacer un tango de una temática insólita, pero tratada con respeto, conservando la jerga del lunfardo característica de los más grandes exponentes del género. Trasladar ese romanticismo clásico a un contexto de ciencia ficción en el que toda Argentina está siendo aniquilada por extraterrestres. La situación es hipotética, pero los sentimientos pueden ser muy reales.

Japoneses Dos valoraron la posibilidad de hacer una especie de fusión rock-tango, una especie de tango “a lo Japoneses”, pero acordaron que era un ejercicio más fino intentar hacerlo lo más puro posible y que el factor transgresión estuviera en la letra, y en el hecho de que la letra intentara, a pesar de todo, ser respetuosa.

Ellos tenían claro que, si volvían a grabar la canción para el disco, debía diferenciarse de la versión lo-fi de su anterior maqueta. ¿Pero quién coño podía tocar un bandoneón de verdad para ellos? Cuando daban esa búsqueda por imposible, surgió de manera muy casual en una conversación con un amigo un “coño, mi amigo Juan Carlos Baeza, de Tangatos y otras muchas formaciones, toca el bandoneón”. Como caído del cielo, oiga (gracias, don Yeray A. Herrera (sí, el guitarra de Pachumba)). La vida les regaló un bandoneonista y, a pesar de la sencillez de los arreglos de esta humilde incursión en el tango, ellos están orgullosos de la hazaña de haberlo compuesto, de haberlo grabado con un bandoneón real (con sus ruiditos de piecitas de metal chocando) y de haber parido lo que muchos consideran un punto álgido de los conciertos de Japoneses Dos.

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Lionel the pissed-off farmer protects what’s his
Esta canción sugiere una especie de granjero psicótico dueño de cien cerdos, obsesionado con que nadie ponga un pie en sus tierras. El hombre vigila su cosecha día y noche desde el porche de su casa, mientras lee filosofía… y no duerme nunca. Y como alguien intente robarle, le volará la cabeza sin piedad con su escopeta, de la que no se separa jamás. Parece basado en una película, pero es una creación propia que quizá se adapte alguna vez a película (¿alguna oferta por los derechos? Pasta gansa = anuncios de Japoneses Dos en Mondosonoro y Jenesaispop).

Puedes tomártelo como una canción protesta sobre armas, sobre filosofía o sobre cerdos. También puedes tomártelo como una excusa para que Coré interprete al redneck definitivo. Es la canción del disco que menos veces ha sido tocada en directo. Coré la declara su favorita del disco (¿algún problema? Él es así), y por eso la idolatra y siente que en vivo no termina de estar a la altura. También cuenta el hecho de que las canciones en inglés tienen una acogida más fría en los conciertos.

Contiene la palabra “motherfuckers” 15 veces. No es un récord, pero es un dato.

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Gay-friendly
En Japoneses Dos somos conscientes de la realidad moderner del siglo XXI y hemos hecho una canción, breve pero intensa, tratando un asunto de rabiosa actualidad (¿quién fue el primero en considerar que “rabiosa” era un adjetivo adecuado para la actualidad?).

¿Cuál es el perfil de alguien gay-friendly? ¿Dónde está el límite entre ser gay-friendly y ser gay? ¿Cuánta gente se autoengaña en pos de demostrar lo abierta que es? ¿Puede seguir considerándose bisexual alguien que nunca moja con uno de los sexos, aunque en teoría le guste? Bueno, quizá esto último no se trate específicamente en la canción, pero son temas colindantes, no cabe duda.

Sobra decir que Japoneses Dos no sólo estamos a favor de la libertad sexual, sino que la tenemos tan asimilada que damos por hecho que nadie debería poder ofenderse por una canción que no habla de identidad sexual, sino del autoengaño. Y recuerda: toda persona que muestra odio hacia el colectivo homosexual tiene fantasías homosexuales, sin excepción. Es una ley universal que nunca falla. Desconfía de quien no se acepte a sí mismo.

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Cenicienta
Todo el Mundo conoce la historia de Cenicienta, pero no muchos han visto recientemente la versión de Disney de 1950. Japoneses Dos dejaron a un lado su hombría en una ocasión y vieron juntos esa película. Limitémonos a decir que en muchos aspectos no ha envejecido muy bien.

Condensar la historia, estructurarla a la medida de una canción y resaltar detalles de la trama fue un desafío, y ellos sienten que salieron airosos de él (del desafío). Es la canción más difícil de tocar en directo (incluye cambios bruscos de batería a teclado, falsetes exigentes, momentos en que ambos tocan dos instrumentos al mismo tiempo…), pero de eso no tiene por qué darse cuenta el público. (¿Por qué lo hemos escrito? Cuánta contradicción, es insoportable.)

Por cierto, en la película de Disney hay un gato llamado Lucifer y la última vez que se le ve en pantalla está cayendo al vacío desde una torre. Es decir, matan a Lucifer. Aniquilan a Satán. Pero no se le ve estallando contra el suelo. Es una obra maestra de lo subliminal que dejamos fuera de la letra por mera cuestión de estructura. Lamentable.

Por cierto, el final de la canción no está cantado “así” a propósito. Es que Gabriel canta así (mentira, canta muy bien). Curiosidad extra: los vecinos de PL García, gran productor, mezclador y técnico, pero mejor persona, se llegaron a quejar durante la mezcla de este tema diciéndole amablemente que ya se sabían la canción de la primavera del amor.

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Caída sistemática
Caída sistemática lleva con nosotros desde el principio. Es una canción vieja. Muy vieja. De hecho, si hay que quitar una canción del repertorio cuando tenemos límite de tiempo, quitamos esta. ¿Y por qué lo grabamos? Pues mira, porque aunque seamos jóvenes, amamos a la abuelita.

La canción es heredada de un proyecto de Gabriel, uno triste, fruto de la adolescencia. Por eso nos la queremos quitar de encima, porque Japoneses Dos ya no adolece nada. ¡PERO! los arreglos son tan buenos… que nos cuesta dejarla marchar. En fin, ahí está.

Esta canción se grabó y mezcló en un estudio sobre una fábrica de pan. Antes de subir, teníamos acceso a las cestas de pan recién salido del horno (pan de verdad, no del congelado que se hornea en supermercados) y nos hacíamos unos bocadillazos crujientes que nos hacían temblar las rodillas cual mujer tras un squirtingParanoid Records, un estudio la mar de privilegiado (y, ahora mismo, cerrado). 🙁

Autor: Soy Fans Disquera

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