Jorge Pardo | Ejemplo de una vida musicópata
Ene27

Jorge Pardo | Ejemplo de una vida musicópata

Pocas personas podremos encontrar en España que tengan un recorrido tan extenso como el de Jorge Pardo, reconocido alquimista musicópata, creador de algunas de las recetas más mestizas que ha dado este país. Jorge Pardo crea música para músicos, y sólo los que no tengan miedo a explorar un inabarcable universo musical podrán llegar a conocer a fondo la obra de este maestro de los vientos. Desde que comenzó allá por el año 1976 junto a Pedro Ruy Blas en el grupo Dolores, (tras haber pasado bastante tiempo en algunos de los clubs de jazz de Madrid), Jorge Pardo se ha ido confirmando como un maestro del saxo y la flauta. Junto a Carles Benavent, Paco de Lucía, Rubem Dantas y el ya citado Pedro Ruy Blas asentaron las bases de un nuevo lenguaje musical, que fusionaba el flamenco y el jazz con todas las estilos que se pusieran a su alcance. Aunque Dolores aún no estaba tan influído por el flamenco como por el jazz americano de grupos como la Weather Report. Dolores se convierte en uno de los grupos de referencia de la música española de finales de los setenta. A partir de la colaboración con Paco de Lucía, algunos de los componentes de Dolores (Jorge Pardo y Ruben Dantas) comienzan a acercarse al flamenco, llegando a colaborar en La Leyenda del tiempo de Camarón. Poco más tarde, a principios de los años ’80, Paco de Lucía decide seguir experimentado con el flamenco y forma un sexteto junto a Jorge Pardo, Rubem Dantas, Carles Benavent, y sus dos hermanos Pepe y Ramón. Esta formación continúa desarrollando un estilo que ya había plasmado Miles Davis en el Sketches of  Spain o Pedro Itrurralbe en el disco Flamenco-Jazz, y que según el propio Paco de Lucía «es, propiamente hablando, la primera fusión real en el flamenco«, una chufla, según su padre. El disco «Sólo quiero caminar» es el primer disco de flamenco que incluye la flauta de Jorge, el cajón (introducido en el flamenco por Rubem Dantas) y el bajo eléctrico de Carles Benavent. Tanto dio que hablar el sexteto dentro y fuera de España, que cruzó el charco y recaló en muchos músicos de jazz americanos. Sin embargo,no fue otro sino Chick Corea quién decidió que debía tener cerca a esos músicos de jazz fusión. El primero de los que se acercaron a Chick Corea fue Paco de Lucía, con quien grabó el Spain (del que tanto hemos hablado en el Musiquiátrico), y con el que luego colaboró en el disco Zyriab. Más tarde, llamaría a Jorge Pardo, Carles Benavent y Rubem Dantas para colaborar en una de...

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De lo brillante, moderno y nuestro: Huellas flamencas de Jorge Pardo
May13

De lo brillante, moderno y nuestro: Huellas flamencas de Jorge Pardo

· Recetario musiquiátrico de Jorge Pardo en su disco ‘Huellas’ Hace ya varias semanas que el nuevo disco de Jorge Pardo, Huellas, lleva puesto en circulación por lo que, en situaciones normales, ya nos habría dado tiempo de pasar revista a este lanzamiento discográfico en algunas de las consultas del Musiquiátrico. Pero no estamos ante un disco normal, del que en un par de escuchas te puedas llevar ya la idea de por dónde van los tiros. Nos encontramos ante una obra importante, en un paso más en el camino que el maestro Pardo, con sus flautas y saxos al hombro, recorre hacia el futuro de dos tradiciones musicales -las del flamenco y el jazz-. Dos estilos, sin duda, diferentes, pero amalgamados y unidos ya irremediablemente por una generación de valientes de la que Jorge Pardo se ha convertido, por méritos propios, en el máximo representante.   El disco se ha creado a partir de un fuerte anclaje flamenco, dónde el compás se impone para después volar libre hacia el terreno jazzístico, con los vientos (flautas, saxos, fiscorno, trompeta, etc) entretejiendo melodías de extraordinaria vitalidad, algo a lo que ya nos tiene habituados Jorge Pardo desde hace muchos años. Desde los viajes de ida y vuelta con Carles Benavent y Tino Di Geraldo hasta las escapadas con Chick Corea, pasando por grabaciones y proyectos que ya son leyenda, como ‘Mira’, ‘Jazzpaña’, ‘Vida en Catedrales’ o los más recientes ‘Vientos Flamencos’. Pero como los genios casi siempre nos sorprenden, ‘Huellas’ introduce variantes a la fórmula magistral conseguida a lo largo de todos estos años de música. En sus 18 cortes (se trata de un disco doble, algo poco habitual tratándose de material musical nuevo y no de un “Grandes Éxitos” o similar) encontramos nuevos timbres sorprendentes, como la marimba o el vibráfono, que dotan a muchos temas de una sonoridad verdaderamente vanguardista, sin perder por ello -y esto es lo increíble- el deje flamenco. Y es que el nuevo disco de Pardo suena a la vez avanzado y tradicional, vanguardista y autóctono. La etiqueta de “fusión” se desdibuja a medida que se avanza en la escucha: ‘Cora Cora’, ‘Faro’, ‘Surcos’, ‘Sanlucar-Mojácar’ cobran personalidad propia, dejando fuera si son flamenco-jazz, jazz-flamenco o todo lo contrario.   La forma en la que el disco se ha “cocinado”, en ausencia de un estudio fijo y “autoeditado” por el propio Jorge Pardo, también ayuda a entender el desarrollo final de los temas. Más de un año de trabajo de composición y arreglos y sobre todo, la inestimable colaboración de gente como el percusionista Marc Miralta, tocaores de la talla de Tomatito, Josemi Carmona y...

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Veneno de Pata Negra | Recetas del Musiquiátrico

Mucho se ha hablado en el Musiquiátrico sobre la historia de la música actual, pero habíamos olvidado, por un momento, nuestras raíces. Por eso, nos merecemos como castigo una buena dosis de Veneno del bueno. Veneno de Pata Negra. Y si hablamos de Veneno, hablamos de Kiko, y de los dos hermanos que se tomaron ese veneno con él, allá por mediados de los años 70, Rafael y Raimundo Amador, que de la mano del productor Ricardo Pachón, grabaron uno de los mejores discos de la historia de la música española: Veneno.  Sin embargo, no corrían buenos tiempos para la fusión, y Veneno fue desprestigiado durante años, desde el mismo momento en que se pensó su portada, que no era otra cosa que una placa de hachís con la palabra Veneno grabada a fuego. No obstante, años después los tiempos se abrieron, y dejaron paso a la nueva música, esa que los hermanos Amador ya habían hecho años antes, con Camarón y algunos musicópatas escogidos por la mano de algún Dios de la música. Pasó el tiempo, y su música se fue haciendo aún más grande, y poco a poco, el Veneno fue desapareciendo y fue macerando una auténtica pieza de Pata Negra. Así, Veneno murió de sobredosis, los hermanos Amador formaron Pata Negra, y Kiko Veneno comenzó su carrera musical en solitario. Veneno, junto con la Leyenda del Tiempo de Camarón (en el que también participaron Rafael y Raimundo), fueron dos discos adelantados a su época. Y demostraron, con el redoble de las palmas y los punteos de las guitarras eléctricas, la grandeza del flamenco, al llevarlo fuera de sus pautas tradicionales y dar a conocer al mundo entero que Jimmy Hendrix no había muerto, sino que se había ido a vivir a las 3000 viviendas de Sevilla y le encantaba el flamenco. Uno de los conciertos que más se recuerdan de Pata Negra en Sevilla fue el de Salta La Tapia, que junto con Silvio y Barra Libre, Kiko Veneno, y Rompehielos, saltaron la valla del hospital psiquiátrico de Miraflores en Sevilla y organizaron uno de los mayores eventos que recordarán tanto los internos como los que sin estarlo, salieron de allí más locos que los que se quedaron a dormir. Pura Musicopatía. Hoy día, ningún purista del flamenco tomaría a estos genios como unos locos, pero en su día fue así, y en cierto modo, se conviertieron en unos parias, demasiados flamencos para ser rockeros, demasiado rockeros para ser flamencos, y así fue durante mucho tiempo. Y nos gustaría decir que el tiempo pone a todo el mundo en su lugar, pero no es así. A...

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