Las fobias de David Lynch, del cine a la música

Reeditado el primer disco de David Lynch El cineasta David Lynch ha hecho a lo largo de su carrera méritos más que suficientes para entrar en El Musiquiátrico tanto por lo perturbador y sugerente de su propuesta como por el cuidado puesto en las bandas sonoras de sus trabajos. Sin embargo, el factor determinante de cara a su ingreso no ha sido otro que la publicación de un disco que vio la luz en 2011, y que estos días ha sido reeditado. «Crazy Clown Time», que así se llama la obra en cuestión, logra desde el primer corte, «Pinky’s Dream«, en colaboración con Karen O, trasladarte al universo de Lynch. Ese que, además de en su cabeza, habita en la totalidad de su obra y es propenso a la neurosis, al erotismo, adepto a vigilias y sueños y visiones. También surrealista, y no exento de humor negro. El modo de hacerlo, a través de la electrónica, de la que siempre se ha mostrado devoto, aunque también con extrañas programaciones, guitarras distorsionadas y voces que bien podrían venir de nuestras celdas. Desde luego, la musicopatía de David Lynch ha sido, desde que se diera a conocer, de dominio público. Basta con citar bandas sonoras, casi siempre junto al gran Angelo Badalamenti, como las de «Twin Peaks» (a la que hay referencias en el disco) y «Terciopelo Azul», o las apariciones de personajes como Sting, Marilyn Manson y hasta el mismísimo David Bowie en sus series o películas. Tampoco faltan los videoclips, como los que hiciera en su día para Michael Jackson o Rammstein. Sea como sea, a pesar de la dimensión del personaje, muchos de sus fieles siguen sin saber de esta fructífera incursión de la que esperamos nuevas dosis. De momento, la reedición de «Crazy Clown Time», o mejor dicho su versión ampliada, incluye dos temas nuevos, remezclas firmadas por gente como Moby y los videoclips de «Crazy Clown Time» y «I have a...

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