Stiff Little Fingers y la rabia sempiterna
Jun30

Stiff Little Fingers y la rabia sempiterna

Ligeramente desplazados del epicentro del punk londinense, los belfastianos Stiff Little Fingers se autonombraron como la homónima canción del grupo The Vibrators, expresión en jerga referente al olor que impregna los dedos tras masturbar una vagina; pese a su crudeza originaria de los fuegos callejeros de Belfast, quizás por su escasa vistosidad en comparación con otros grupos de la época, pasaron casi desapercibidos y su mención en la escena fue más bien anecdótica. Como toda banda añeja que se precie han visto pasar por sus filas a una larga lista de personal, manteniendo la constante presencia del cantante Jake Burns, que ya estaba en el meollo cuando se llamaban Highway Star y tonteaban haciendo versiones de Deep Purple, continuó dando por saco hasta la separación en 1983 y en las sucesivas uniones y desuniones. Resultado en cifras: 15 singles, 9 álbumes de estudio, 17 compilaciones y directos varios de calidad diversa. Como todo grupo punk que se precie, su estilo primigenio era agresivo y anfetamínico, rudeza que quedaba perfectamente aderezada con la voz de esparto de Jake; véase como ejemplo 1979, fecha en la que viera la luz Inflamable Material, disco que incluía grandes clásicos de la canción protesta como «Alternative Ulster y Suspect Device». Sea como fuere, con el paso de los años, su marcha a la capital londinense y la consecuente irrupción de los coloridos y mestizados ochentas fue suavizándose su agresividad musical, apostando por temas más serenos y profesionales que algunos consideraban tocantes con el powerpop, evidenciándose en «Nobody’s Heroes y Go for it». No obstante, pese a la supuesta relajación sonora, la ferocidad lírica siempre ha mostrado la latente rabia de Burns contra el mundo que le rodea, tratando desde grandes temas imprescindibles como el racismo, el antimilitarismo o el conflicto de su norteña Irlanda, hasta sus propias oscuridades personales cargadas de sinceridad. Para no perder la tónica mostrada por otros compañeros de profesión los SLF han visto su enésimo renacimiento con los albores de la cincuentena, en este caso con su último disco No Going Back han recurrido al crowdfunding para producir un disco que se supone un homenaje a la época dorada del punk, aún cuando el resultado es más bien rockero. La respuesta de los seguidores al llamamiento para la financiación se materializó en que la cantidad prefijada para la grabación se triplicó con creces en cuestión de 12 horas. A nivel lírico Burns ha sincerado las partes heridas de su corazón rodeado de espino, respecto a la puesta en escena se critica cierta repetición facilitada por buscar los hitazos de sus primeros tres discos. En su último disco las canciones todavía...

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