Mulatu Astatke | Ethio-jazz desde el cuerno de África

· Mulatu Astatke el padre del Ethio-jazz visita las instalaciones del Musiquiátrico Mulatu Astatke es una de esas figuras que hacen grande a la música.  Su discografía es la actualización de la música etíope, la fusión con todas las músicas de raiz que se han puesto a su alcance. El Jazz y el Latin-jazz han removido las bases de la cultura musical de Etiopía y todo es por culpa de Mulatu Astatke. Comenzó tocando el vibráfono, y se fue a Boston donde se especializó en Berklee en percusión, siendo el primer estudiante africano de esta institución. Y por si fuera poco, ha producido a algunas de las mayores estrellas de la música etíope como Mahmoud Ahmed. Y como es habitual en el Musiquiátrico, aunque su nombre no os suene, estamos seguros de que la música del señor Astatke os resultará familiar. Su música es innovadora incluso hoy en día, cuarenta años después de su primer disco, y lo sigue siendo de tal manera que se ha convertido en un clásico para los dj’s, que samplean cada nota de Mulatu como vampiros sedientos de Ethio-jazz. La música de Mulatu es distinta a todo. Es única por que es la fusión perfecta de dos culturas distintas. Por un lado Etiopía, en el cuerno de África, y por otro, lo mejor de la cultura occidental, es decir el jazz. Dos conceptos tan diferentes y similares al mismo tiempo como dos gotas de agua. La escala musical de Etiopía se basa en cinco notas, la occidental en 12, y Mulatu Astatke ha conseguido la ecuación perfecta para encajar estas dos escalas y estas dos culturas de una manera prodigiosa. Esta fusión, ha embaucado a muchos de los grandes dj’s y productores de nuestro tiempo así, Nas y Damian Marley hicieron suya la música de Mulatu cuando grabaron este «As we enter«, que en tantas fiestas habrás escuchado. Mulatu Astatke, junto a Alemayehu Eshete, Mahmoud Ahmed  y Tilahun Gessesse eran los Duke Ellington y los Charlie Parker de Etiopía, pero la estabilidad política no es el punto fuerte en la región del cuerno de África. Por lo que tras haber disfrutado de unos años de tranquilidad, donde se desarrolló un relativo auge cultural, Etiopía se vio envuelta en una espiral de revueltas étnicas a mediados de los años 80, que culminó con la dictadura de Megistu, lo que supuso un salto atrás en las libertades y una férrea censura sobre la música. Y aunque Etiopía jamás olvidó a Mulatu, en el resto del mundo nos olvidamos de Etiopía, ya que interesaba más mirar hacia otro lado, y la música de Astatke pasó al olvido....

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