Kaka de Luxe: patetismo musical y perversidad lírica | Prehistorias del punk
· Kaka de Luxe en las consultas del Musiquiátrico Corría noviembre de 1977 en España cuando un grupo de jóvenes variopintos, denominados como La Liviandad del imperdible, inauguraron un proyecto de creación interdisciplinar sin vocación alguna de trascendencia inspirado en los berridos del recién nacido punk londinense. Costó poco para que una parte de esta aleatoria reunión de inexpertos musicópatas se concretara en la creación musical renombrada Kaka de Luxe, con la que publicarían un EP antológico, y que sería el intento de salir de los putrefactos patrones de la radio fórmula, eficaz inhibidora de los brotes musiquiátricos más creativos, definiendo un contexto sonoro más allá del concepto del tedio militante. Además de extremadamente jóvenes eran muchas cosas: escritores, músicos, elementos afianzados en la prensa marginal. Sus contemporáneos tacharon sus pinitos en los escenarios de farsa por su falta de formación musical, de forma que el reconocimiento no llegó hasta la reedición de uno de sus ensayos bajo el título ‘Las canciones malditas’ (1983). Su procedencia no era suburbial pero desembocaron precozmente en el árido terreno del underground peninsular, desde cuyas trincheras tantearon la autogestión gracias a su fanzine Kaka de Luxe y a la venta de discos y ropa usada en un tenderete del rastro madrileño. Con los escasos temas que nos regalaron rompieron moldes tocando mal sus canciones, que estaban imbuidas de ideas subversivas contra la producción seriada destinada a la masa consumidora. En sus conciertos derrocharon una actitud crecientemente provocadora, lanzando objetos de diversa índole al público. Amalgamaron en una coctelera perversión, pulcritud, snobismo elegante y grandes dosis de excentricismo. Cual semillas esparcidas en el horizonte, los componentes de Kaka de Luxe extendieron su aberrante prolijidad en otros grupos como Alaska y los Pegamoides y sus subsiguientes, Paraíso, La Mode, Radio Futura, Parálisis permanente, Ejecutivos Agresivos y Décima Víctima; una epidemia musiquiátrica que seguimos investigando desde cerca en el...