Beastie Boys, el antes y el después de un grupo desequilibradamente especial
Natales de Brooklyn, “barrio” que de algún u otro modo evoca un óleo de perritos calientes, pizzas gigantes, luz tenue, alcantarillas humeantes y edificios de ladrillo gris. Adam Yauch, Adam Horovitz y Mike Diamond, a.k.a MCA, Ad. Rock y Mike D formaron y contribuyeron al legado de un grupo realmente único. Destilando Hardcore punk en sus días de biberón, fueron acercándose, con el pasar de los años, a sonidos mas hip-hoperos, adentrándose de lleno en el rap, pero sin abandonar nunca una instrumentación “orgánica” en sus canciones. Reputados cafres de directo desde el inicio de su andadura, siempre fueron ellos los que aportaron una batería, un bajo y una guitarra a su música (a excepción de tres de sus lp’s), marca patológica de la casa de la que no muchos de sus compañeros de pabellón podrían presumir. Varios singles de doce pulgadas y una gira con Madonna fueron el prefacio para algo grande que no tardaría en llegar. Ese revulsivo vino dado en el punto de unión de su faceta anterior con los nuevos sonidos con los que comenzaban a coquetear. El nexo entre rock y hip-hop dio a luz ‘License to Ill‘, su primer álbum y el que les catapultó a la fama, vendiendo 9 millones de copias como si de caramelos de colores con efectos adversos se tratara. Con ‘Paul’s Boutique‘ no tuvieron la misma suerte. Reconocido tardíamente como una pequeña joya, la experimentación que se palpaba en aquel redondo echó para atrás a un público que vio en él algo desmedido en concepto de ejecución y contenido. El disco en si es una obra madura, elaborada, compacta y heterogénea dentro de su diversidad, un niño bonito de la crítica y de los versados en el tema de la variedad de barbitúricos líricos. ‘Check your head’, algo que todos habremos de hacer alguna vez, fue su siguiente movimiento de enroque. Trajeron de vuelta sus instrumentos y añadieron matices nuevos al mismo, complementando el kit básico de un grupo con percusión, órgano, sintetizadores, teclados,etc. Continuaron sin repetir el éxito de su primer disco, aunque, a titulo personal, fue un paso más hacia su asentamiento como grupo maduro, creíble y de irrefutable calidad. En esté álbum se encuentra uno de los temas favoritos del que suscribe, ‘So what’cha want‘. ‘Ill comunication’ es fácilmente una de sus obras mas célebres. Razón de ello son los temas de ‘Sabotage’ y ‘Sure shot’, clásicos instantáneos desde su primera escucha. Siguiendo la senda establecida con ‘Check your head’ y yendo un paso mas allá, endurecen su sonido y continúan experimentando a partes iguales en una única y original coctelera de texturas sonoras. La...