Concierto de Tomatito en la Maestranza | Arte en estado puro
Dic13

Concierto de Tomatito en la Maestranza | Arte en estado puro

Poco podemos decir de Tomatito que no hayamos dicho ya, que es un genio, una de las figuras más importantes del flamenco y de la música en general, que es uno de los más importantes guitarristas de nuestra época y que esperamos que nunca deje de tocar. Sin embargo, todo eso ya se sabe, todo el mundo sabe de antemano que un concierto de Tomatito será un auténtico deleite para todos los sentidos. Aunque nunca puedes imaginar hastá qué punto hasta que no asistes a uno. Pero como os decía, oír a José Fernández Torres no es sorprendente, lo sería si lo hiciese mal, pero es que lo hace tan bien, que parece fácil hacerlo. Lo sorprendente del concierto de Tomatito en la Maestranza no fue él, como ya os digo, sino el septeto gitano que iba acompañándolo. Cuatro cantaores de pura raza acompañaron al Tomate en el tablao del teatro sevillano, Simón Román, Kiki Cortiñas, Pedro «El Granaíno» y Morenito de Illora. Cuatro monstruos del flamenco, cada uno con un estilo y un saber hacer únicos que encandilaron a la audiencia sevillana. Simón Román, considerado uno de los cantaores con más proyección del momento, puso la fuerza y la garra sobre el escenario, y su voz, potente y vigorosa hizo temblar el teatro desde los cimientos hasta el techo. Otro cantaor de los que componen el cuadro de Tomatito es una eminencia en el flamenco. Su nombre Guillermo Campos Pérez, más conocido como el Morenito de Illora, un viejo conocido de Tomatito. Morenito fue apadrinado por Camarón a finales de los años ’70 y desde entonces ha dado la vuelta al mundo acompañando al cante a grandes bailaores, como Antonio Canales, Mario Maya, Cristina Hoyos o  Joaquín Cortés. Kiki Cortiñas puso el encanto sobre las tablas, con un cante más recogido, templado y fusionado con algo más que flamenco. Porque esa es otra de las señas de identidad de Tomatito, la fusión, todo lo que toca Tomatito es un 90% flamenco pero tiene un 10% de algo más, ya sea Jazz, Bossa Nova, Tango o cualquier cosa que se le ocurra, todo le queda bien. Y por último, para completar el elenco de cantaores, Pedro «El Granaíno», la voz más templada de las cuatro que subieron al escenario. Pedro al igual que los otros tres nos traían al recuerdo al mejor Camarón de la Isla, y sus cantes profundos, pero Pedro con esa voz rota que en cada «quejío» te encoge el corazón, parecía estar poseído por el espíritu de José Monge Cruz. A la percusión iba otro habitual de Tomatito, Luis Fernández Salazar, «Lucky Losada», que lleva...

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