Gritando en Silencio: "Maldito" – Crítica del disco
El segundo disco de estudio de Gritando en Silencio, ‘Maldito’, ha venido ha confirmar las sospechas que se crearon con ‘Contratiempo’, su debut discográfico. Y esta no es otra que la de que estamos ante un grupo que, si todo sigue su curso normal, está llamado a guiar el devenir del rock and roll en nuestro país. Un grupo joven pero que a pesar de ello llevan ya años luchando por conseguir hacerse el hueco que se merecen. Ya con sus primeras maquetas despertaron un gran interés tanto en el público como en la crítica especializada, y ahora Gritando en Silencio pasa consulta en el Musiquiátrico a su nuevo disco, Maldito. Crítica del disco «Maldito» Este disco nos sorprende con trece cortes nuevos, lleno de melodías rockeras, potentes riffs de guitarra y unas cuidadas letras que sitúan a Marcos (cantante) en lo más alto de la prosa de nuestro rock. Abre el disco «Vértigo«, una canción que demuestra de primeras el buen hacer de los sevillanos, partes un poco más melódicas intercaladas con potentes estribillos. Le sigue «Actitud», toda una declaración de intenciones solo con el nombre, y que está perfectamente culminada con un genial estribillo: Que la vida, el rock and roll y el sexo solo es actitud. Los cortes tres y cuatro, «Despojo de poeta» y «¿Dónde te has quedado?», respectivamente, son canciones rescatadas de sus maquetas, vueltas a grabar e impregnándolas del sonido personal que han sabido depurar. La cinco y seis son «Allí estaremos» y «Nota de un suicida», con unos tiempos más lentos y profundizando más aún en lo personal. «Estrellas fugaces», metáfora perfecta para todas esas historias que conocemos de gente que va y viene durante toda nuestra vida. «No perder», es el clásico guiño que vienen haciéndose a ellos mismos en sus discos, para acordarse de que la unión es lo que les llevará a conseguir sus sueños. En la siguiente, «Detrás de un cigarro», de nuevo vuelven a usar los ritmos lentos de baladas para el comienzo acelerando la canción hasta llegar a unos desgarradores riffs de guitarra. «Miedo», posiblemente el tema más completo del disco, nos relata todas esas cosas que nos frenan en nuestra vida y que simplemente se podría resumir con esa palabra, miedo. «Dos semanas y unos domingos», vuelve a hacer uso de ritmos más frescos y contundentes, continuando la tónica en la siguiente, «Luz que entras«, en la que con unos ligeros toques de blues consiguen crear una optimista canción con las vistas puestas en el futuro. Para acabar, «Historia de una noche cualquiera», un tema en acústico que pone la guinda a este sensacional pastel....