Nino Ferrer | Una vida de película
A muchos, sobre todo a los más jóvenes, no os sonará el nombre de Nino Ferrer, no os preocupéis, a mí tampoco me sonaba hace unos días. Nino Agostino Arturo Maria Ferrari, vivió la mayor parte de su vida entre Francia e Italia, y fue conocido en toda Europa por una gran cantidad de éxitos musicales, la mayoría de corte paródico y sarcástico. Nació en Italia y se crió en Nueva Caledonia, estudiando Etnología en la Sorbona de París, y al terminar sus estudios, dió la vuelta al mundo en un barco mercante y participó en la excavación de yacimentos arqueológicos en Oceanía. Al volver a Francia, se interesó por el Jazz y empezó a grabar algunos discos, con poca repercusión, aunque de bastante calidad musical. Aunque no fue hasta 1963 cuando empieza a ser conocido gracias al álbum Myrza, consiguiendo así una etiqueta de músico cómico, de la que jamás pudo alejarse, a pesar de ser bastante injusta en muchas ocasiones. Nino Ferrer era un irreverente, un rebelda sin causa, sus letras eran paródicas y humorísticas, pero siempre tenían un trasfondo social y comprometido, tratando temas tabú y asuntos de interés en su época. Y a pesar de su etiqueta como músico cómico, se acercó al Jazz más moderno y psicodélico de la época, un hecho que se puede ver en este genial y completamente psicotrópico Cannabis del álbum «Métronomie» de 1972. Entre sus grandes méritos se encuentran lógicamente sus 15 álbums de estudio,pero también el de descubrir a la mítica Raffaela Carrá en su programa Io, Agata e tu en la televisión italiana. Y una vida de película como esta sólo podía tener un final de cine, aunque no de Hollywood precisamente. En 1998, Nino estaba preparando su último disco de nombre tan predecesor como «Suite et Fin» mientras se dedicaba por completo a la pintura cuando sobrevino la muerte de su madre, que supuso un duro golpe para Nino. Un mes más tarde se suicidó de un disparo al corazón en un campo cercano a su casa, dejando una carta de despedida a su mujer y sus dos hijos. Como os decíamos una auténtica vida de cine, reservada sólo para los auténticos musicópatas. Os dejamos uno de sus álbums más memorables: Métronomie, para que lo disfrutéis al completo. Una auténtica exquisitez psicodélica para...