Andrés Herrera, el "Pájaro": recetas cofrades para el penúltimo cowboy del rock sevillano

Psicoanálisis completo desde la Calle Betis hasta Graceland a vista de «Pájaro» “Santa Leone” es la ópera prima de Andrés Herrera el “Pájaro” con banda propia. Imprescindible rasca cuerdas del Rock Hispalense más experimentado, ex componente de Los Sacramento del gran Silvio Melgarejo, padece como aquél, un intenso desorden musicopático que le lleva a revivir y realimentar a los hijos del Blues-Rock  más pródigos (surf, swing, western, espaghetti western,…) con despiadadas panaceas afiladas, desde su perspectiva más pasional y cofrade, trianera y procesional. El cinéfilo genio de las bandas sonoras, la solemnidad y lo oscuro, nos inyecta su dosis letal de Rock and Roll flamenco y devoto. Pájaro tiene 48 años llenos de sevillanía, valor constantemente en alza por la multiculturalidad de esta villa caleidoscópica repleta de ángulos atemporales e infinitas herencias patrimoniales, sabias y humanas. Desde los siete años lleva tocando la guitarra, y es ahora, cuando uno de los musicópatas más magnéticos del panorama, se encuentra en su plenitud y clímax creativo. Su carrera se ha basado patológicamente en una brillante aportación a mitos del Musiquiátrico como: Silvio Fernández Melgarejo, Raimundo Amador, Kiko Veneno, Pepe Begines o Rafaelito Amador. Pero por encima de todo, el principio activo fundamental que hace único e irrepetible a Pájaro es la conjunción casuística en su anatomía cardíaca y mental de varios fármacos coetáneos y coincidentes: la pasión heredada de su padre por el cine, el amor por las inverosímiles fusiones siempre cautivadoras de Silvio, su constante cameo con la canción italiana y todo lo que proceda sospechosamente del mediterráneo, además de, por último, su fanatismo por todos los sonidos norteamericanos engendrados en el Blues y el Rock que se han dejado llevar por las olas del atlántico hasta trepar por el río, su río Betis. Es devoto de Adriano Celentano, La Macarena, La Esperanza trianera, Sergio Leone, San Benito, Roma, Ennio Morricone, las coléricas guitarras surferas, devoto del Jazz de Django Reinhardt y del flamenco de Pata Negra, de La Tarantela y Elvis Presley, de los versos de San Juan De La Cruz y de Pulp Fiction, de la corneta de Julio Vera y del Rock and Roll de los Lobos Negros. Bendita locura que le capacita para moldear todo ello en su laboratorio de emociones, mezclarlo con alto grado de sabiduría además de naturalidad y simpleza, para acabar obteniendo la fórmula mágica de la musicopatía en sí misma como forma de vida. “Santa Leone” (Happy Place Records) – homenaje a la Semana Santa y a Sergio Leone – es un disco quimérico, es la utopía vinílica del Rock Sevillano, derroche de evasión cinematográfica y enérgicas pasiones transversales por el Rock,...

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