José El Cabrero: del campo al cante y viceversa
Abr11

José El Cabrero: del campo al cante y viceversa

Oriundo de Aznalcóllar, José El Cabrero es con merecimiento uno de los personajes más singulares del espectro flamenco. Capaz de arrastrar a un número de fieles que muchos cantaores quisieran para sí, lo más destacable de José Domínguez Muñoz es que es ante todo cabrero y flamenco. Aunque no sé si por ese orden, y ambos términos parezcan una obviedad, hay que entenderlos en su sentido más estricto. El Cabrero piensa y se comporta, vive en definitiva, como tal, con todo lo que de brega, sacrificio e historia penosa conlleva este oficio. Mientras, también lleva el flamenco como filosofía de vida, de manera que cuando no anda de gira o grabando está en el campo con sus animales. Así de simple. Sin embargo, lo que no son en absoluto simples son su cante o su obra. En cuanto a lo primero, es duro, pedregoso, transmisor de las dificultades propias de los dos polos en que se divide su personalidad. También tiene una voz potente, aunque los años no pasan en balde para nadie, y transmisora. Amante del toque antiguo, sin demasiadas concesiones, y de esa forma de hacer los cantes, se ha rodeado entre otros de tocaores como el gran Paco del Gastor, Antonio Sousa, Manuel de Palma o Rafael Rodríguez. Mientras, sus letras son pura reivindicación aunque también cante al campo o muestre su amor por la naturaleza bajo sus diferentes formas. Como cabría esperar, esto le ha granjeado no pocas enemistades y detractores, aunque El Cabrero también gusta de provocar y hacerles frente, algo que quedó de manifiesto cuando fue encarcelado en 1982 por blasfemar en un festival y posteriormente liberado merced a un importante movimiento social que traspasó las fronteras del estado español. Por ello, podría decirse que sus cantes, y en especial los fandangos (si bien interpreta con soltura los cantes más duros) son pildorazos de actualidad y toma de conciencia, fármacos contra la apatía que estremecen cuando se catan en directo. De ahí que, al poco de comenzar su carrera artística, y habiendo recorrido ya con el mítico grupo de teatro La Cuadra buena parte de la geografía española y europea, fuera galardonado en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba con sendos premios por soleá y malagueña. Sin embargo, pese a su amor por la pureza en el flamenco, sus inquietudes musicales no quedan ahí. Para empezar, porque ese espíritu libertario lo ha unido a algunas figuras del rock en proyectos conjuntos y colaboraciones, de las que han disfrutado Reincidentes o Kutxi Romero de Marea, que junto al Kolibrí figura en los créditos de su último disco, ‘Pastor de Nubes‘. Por otra...

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