Benardine Pussy, rock rabioso y desafiante desde el desierto

Pesadillas musicopáticas en el corazón del rock español más auténtico y ecléctico Desde Almería nos llega una partida de fanáticos rockanroleros sin fecha de caducidad pero cuya ingesta musicopática en dosis muy concentradas de espectaculares directos, puede ocasionar elevados niveles de neurosis colectiva y severas adicciones a todos los principios activos básicos del puro y crispado rock en castellano. “La Pussy esencia” origina daños sensoriales de gran intensidad que nos retrotraen a ruidos verdaderos de otras épocas, aunque de actualizada ansiedad sonora sin curación. Nos referimos a un cuarteto almeriense dotado de un veneno irracional y espontáneo para el desarrollo de un rock de casta y vieja escuela, nada lógico ni previsible en jovencitos de su generación. Ico en la batería, César al bajo, Alberto Tonda a la guitarra y el perro loco de Pedro con la voz y las letras: Benardine Pussy. Ya en sus inicios, hace tres años, ganaron el Tuencajas 2009 y más tarde fueron finalistas del Belladurmiente y el Rockinlei, a base de genio y energía chulesca que bien podría adjudicársele a los mejores Buenas noches Rose de Alfa, Piñol y compañía. Es fácil desde su juventud señera, presumir de influencias variopintas que transcurren entre Jimmy Hendrix, Red Hot Chili Peppers, Camarón, U2, Lola Flores, Rage Against The Machine, Los Suaves y no sé cuántas paranoias más. Pues bien, cuando los escuchas no tienes más remedio que reconocer la mayor. Disco «Benardine Pussy» por vía ótica Su primer y único disco hasta la fecha titulado “Bernardine Pussy”, fue grabado en 2010 por Raúl Parra en Fusiblestudio y contó con la creación artística y el  inestimable diseño de Juan Cambre. Suponemos que fueron las ganas y la ansiedad del debut, lo que cuajaron un repertorio rockero tan polivalente y variado, como sus propias pesadillas musicopáticas que abarcan desde los brillantes años 70 hasta los bien escogidos retazos noventeros y posteriores. Los diez temas del disco tocan con coherencia y una vehemencia musicofebril desde el Metal de bases contundentes al Blues claramente entroncado en la órbita del jazz, desde las raíces culturales sureñas al Rock setentero más directo e impactante, un Hardrock vivo y dinámico al lado de ritmos Funk epidémicos, efectivos elementos de Pop progresivo junto a Pop guitarrero de evidente oscuridad. Resultado final, no obstante, arraigado al equilibrio, la vivacidad y la frescura del Rock puro y en español. No hay más que psicoanalizar detenidamente su efectividad en directo para constatar que sus sonidos ganan dimensión, desarrollo y contagio. “Materia gris”, “Jugando con la razón”, “El niño de la luna”, “Bso”, “Pronóstico: muerto en vida”, “Como si lo fuese”, “Rastros de alas”, “Perder y ganar”,...

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