Tighten Up, esos pequeños musicópatas
May05

Tighten Up, esos pequeños musicópatas

Sensacional el videoclip de los gigantes del blues-rock, The Black Keys, sacando la esencia del tema «Tighten Up» a través de estos pequeños fieras, que la verdad, lo hacen de maravilla.  ...

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Andrés Herrera, el "Pájaro": recetas cofrades para el penúltimo cowboy del rock sevillano

Psicoanálisis completo desde la Calle Betis hasta Graceland a vista de «Pájaro» “Santa Leone” es la ópera prima de Andrés Herrera el “Pájaro” con banda propia. Imprescindible rasca cuerdas del Rock Hispalense más experimentado, ex componente de Los Sacramento del gran Silvio Melgarejo, padece como aquél, un intenso desorden musicopático que le lleva a revivir y realimentar a los hijos del Blues-Rock  más pródigos (surf, swing, western, espaghetti western,…) con despiadadas panaceas afiladas, desde su perspectiva más pasional y cofrade, trianera y procesional. El cinéfilo genio de las bandas sonoras, la solemnidad y lo oscuro, nos inyecta su dosis letal de Rock and Roll flamenco y devoto. Pájaro tiene 48 años llenos de sevillanía, valor constantemente en alza por la multiculturalidad de esta villa caleidoscópica repleta de ángulos atemporales e infinitas herencias patrimoniales, sabias y humanas. Desde los siete años lleva tocando la guitarra, y es ahora, cuando uno de los musicópatas más magnéticos del panorama, se encuentra en su plenitud y clímax creativo. Su carrera se ha basado patológicamente en una brillante aportación a mitos del Musiquiátrico como: Silvio Fernández Melgarejo, Raimundo Amador, Kiko Veneno, Pepe Begines o Rafaelito Amador. Pero por encima de todo, el principio activo fundamental que hace único e irrepetible a Pájaro es la conjunción casuística en su anatomía cardíaca y mental de varios fármacos coetáneos y coincidentes: la pasión heredada de su padre por el cine, el amor por las inverosímiles fusiones siempre cautivadoras de Silvio, su constante cameo con la canción italiana y todo lo que proceda sospechosamente del mediterráneo, además de, por último, su fanatismo por todos los sonidos norteamericanos engendrados en el Blues y el Rock que se han dejado llevar por las olas del atlántico hasta trepar por el río, su río Betis. Es devoto de Adriano Celentano, La Macarena, La Esperanza trianera, Sergio Leone, San Benito, Roma, Ennio Morricone, las coléricas guitarras surferas, devoto del Jazz de Django Reinhardt y del flamenco de Pata Negra, de La Tarantela y Elvis Presley, de los versos de San Juan De La Cruz y de Pulp Fiction, de la corneta de Julio Vera y del Rock and Roll de los Lobos Negros. Bendita locura que le capacita para moldear todo ello en su laboratorio de emociones, mezclarlo con alto grado de sabiduría además de naturalidad y simpleza, para acabar obteniendo la fórmula mágica de la musicopatía en sí misma como forma de vida. “Santa Leone” (Happy Place Records) – homenaje a la Semana Santa y a Sergio Leone – es un disco quimérico, es la utopía vinílica del Rock Sevillano, derroche de evasión cinematográfica y enérgicas pasiones transversales por el Rock,...

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Guadalupe Plata, la nueva ley del Blues Rock Pantanoso
May18

Guadalupe Plata, la nueva ley del Blues Rock Pantanoso

· Pólvora Rock en la celda bluesmen del Musiquiátrico Plata de ley son este trío de Úbeda apestados de insensatez blues rock. Viven en su propia anatomía de la locura. Se revelan a golpe de fundamentos hookerianos. Reconstruyen el blues más negro y el rock más sudoroso desde Jaén. Cuando Pedro de Dios (Los malignos) con sus alaridos y su slide de infarto, decidió compartir celda acolchada con un batería como Jimena y un bajista de atar como Paco Luis Martos (Los Corrosivos); ni los mejores doctores en materia musicopática podían diagnosticar semejante barbaridad: Guadalupe Plata. Solo un larga duración (disco homónimo) de 2011 con el sello Folc (el sello de los chicos) ha bastado para poner boca abajo los habituales criterios cognitivos del blues. Venenosos y purulentos de ciénagas y oscuridades, embalsaman nuestros rancios referentes, para poner encima de la mesa las nuevas leyes del rock cultivadas en sus campos de algodón. Formados ampliamente en la vieja escuela bluesmen de los años 20 (Skip James, Blind Lemon Jefferson, Charlie Patton…) mantienen la sencillez y el colorido Naiff de aquella época en sus letras, pero con absoluta renovación y modernidad sonora inyectada de psychobilly. Pedregosa y árida (como Texas) ha sido su andadura a través del Lagarto Rock 2009, 3 grabaciones cortas, gira por EEUU en 2010, SXSW, Blues de Cazorla, Monkey Week o Primavera Sound; con el suficiente descaro y los conocimientos más avanzados para hacer que tú solito te pongas la camisa de fuerza. Defendiendo la autogestión como modelo de permanencia y forma de vida, firmaron en 2008 su primer 10” con Subterránea titulado ‘Guadalupe Plata’, en 2010 ‘Split’ (IAJ) a medias con el grupo Chin Yi por el Circuito Joven Andaluz, y en 2012 acaban de darnos en la cara con su ‘Walter Daniels & Guadalupe Plata’ (autoeditado). Su disco ‘Guadalupe Plata’ contiene trece disparos de pura adrenalina. En él psicoanalizamos la mano visible de Paco Loco, Maxi Ruiz (The Hollers) y Pablo Sánchez (producciones peligrosas), en las grabaciones y mezclas. Mike Mariconda ha sido el encargado de masterizar un trabajo que se publicó en formato digital con descarga gratuita, además de presumir con una edición extremadamente limitada en vinilo, preciosista y sugestiva con estampación en pan de plata y pop-up desplegable que completan un estímulo musicopático imparable. Angustia y estrés, narcosis y ofuscación, hipocondría y mucho sexo. 13 combinaciones bizarras de sonidos perezosos y arrastrados con algunos escupitajos de fuego y derrames de derrota. Siempre se les puede etiquetar al lado de The Boss Hog, The Denver Gentleman, 16 Horsepower, The Cramps, Mick Collins, Soledad Brothers o el mejor David Eugene Edward con su extravagante...

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