Andrés Calamaro vuelve a compartir sus canciones
May04

Andrés Calamaro vuelve a compartir sus canciones

· Andrés Calamaro sube a Soundcloud numerosas creaciones musicopáticas Andrés Calamaro, El Salmón, ha vuelto a tomar una de esas decisiones que lo engrandecen y distinguen de tanto supuesto artista que aprovecha a la primera de cambio para llorar y pedir a las autoridades que se protejan sus pretendidas creaciones culturales. De esta forma, y como hiciera anteriormente, a Calamaro, en uno de esos arrebatos creativos y comunales que caracterizan su compleja personalidad, se ha puesto como un loco (bendita locura) a subir a Soundcloud temas presentes en sus archivos. De momento, van unos noventa, y parece que el número irá en aumento. Prolijo como pocos, así como variado, fiel reflejo de su musicopatía galopante, en dicho archivo hay temas de distintas épocas. Muchos tienen el sello característico de ‘El Salmón‘, su atmósfera, amén de ser un tiempo en que se afanó en dar lugar a remixes enfermizos en los que la música electrónica se mezcla con alguna reflexión calamariana. Aunque no es la única, ya que en algún corte podemos encontrar hasta la de Silvio, El Quijote del rock en castellano. Por otra parte, habida cuenta del gusto por las versiones mostrado desde siempre por Calamaro, no podían faltar algunas de ellas. De esta forma, caen clásicos de The Beatles, The Rolling Stones, Bob Marley o Bob Dylan mezclados con temas más modernos como el ‘Maldito Duende‘ de Héroes del Silencio. Hay, asimismo, pruebas de sonido que van de la clásica jam session a la unión de temas del cancionero calamariano en chutes de puro rocanrol, como ocurre en la unión de ‘Para seguir’, ‘Voy a dormir’ y ‘Socio de la soledad’. O tomas originales de canciones como ‘Mi Bandera‘, que se muestra por vez primera en forma de vals y con variaciones en la letra. Finalmente, sin olvidarnos de los jugosos comentarios que El Salmón ha ido dejando en cada corte, no podemos dejar de mencionar las colaboraciones y duetos de los que podemos disfrutar en Soundcloud, en los que toman parte artistas como Diego El Cigala (impresionante versión en directo de ‘Inolvidablemente‘) o Convoy Larrosa, en la que Calamaro forma junto a Jorge Larrosa y Nikita Nipone. Apta para fieles y profanos, sin duda merece la pena la escucha de esta colección que puede ser una terapia individual o colectiva, mesurada o presta al desenfreno, aunque beneficiosa siempre para nuestra salud mental....

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Andrés Calamaro, el camino del Salmón (II)

· Sometemos a un completo análisis al rockero argentino De cualquier manera, para muchos lo verdaderamente importante llegaría después con la publicación del que probablemente sea el disco más relevante de su trayectoria. Hablamos de ‘Honestidad Brutal’, en el que nos encontramos a un Calamaro un tanto pasado de rosca (como él mismo dejaba claro con sus actos o declaraciones) pero tremendamente lúcido en sus composiciones, mayormente sobre desamor. Con el tiempo, y frente a las diversas interpretaciones de la crítica, muchas veces más pendientes de temas sentimentales que musicales, el argentino aclararía que el disco en absoluto estaba dedicado a su ex mujer, sino a un buen número de féminas. Por otra parte, es palpable la crudeza tanto en letras como en registros, lo que serviría de anticipo de lo que estaba por venir, así como el elevado número de temas (más de treinta) presentes en el doble LP. Con una banda en la que figuraban entre otros Niño Bruno y el tristemente desaparecido Guille Martín, Calamaro firmó temas inolvidables, sentidos y directos al mentón. Es el caso de ‘Paloma’, ‘No son horas’, ‘Son las nueve‘, ‘Clonazepán y circo’ o ‘Ansia en Plaza Francia’, auténticas perlas que se unieron a las más radiables ‘Te quiero igual’, ‘Cuando te conocí‘ o ‘La parte de adelante‘. Todas ellas portadoras de frases y sentencias que alguno debería tatuarse o autoprescribirse. Y lo que vendría después fue ni más ni menos que ‘El Salmón’, toda una aventura suicida y epidémica condensada en cinco discos que recogen el resultado de meses y meses de grabación y vivencia al límite, dedicada exclusivamente a eso, al parto de canciones como estilo de vida. La crudeza, o rudeza, antes mencionada sube de nivel con las tomas registradas con el cuatro pistas que usaba entonces Calamaro. Harto de fumar, para hacer algo así como partir de un registro vocal sin matiz alguno, y en ocasiones haciéndose cargo de todos los instrumentos. Rodeado de colaboradores de lujo y con una producción al uso en otros temas, desvariando o dando lugar a himnos como el que da nombre al disco, ‘Lorena’, ‘Tuyo siempre‘ o ‘Días distintos‘. Y también, por supuesto, dando lugar a idas de olla infumables. Porque 103 canciones dan para eso y mucho más recién entrado el ‘efecto 2000’. Luego llegaría un periodo de retiro en todos los aspectos y un retorno cuatro años más tarde (no sin haber firmado antes junto a Niño Josele la memorable Ranchada de los paraguayos) de la mano de Javier Limón con El Cantante, otro disco imprescindible en el legado calamariano en el que, con estructuras y músicos provenientes del flamenco,...

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