Entrevista a Tomás de Perrate, "Primero de los loquitos"
El Musiquiátrico somete a interrogatorio al excepcional cantaor de Utrera Inmerso en un verano que lo llevará a distintos festivales y citas, y en proyectos variopintos dignos de una mente como la suya, el cantaor Tomás de Perrate se sometió al examen de los doctores de El Musiquiátrico. El resultado, la confirmación de algunos de los síntomas que en su día expusimos, y alguna que otra sorpresa. ¿Cómo ha ido la promoción de «Infundio»? ¿ Se han cumplido las expectativas? De un tiempo a esta parte, creo que el sentido de la promoción de un disco y del cumplimiento de las expectativas, ha cambiado mucho. Ahora con la edición de un disco, se busca promocionarse uno interiormente y aprender a conocerse mejor a través del reto que supone el hecho de crear algo nuevo de uno mismo, sabiendo “querer” a las personas que se ofrecen y colaboran humildemente, que en el caso de “Infundio”, han sido muchísimos corazones. En este sentido “sí”, se han cumplido las expectativas. En cuanto al infundio en sí, ¿cree que es tan importante ese surrealismo o locura propia del flamenco como la pena que está en su raiz? El infundio no es del flamenco. El infundio del que yo hablo, es el de diario, de los gitanos de mi tribu, que al igual que nuestro flamenco, se viven de forma intrínseca de un ser y estar en la vida… Surrealismo cotidiano. Dijo en una entrevista que “lo de la UNESCO sí que es un infundio”. ¿Es por el hecho de que vengan de fuera a valorar nuestro patrimonio, porque la UNESCO no sirve para nada, por una mezcla de ambos factores o por otros motivos? La verdad es que yo no tengo ni idea de para qué sirve la UNESCO. Lo que sí es verdad es que para que pudiesen valorar nuestro patrimonio, tendrían que venirse a vivir a Utrera…, O a Lebrija, y tomarle el pulso a pueblos que van viviendo su desarrollo y sus aconteceres flamencos, poquito a poco, y a los grandes aficionados que queriendo alumbrar a sus propias denominaciones de origen poniendo en ello su vida, no encuentran apoyo institucional, aunque cuenten con avales históricos. ¿Proceder de una familia de tanta importancia en el cante pesa a la hora de innovar? En absoluto, la innovación ha sido una constante en mis familias, desde mi abuelo Manuel Torre hasta mi sobrino Dorantes. Creo que mis padres verían raro que yo fuese un personaje al uso. Tras “Perraterías” e “Infundio”, ¿ha quedado claro que se puede ser didáctico en el flamenco aún empleando bajo y batería? Después de hacerlo, me di cuenta de...