París Combo, delirios atemporales del Cabaret
Ago17

París Combo, delirios atemporales del Cabaret

París Combo, el quinteto intercontinental de largo recorrido (en grupo y por separado) anuncia su regreso para este año 2012 con gira y nuevo disco. Estos antiguos miembros de la resistencia musicopática francesa (que no hacen más que alentar las retrovisiones infecciosas de la esencia, la cultura, el arte, las escenas, los aromas y la música del mejor París nostálgico pero trepidante, romántico pero bastante loco de los años previos a la segunda guerra mundial), tras poner en práctica sus arriesgados proyectos en paralelo, vuelven al dispensario del “París Combo” como lo que han sido desde 1995: doctores en mezcolanzas inherentes al origen y la procedencia cultural y geográfica de cada uno de sus miembros, terapeutas sonoros desde el Jazz y la World Music al extranjero musicario, embaucadores de visiones circenses con espectáculos de calle para engañar a tus sentidos haciéndote creer en los cabarets y el disloque del blanco y negro. Todos los continentes y todas las propuestas integradas con soltura en un mismo combo frenopático de sabia escuela y tremendos shows. Habrá que tener precauciones musiquiátricas en la búsqueda de tratamiento para que la elegancia mestiza no ocasione demasiadas bajas. Hace ya casi dieciocho mayos franceses que cinco soñadores, a la vez que perros de circo global ya experimentados, sumaron personalidades musicales y conjuraron pócimas de ultramar para concebir un proyecto de orquesta a la antigua usanza; de las de Swing, Jazz, Foxtrot y otras vilipendiosas reacciones epidérmicas que te obligan a bailar junto al altavoz, o mejor dicho, junto al combo de locos músicos que en formato de tres o más pases te contagian la euforia colectiva del escenario, la energía y la danza vesánica de las salas y locales nocturnos más genuinos, noche tras noche. Para ello, no hubo jamás condición previa de formar parte de estos ambientes ni tocar cacharrería propia de aquellas bandas. Cada cual venía de donde venía y tocaba lo que le apetecía o sabía. Así Belle du Berry se adueñó del micro para poner voz a semejante espectáculo patológico de ferviente sonoridad, además de prescribir acordeón de prisas y alegrías para ser sobre todo la cara simpática y atrevida de la formación. Es curioso saber que en sus inicios, se soltó musicalmente en bandas Punk-Rock. Potzi hizo acopio de las guitarras y look reinhardt siendo un iluminado musicópata de origen argelino y orate licenciado en músicas árabes y acordes gitanos. Jean-Francois Jeannin agarró desde pequeño unos palos y no tuvo jamás intenciones de soltarlos, haciendo tiempo atrás buenas recetas funkarras y de música electrónica. El pianista australiano David Lewis era conocido ya en la música sudafricana y claro, como no...

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