SPK: el enfermero y el paciente. La enfermedad y la muerte
Oct30

SPK: el enfermero y el paciente. La enfermedad y la muerte

El origen de la banda, siendo como es el más rabiosamente original de cuántos se conozcan, no podría resultarnos más jugoso: hacia 1978, en un hospital psiquiátrico de Sidney, el enfermero Graeme Revell (aka Operator, Olivion o EMS AKS) y el paciente Neil Hill (aka Ne/H/il) empezaron a componer las primeras canciones como parte de un experimento homeopático a través de la música. Ingredientes punitivos de la locura, enfermero y paciente toman el punk rock menos clásico que solapan, casi siempre, con densas capas de sintetizadores y otras grabaciones variopintas. Desde un principio, las espantosas y precarias imágenes de operaciones y deterioro corporal se convirtieron en la inmejorable guinda a la batidora sonora en la que los SPK mezclaron sabiamente, imbuidos de un profundo ramalazo experimental, multitud de inframusicales texturas: fundamentalmente, el avant-garde, el hard EBM, el batcave y el synthpop. Esto es, el más puro noise. Aunque siempre jugaron al despiste con su nombre e hicieron pensar frecuentemente que éste podía significar o bien Surgical Penis Klinik o bien Selective Pornography Kontrol o bien Special Programming Korps, parece ser que los SPK adoptaron estas tres letras por influencia directa del Colectivo Socialista de Pacientes (acrónimo SPK en la lengua de Von Bismarck), una organización izquierdista de médicos, enfermeros, alumnos y  pacientes psiquiátricos de la Policlínica de la Universidad de Heidelberg. Tal colectivo, fundado por Wolfgang Huber y activo entre 1970 y 1971, mezcló marxismo y antipsiquiatría y combatió a la medicina endiosada y a los médicos conformistas (arribistas de la enfermedad, los llamarán) como enemigos de clase, poniendo el dedo en la llaga sobre la Realidad, la Verdad y la Legalidad Psíquica impuestas por la burguesía. Identificando en el capitalismo la causa primera y última de las enfermedades físicas y mentales, declararán: El sistema nos ha enfermado. Vamos a dar el golpe de muerte al sistema enfermo. Así las cosas, el acrónimo SPK resultaba perfecto como nombre para los planes musicales del enfermero Revell y del paciente Hill. La idea estaba clara: usar la enfermedad capitalista por excelencia como arma contra la sociedad capitalista misma. Devolvérsela. En directo, el grupo devenía en catarsis, en colectivo electro shock, en gerusía residual, infumable por momentos pero generalmente imbatible; una mixtura de sintetizadores y taladros y botellas y cadenas y motosierras y rotaflexs que sueltan chispas y tubos de hierro que golpean, al caer, contra más tubos de hierros. Sobre esa base atronadora, Hill suele cantar, musicalizándolos o no, extractos de textos de otros míticos de la ilegalidad psíquica: Genet y Foucault, fundamentalmente. También habla profusamente de la III Guerra Mundial. Su primer larga duración (Information overload Unit, 1981), grabado -literalmente-...

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Javier Corcobado: "agrios besos enfermos de amor" desde su celda acolchada
Jun27

Javier Corcobado: "agrios besos enfermos de amor" desde su celda acolchada

Mediados los ochenta el sujeto Javier Corcobado fue localizado formando parte de grupos post punk altamente arriesgados como 429 Engaños, con el cual alumbra una maqueta realmente precaria, o Mar Otra Vez, formación que bebía claramente de bandas kraut rock como SPK o Einsturzerde Naubatuen y con la cual Corcobado grabó sus primeros LP’s (incluido un split face to face con Aviador Dro), discos que a la larga han devenido en material de culto para freaks en España y en gran parte de América (y muy especialmente en México, donde Corcobado es bastante conocido). Con los posteriores Demonios tus ojos, el duque del ruido negro se abre a la no wave neoyorquina de James White y de Lydia Lunch, por lo que se música se caotiza más si cabe. Demonios Tus Ojos duró poco, pero tuvo tiempo de telonear a Sonic Youth. «Agrio Beso» (1989) supone su primer disco en solitario, un larga duración marcado por la total experimentación y un acabado spoken word común a todos los temas. Ese mismo año edita «Chatarra de sangre y cielo«, un primer poemario que servirá para dar nombre a su siguiente proyecto musical, Corcobado & Chatarreros de Sangre y Cielo, nueva formación a lo Bad Seeds bajo la que editará tres discos hasta 1995. El Lp «Tormenta de Tormento», lanzado en 1991, alcanzó bastante popularidad entre el público especializado, y Corcobado y sus Chatarreros se convirtieron en abanderados de esa hornada de grupos que, mediados los noventa, mezclaron a partes iguales noise y literatura (véase Vírgenes Adolescentes o 713avo Amor). Corcobado deviene por entonces en un auténtico Nick Cave hispánico, un incunable en sí mismo y por sí, un músico (¡un músico al fin!) que no necesita de estrellatos y ventas a tutiplén para haber hecho y hacer lo que le sale de los huevos. Es calvo, no canta especialmente bien y su música resulta cargante por momentos. Tú y yo sabemos que nunca estará en el Viñarock, ni siquiera el primer día de festival y a las tres de la tarde. Ni falta que le (nos) hace. Corcobado no ha parado de editar muchos y variados discos, singles, splits y recopilatorios, abriendo cada vez más -y con más aciertos que derrotas- su espectro musical.  Las publicaciones «Boleros enfermos de amor I y II» (1993 y 1996, respectivamente), «Parole» (1995, donde se atreve a versionar al mismo Rafael) o «Corcobator» (1999) son ya parte integrante del legado musical español (o del estado español, para los escrupulosos). El split con los vascos Hermana Mary titulado «Banco Amor», y en el que la voz aguardentosa de Javier se mezcla con la muy cristalina...

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