GG Allin, musicópatas de alto rango | Celdas acolchadas de máxima seguridad

· GG Allin …y «Dios sintió vergüenza ajena» Tal vez no haya existido, ni existirá, un musicópata de mayor rango que GG Allin. En sus directos, amén de los consabidos escupitajos a propios y extraños, GG elevó a categoría de hito la defecación y el jugueteo con excrementos variados, la automutilación, la profanación onanista de la Biblia y otras lindezas más o menos aberrantes. Sin duda, lo «mejor» que te podía ocurrir si ibas a ver a GG es que te llevaras una hostia en tu boquita demócrata. J. W. Gacy, mitológico asesino en serie de los USA, dijo de él: «Es un artista con un mensaje para una sociedad enferma. Él nos hace ver lo que realmente somos. No se equivoquen con él, detrás de lo que hace hay un cerebro.» GG Allin fue bautizado por su fanático padre como Jesus Christ Allin, y esto tal vez explique gran parte -o todo- de lo que después fue su azarosa vida. Militó en multitud de grupos, todos ellos underground en extremo, tales como The Cedar Street Sluts, The Scumfucs, The Texas Nazis, The Jabbers, Bulge, The AIDS Brigade, The Holymen o Antiseen; y sus letras, provocativas en extremo incluso dentro de los círculos más alternativos, trataban con frecuencia temas misóginos y racistas. Esto le hizo permanecer -aún más, se entiende- en las cloacas del rock. Su música, si eres de esos que se escuchan un disco de Rhapsody o de Sting y se quedan tan panchos, te va a sonar como una hormigonera recalentada a las tres de las tarde. A finales de 1989, GG Allin fue arrestado y acusado de violación y tortura de una chica en Míchigan. Fue durante este período en prisión cuando escribió y publicó «El Manifiesto de GG Allin». Tras su salida de prisión, Allin violó la libertad condicional para iniciar una nueva y desastrosa gira, material que llegó al documental «Hated: GG Allin & the Murder Junkies». Su último show fue en una estación de gasolina vacía. Durante la segunda canción las autoridades cortaron la luz, por lo que GG procedió a dañar el local y anduvo desnudo por la calle parando buses y automóviles, reventando comercios y pateando a todos los que le salían al paso. No tardó la señora muerte en visitar a don GG Allin. Aunque hubo un funeral a la manera irlandesa, la despedida punk se nos presenta mucho más jugosa: el hinchado y pálido cuerpo de Allin fue vestido con su tradicional chaqueta de cuero y se colocó una botella de Jim Beam a su lado, tal y como él mismo había dejado testamentado en la canción «When...

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