PUTO PUNK: The Screamers
Jun21

PUTO PUNK: The Screamers

Hoy, en el arrumbiado cajón musicópata, THE SCREAMERS, los auténticos reyes del art punk  y el synth punk. http://www.musiquiatrico.com/wp-content/uploads/2014/06/The-Screamers-122-Hours-Of-Fear-Part-2.mp3 Foto: suicidewatch.tumblr.com...

Leer más
Puto Punk Vol.2
Jun09

Puto Punk Vol.2

Y aquí SLAUGHTER & THE DOGS (algo así como Carnicería & los Perros), seminal banda inglesa de punk (y un poquito de rock and roll, pero poquito) que daba tralla por aquellos mitificados -sin razón- años setenta… But a bottle in your face!!...

Leer más
Puto Punk Vol.1
Jun09

Puto Punk Vol.1

Hoy llegan, vertidos directamente al sucio cajón musicópata, los enfermizos SUDOR, joven trío toledano de puro raka raka....

Leer más
AEROBITCH | Las putas voladoras andan sueltas
Nov13

AEROBITCH | Las putas voladoras andan sueltas

Hubo un momento, en los primeros noventa, en los que las sacralizadas corrientes musicales ochenteras  perdieron pie. Fueron los años en los que el grunge, catapultado al epicentro del mainstream por el suicidio de Kurt, pegaba fuerte. El naciente indietambién tenía sus cuotas  aseguradas en los 40 Criminales y demás. Pero menos mal que no todos se dejaban embaucar por el rock más edulcorado y edulcorante. En 1994 surgió a la luz -al claroscuro, mejor- la banda Aerobitch, una formación madrileña que ya con su propio nombre parecía reírse de todo lo que en la época podían representar Aerosmith (y no sólo ellos; por la misma época, Axl, Slash y compañía rompían bragas pubescentes desde el Líbano a Managua).Las influencias de Aerobitch estuvieron claras desde el principio e iban desde los Motörhead (muy recomendable resulta su versión del Orgasmatron) a los Heartbreakers de Juanito Truenos, pasando por los Dwarves o los Cyrcle Jerks, los Poison Idea y hasta los AC/DC. En su página web el epígrafe que, a modo de epítome, aparece bajo el logo de la banda no puede ser más explícito: Killin’ in the name of rock & roll since 1996. Mucho han tardado en abrevar al Musiquiátrico. Aerobitch debutó en 1996 con C’mon Cope make my day, grabación que fue reeditada tres años después en formato LP 10”. Sin embargo, el punto álgido de la banda llegaría para muchos con el largo Time to Start Kickin’ ass, lanzado en 1998. Canciones como Hey Jimmy, Heil Satan o Queen of rock and roll suponen un hito en el punk ibérico de los noventa, que -todo sea dicho- no conocía sus mejores momentos. No sólo de Extremoduro vivía el hombre. Desde sus inicios, el grupo grabó variados splits con otras bandas más o menos del rollo: así, entre 1996 y 1999, los Aerobitch participaron en 5 discos compartidos con, entre otros, los californianos Loudmouhs, Fast Food o Frogger, banda ésta última con la que los Aerobitch compartían miembros y del que ambas bandas prefieren olvidarse. El más recomendable, para los sempiternos hambrientos del raca raca, resulta el split que Aerobitch compartió con Puñetazo (elocuentemene llamado 13 steps to hell).  A mitad de camino entre el punk más spitoso y el hardcore más primitivo, los Aerobitch empezaban a ser bastante conocidos en los circuitos under, llegando incluso a marcarse alguna que otra gira europea. El año 2000 fue especialmente fructífero para las perras voladoras: su fiel discográfica Punch editó el largo Steamrolling y la discográfica People like you lanzó, en formato Lp 10”, el An urge to play loud, en el que ya se veía -se oía- a una...

Leer más
SPK: el enfermero y el paciente. La enfermedad y la muerte
Oct30

SPK: el enfermero y el paciente. La enfermedad y la muerte

El origen de la banda, siendo como es el más rabiosamente original de cuántos se conozcan, no podría resultarnos más jugoso: hacia 1978, en un hospital psiquiátrico de Sidney, el enfermero Graeme Revell (aka Operator, Olivion o EMS AKS) y el paciente Neil Hill (aka Ne/H/il) empezaron a componer las primeras canciones como parte de un experimento homeopático a través de la música. Ingredientes punitivos de la locura, enfermero y paciente toman el punk rock menos clásico que solapan, casi siempre, con densas capas de sintetizadores y otras grabaciones variopintas. Desde un principio, las espantosas y precarias imágenes de operaciones y deterioro corporal se convirtieron en la inmejorable guinda a la batidora sonora en la que los SPK mezclaron sabiamente, imbuidos de un profundo ramalazo experimental, multitud de inframusicales texturas: fundamentalmente, el avant-garde, el hard EBM, el batcave y el synthpop. Esto es, el más puro noise. Aunque siempre jugaron al despiste con su nombre e hicieron pensar frecuentemente que éste podía significar o bien Surgical Penis Klinik o bien Selective Pornography Kontrol o bien Special Programming Korps, parece ser que los SPK adoptaron estas tres letras por influencia directa del Colectivo Socialista de Pacientes (acrónimo SPK en la lengua de Von Bismarck), una organización izquierdista de médicos, enfermeros, alumnos y  pacientes psiquiátricos de la Policlínica de la Universidad de Heidelberg. Tal colectivo, fundado por Wolfgang Huber y activo entre 1970 y 1971, mezcló marxismo y antipsiquiatría y combatió a la medicina endiosada y a los médicos conformistas (arribistas de la enfermedad, los llamarán) como enemigos de clase, poniendo el dedo en la llaga sobre la Realidad, la Verdad y la Legalidad Psíquica impuestas por la burguesía. Identificando en el capitalismo la causa primera y última de las enfermedades físicas y mentales, declararán: El sistema nos ha enfermado. Vamos a dar el golpe de muerte al sistema enfermo. Así las cosas, el acrónimo SPK resultaba perfecto como nombre para los planes musicales del enfermero Revell y del paciente Hill. La idea estaba clara: usar la enfermedad capitalista por excelencia como arma contra la sociedad capitalista misma. Devolvérsela. En directo, el grupo devenía en catarsis, en colectivo electro shock, en gerusía residual, infumable por momentos pero generalmente imbatible; una mixtura de sintetizadores y taladros y botellas y cadenas y motosierras y rotaflexs que sueltan chispas y tubos de hierro que golpean, al caer, contra más tubos de hierros. Sobre esa base atronadora, Hill suele cantar, musicalizándolos o no, extractos de textos de otros míticos de la ilegalidad psíquica: Genet y Foucault, fundamentalmente. También habla profusamente de la III Guerra Mundial. Su primer larga duración (Information overload Unit, 1981), grabado -literalmente-...

Leer más
-
-
Ir a la barra de herramientas