Anarco Punk inglés | Zounds: Los locos son ellos
Oct08

Anarco Punk inglés | Zounds: Los locos son ellos

Zounds, junto a The Mob y CRASS, fueron los más dignos representantes de eso que en Inglaterra y sus colonias se llamó anarco punk², aunque también, y en función del juramento hipocrático, hemos de apuntar en este informe que hubo otras bandas situadas a la izquierda de los Zounds, como The Apostles o Living Legends. Sea como fuere, el caso es que los estragos de la realpolitik capitalista desarrollada por la iron maiden Margarita Tatcher arreciaban sobre los hijos de la Gran Bretaña mientras sus muchachotes mantenían intacta la Commonwealth, y de paso morían como ratas, en unos peñascos llamados Malvinas. En este contexto (contexto de mierda) surgen los Zounds. Los Zounds fueron asociados desde su inicio, allá por los primeros 80, a diferentes grupos de acción más o menos situacionista-anarquista-punks como la Angry Brigade. Los Zounds eran buenos, muy buenos incluso, pero estaban en guerra contra la realidad dada y eso les condenó al inevitable pero santo ostracismo: repudiaban tanto de los dinosaurios rock star de los sesenta y los setenta como del punk comercial (y no por comercial mejor ni peor) representado fundamentalmente por los  Sex “Pastels” y los Clash. A este respecto, los Zounds parecieron asumir las palabras de la organización ultraizquierdista Class War en 1985: “Dylan se hizo rico con las miserias y las frustraciones de los jóvenes de clase media de los sesenta; MacLaren y el punk se hicieron ricos con las miserias y frustraciones de la juventud obrera”. Está claro que los Zounds sabían cuáles eran las reglas de este ahistórico deporte: acoso y derribo (por todos los medios posibles, que decía Mao) de la burguesía capitalista. Los diferentes temas del grupo fueron tempranamente editados de forma miscelánea en The Curse of Zounds, y en él se tratan, seria y líricamente, cuestiones como el antimilitarimo (War) o el escape no evasivo a la dictadura del Poder (Desmityfication). También encontramos las clásicas críticas a la new age (Don´t cheat karma). Asombran medios tiempos de sonido sampler ochentero como Dancing. Al igual que tantas y tantas bandas punks de la época, los Zounds no grabaron nada más y acabaron disolviéndose. Sin embargo, en 2005 editaron un single con tres temas que solamente escucharon cuatro frikis enfermos y que ya anunciaba lo que tardaría seis interminables años en llegarnos: en 2011, cuando ya nadie daba un duro por ellos, grabaron The redemption of Zounds, un auténtico discazo lleno de temas redondos (Supermarche, Another roadside atracttion, What made a man a man today…) que no podemos hacer otra cosa que recomendar encarecidamente. A la larga debería hacer (anti)escuela dentro del punk universal. Si corrieran otros tiempos, claro....

Leer más
Poly Styrene y los X Ray Spex: Fuck Off Dr. Menguele!!
Sep18

Poly Styrene y los X Ray Spex: Fuck Off Dr. Menguele!!

Poly Styrene, nacida oficialmente Marianne Elliott-Said e hija de una burócrata escocesa y de un aristócrata somalí, ya confesó en su día que había decidido formar la banda de punk rock X Ray Spex después de ver en directo a los Sex Pistols en 1976. Para ello, copió eficientemente ciertas retóricas que ya a inicios de los setenta introdujera Patty Smith dentro del microcosmos punk, y muy pronto se convirtió -junto a la propia Smith, el combo Au Pairs o las posteriores The Slits– en una de las máximas representantes del Riot girrrls, movimiento que después, en los 90, pondrían casi de moda Texas Terri, L7 y hasta Le Tigre y que hoy, en pleno 2012, conoce un cierto revival (mediático, al menos) a través de la polémica acontecida con el grupo ruso Pussy Riot, que la lió hace poco en una catedral ortodoxa, como ya informamos en el Musiquiátrico y del que los señores doctores Jabato & Trans preparan un próximo y concienzudo informe. Algún periodistilla sabiondo definió por entonces a Poly como «archetype for the modern-day feminist punk«. Llevase o no razón, la verdad es que Poly se vestía como le salía del coño y aparecía mostrando sus braquets en la boca. Además, hacía sin remilgos una ostentación de su feminidad abierta y de su raza mezclada (y consecuentemente mejor), mandando así a tomar por culo las repugnantes utopías eugenésicas de don Joseph Menguele -lo de don es un decir-. De paso, Poly también mandó a tomar por culo el prototipo del rock & roll girl más o menos comercial y más o menos manido. Poly se convertía así en una de las personalidades más interesantes de la historia del rock, habite tal personalidad dentro del cuerpo de un hombre o de una mujer. Tras una visión pseudomística en 1978 y una asustada llamada de su madre al hospital más cercano, Poly Styrene fue diagnosticada como esquizofrénica e imposibilitada para cualquier trabajo normal. Poco después, un nuevo examen médico sentenciaba a Poly Styrene: transtorno bipolar. Ella, sin embargo, no abandonó la música: en 1980 editó el LP Translucence, en el que abandonaba casi todo el toque aguerrido de los X Ray y lo canjeaba por cadencias más jazzísticas. En su día, el disco pasó bastante desapercibido pero hoy, sin embargo, cuenta con cierta reputación entre peña que escucha Everything but the girl y cosas así. En 1983, en busca de la trascendentalidad que siempre quedó vedada al punk, Poly Styrene recaló en el movimiento Hare Krishna y hasta 1988 vivíó en la célebre comuna londinense Hertforshire que, durante gran parte de los ochenta, se convirtió casi en...

Leer más
Totälickers, D-Beat y adrenalina como "poder absoluto"
Ago20

Totälickers, D-Beat y adrenalina como "poder absoluto"

Entraron en nuestra consulta, revolucionando el entorno con sus gritos, con las camisas de fuerza bien atadas impidiendo su hiperaceleración. El diagnóstico estaba cantado -o berreado, en este caso-: hiperactividad musical, tanto de velocidad en el tempo empleado, como por los índices de productividad que manejan. Todos y cada uno de los sujetos que integran Totälickers participa simultáneamente en otros proyectos musicales, volcando en todos ellos una energía imparable; Dani afirma que “por suerte para nuestra salud mental nunca están todas las bandas al 100% de actividad”. Con el objetivo de acotar mejor sus patologías enumeraremos dichos grupos, aún a riesgo de que la lista sea incompleta y extensa: Eskupe, Violent Headache, Holocaust in your head, Infame, Almax, Instinto, Arrest, Piece of Shit, e -incluso- Emergencia (más humilde, sólo destinada a tocar con grupos que vienen de gira entre semana). Por el momento no hemos establecido tratamiento alguno porque nos conviene que continúen produciendo ruido a cascoporro. Totälickers son un quinteto dedicado a ofrecer contundentes descargas d-beat, un ruido que está más allá del hardcore punk: véase, apisonadora de ruido, muralla sónica en la potencia habitual del electroshock. Desde mediados de la primera década del siglo XXI, se resarcen gritando sobre todo lo que ocurre a su alrededor, especialmente si algo les repugna, actuando sin miramientos incluso  cuando hay que atacar su propia escena. Observamos también que han adquirido patrones de conducta musical procedentes de las fuentes inspiradoras nórdicas y niponas, mayoritariamente; aunque también atribuyen cierta culpabilidad al punk inglés entre los años 85-89, así como al más decente punk ibérico (a su criterio RIP, HHH, MG15, Eskorbuto y TDK, entre otros). Su hábitat es la escena más anticomercial. ¿Son un grupo político? Todo lo que hacemos en nuestras vidas es político y, en este caso, ellos dejan claras sus ideas. La evidencia salta a la vista, ni cantan a emborracharse, ni lo hacen en favor de otras banalidades recurrentes. Para el común de los mortales, su intitulado primogénito Lp parido en 2006, constituye una bofetada de ruido; pero, según sus declaraciones, era demasiado “pachanguilla” de medios tiempos, demasiado tocante todavía con el sonido ibérico más prototípico. Evolucionaron en un ruidismo simpatizante con otras islas y penínsulas, establecido en el estilo unitariamente acelerado que caracterizaría su segundo lp «El poder absoluto aniquila la vida» (2010); a mayor velocidad, mayor simplificación del tema, ergo resultados más crudos. Completando su patrón patológico, manifiesto en su alto grado de actividad diaria, editan varias grabaciones, a menudo en colaboración con otras bandas. En 2007 publicaron dos Eps en colaboración con Violent headache y Holocaust in your head, dos formaciones que comparten componentes con...

Leer más
Wanted Ramoncín: el músico que "robó" su propio disco
Ago14

Wanted Ramoncín: el músico que "robó" su propio disco

Esta historia empieza con el anuncio que, en 1976, un joven rockero vallecano escribió en Disco Express: Se busca cantante para grupo en Vallecas. No importa que sea muy bueno pero que se lo monte bien en el escenario. Ese joven era Jerónimo Ramiro, Jero, llamado algún tiempo después a hacer historia en el rock español de los últimos treinta o cuarenta años. Otro joven respondió al anuncio, hizo la prueba (en la que interpretó el «Jumpin´ Jack Flash» de los Rolling como si a Jagger le hubieran dado por el culo una contundente descarga eléctrica) y se quedó como cantante. Era José Ramón. Ramoncín para los amigos. El grupo se hará llamar W.C.? (sí, con esa críptica interrogación al final) y los chavales -Jero tiene dieciséis, Ramón alguno más- empiezan a darle duro en aquel improbable local de ensayo vallecano y setentero. El nuevo parece integrarse bien y tiene lo que Jero busca: pocas tablas pero mucho desparpajo nervioso encima de ellas. Los temas van saliendo uno a uno. «Cómete una paraguaya», «Rock and roll duduá», «Noche de cinco horas», «El loco de la calle larga»… Temazos todos. Sin embargo, la cosa toma un rumbo diferente -y funesto- en algún momento de la historia: la influencia que Ramoncín empieza a ejercer sobre la banda hace que algunos miembros salgan escopeteados de allí. En algún otro momento funesto, Ramoncín introduce en el grupo al guitarrista argentino Carlos Michellini, del que se dice por ahí que había tocado en la banda Vox Dei. Los WC? empiezan a hacerse relativamente conocidos y, al poco tiempo, el tal Michelini y Ramoncín se largarán a Barcelona para firmar con Emi Odeón lo que sería la edición de su primer LP. Mientras, inocentes ellos, el resto de la formación queda en Madrid, ensayando los temas a grabar. Sin embargo la puñalada trapera estaba ya en marcha y daba igual que el resto de W.C.? ensayase hasta el final de los tiempos si querían: Carlos Michelini y Ramoncín jamás volverían a ver a sus antiguos correligionarios, pues el disco fue rápidamente grabado in-situ, en la propia Barcelona y con músicos de sesión. Cuando el Lp fue llevado a las tiendas, Jero pudo comprobar que su nombre, como co-autor de todos y cada uno de los temas, no aparecía por ningún lado. En su lugar aparecía el resplandendeciente nombre de Michelini. Estaba claro: era mejor llamarse Carlos Michelini que Jerónimo Ramiro… Ramoncín, él, el hombre que vino a enseñarnos la asignatura Arte, Moralidad y Negocio, el hombre que nos daría la tabarra años después con la SGAE castradora, había robado su primer disco. Cojonudo. Apoteósico. Repugnante....

Leer más

Nick Cave o Nico Cueva: la última esperanza del rock blanco

Recientemente ingresado en los acolchados habitáculos del Musiquiátrico, bajo máxima seguridad – Síntomas: Escribe cosas, novelas y todo. Llora mucho. – Posible diagnóstico: esquizo-afectivo. – Indicaciones: sacarlo a que le dé un poquito el sol. Aunque Nick Cave ya se había labrado un cierto renombre dentro del under australiano en los postreros setenta, no es hasta 1980 cuando viaja a Alemania Federal e -impregnándose del batcave y el punk oscuro que tan fuerte pegaban en aquellos maravillosos años-, forma The Birthday Party, un atronador y pegajoso -arrítmico por momentos y sumamente imbailable– combo de post punk ruido-expresionista que mamaba del Bowie más desaforado pero sobre todo de la banda post-dadaísta Pere Ubu. Lo bueno no duró mucho. The Birthday Party se disuelven en 1984 por una cuestión novedosa (ja!) dentro del mundo del rock & roll: problemas con las drogas. Con las duras, se entiende.   Mientras vivía en Berlín Oeste, Cave empieza a darle a la literatura y publica su obra debut, «King Ink», 1988, una colección de canciones y breves obras teatrales que incorporaban unas muy jugosas colaboraciones con la célebre Lydia Lunch, pionera de la «no wave y enfant terrible» bastante conocida en aquellos tiempos. Al año siguiente publicó la novela «And the Ass Saw the Angel» (1989), obra que muestra una significativa intertextualidad con las letras que Cave escribió para las últimas canciones de The Birthday Party. Poco después de la caída del muro, y como si no soportara vivir en un Berlín o una Europa unificados y en paz, Cave abandona Berlín y se las pira a Sao Paulo.   Tras la defunción de los Birthday, Cave se había enredado con The Bad Seeds, formación en la que permanecerá de titular indiscutible hasta bien entrado el siglo XXI. Si con los Birthday Cave desgarraba con la crudeza y el dolor, con la violencia fundamentalmente –por lo que de violador tiene tus sueños-, ahora, con los Seeds, Nick Cave aprende a desgarrarnos con su humilde amor y su tristeza humilde. Nick se hace más lírico si cabe, más narrativo de sus propias temas perfectos. Aunque en lo sucesivo vendrán muchos y muy buenos discos, los doctores de este Musiquiátrico recomendamos, en pos de una locura sostenible con nosotros mismos, los lp´s «The firstborn is dead» -el más completo-, «Let it love in» -el más célebre- y «Murder Ballads», un disco-concepto sobre asesinatos (no tan reales como literaturizados) en el que se encuentra la ya célebre balada «Where the will roses grown in», un dueto con Killy Minogue que supuso la ruptura definitiva entre Cave y los sectores más cañeros. La verdad es que la canción...

Leer más
-
-
Ir a la barra de herramientas