Filthy McNasty: El blues man que no tocó con Miles Davis
May30

Filthy McNasty: El blues man que no tocó con Miles Davis

A principios de los años 60, uno de los mayores locos de la música Jazz, el pianista Horace Silver, una de las figuras más notables del sello Blue Note, grabó el disco «Doin’ the Thing», cuyo primer tema se titulaba Filthy (Asqueroso) McNasty. En la versión de Horace Silver, no hay letra, sólo música Jazz y Funk a partes iguales, con un sonido insuperable en el piano. A pesar de no tener letra, la leyenda había nacido, y Filthy McNasty comenzaba a ser un nombre conocido en el ambiente de la música Jazz. La fama del sucio McNasty fue creciendo con los años, y poco a poco se fue conviertiendo en un mito, unos decían que tocaba con Charlie Parker, otros que lo hizo con Miles Davis, y otros decían de él que era un bluesman con el alma repleta de Funky. Allá por los años 90, Dee Dee Bridgewater publicó el álbum Love and Peace: A Tribute to Horace Silver , en el que aparecía el propio Horace en varios temas, y en el que por supuesto, también contaron con Filthy McNasty. En el año 98, la New York Ska-Jazz Ensemble, publica el álbum Get This!, en el que como muchos otros versionan este fantástico tema, aunque a su manera, un poco más rápido, a ritmo de Ska. Con éste, sigue vivo el espíritu de McNasty, que se adapta a las épocas y los estilos, y sigue tocando con unos y otros, allá por donde vaya. Filthy, el asqueroso McNasty sigue entre nosotros, y está aquí para quedarse, al menos en el corazón de los musicópatas....

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Un Pontiac Firebird y Fernando Pessoa
May16

Un Pontiac Firebird y Fernando Pessoa

The Legendary Marvin Pontiac – Greatest Hits    Si te desconcentras escuchándolo cierra el navegador, apaga el equipo, fúmate un pitillo en la ventana y tírate por ella. Marvin Pontiac, un nombre trueno, un tipo mágico, un adelantado a su tiempo de la mano de Marty McFly nacido en los años 30. Raptado a los dos años por su padre malí tras el ingreso de su madre en un hospicio y llevado al país africano hasta los 15 años, plagiado para el himno Nigeriano, censurado por “Soy un perro, apesto cuando me mojo” en el 52, musa indiscutible de Jackson Pollock y culpable de su suicidio, abducido por extraterrestres, fugado de un centro psiquiátrico y atropellado letalmente por un ómnibus. “En mis años de formación, no hubo influencia mayor que la que produjeron en mí las canciones de Marvin”, declaró Flea de los Chilli Peppers; “Pontiac es tan inconteniblemente adelantado a su época que sus canciones parecen compuestas ayer”, dijo David Bowie; “Todas las innovaciones posibles en la música están ahí”, dijo Beck; “Una Revelación, con mayúscula”, dijo Leonard Cohen; “Guaaah!”, dijo Iggy Pop; “Mi guardaespaldas no escucha otra cosa”, dijo Michael Stipe de R.E.M. Esta es la fugaz figura de Marvin, un personaje siempre movido, desenfocado. Nos llega poca información del envoltorio de este espécimen, es posible que le dé igual lo guapo que lo consideremos. Lo cierto es que bajo ese manto de piel incolora existe un tipo transparente y real. Proyecta en su música un tiempo cautivador, un bucle emocional de éxtasis catártico, una melodía que bien pueden acompañar una escapada, de esas para dejarlo todo atrás y nacer de nuevo, un instante que se alarga como un viaje de ácido en que sabes que a partir de aquí las cosas serán diferentes y todas tus pulsiones rechazan mirar atrás. Preferiblemente el viaje será en un Pontiac Firebird de los 70’, las vistas en la huida son pintorescas, es la puesta del sol y el naranja intenso, el paisaje que se torna es seco aunque no es el desierto común, más bien tira a sabana sudanesa. Una tipología de instantes que se suelen olvidar con demasiada facilidad, momentos lúcidos que caen en la farsa de los recuerdos por su magnitud poco cotidiana, por la patología de la normalidad y sus conservatorios castrantes, pero claro tanta palabreja suena a una gran mentira, y así es. Nada se sabe de cómo el sonido del disco es tan limpio sabiendo los medios de la época, tampoco cómo unos músicos con tanta diferencia generacional fueron capaces de abarcar el proyecto: John Medeski, Marc Ribot, Michael Blake, Art Baron, Tony Scherr, Jamie Scott...

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Nina Simone: Carácter
May13
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Robert Johnson | El Bluesman que firmó un pacto con el diablo
Ago08

Robert Johnson | El Bluesman que firmó un pacto con el diablo

Cuenta una leyenda, que a principios del siglo pasado en el lejano Mississippi, un guitarrista de Blues le vendió su alma al diablo a cambio de una extraordinaria técnica y ocho años para disfrutarla. Su nombre era Robert Johnson y ya hace tiempo que forma parte del Salón de la Fama del Musiquiátrico. Robert Leroy Johnson fue el nombre con el que según cuenta la leyenda, bautizaron a este Bluesman en 1911. Nieto de esclavos, la vida de Robert se frunció en la cuna del Blues, creciendo ambos casi al mismo tiempo. Mal estudiante, prefería pasar el tiempo en los clubes de la zona, aprendiendo desde muy pequeño de los guitarristas que tenía más cerca, como Willie Brown o Charlie Patton. Se casó en primeras nupcias con Virginia Travis, que falleció junto al hijo de ambos al dar a luz en 1930.  La leyenda cuenta que tras la muerte de su esposa, Robert se encontró al diablo en el cruce de la autopista 61 con la 49 en Clarksdale, vendiéndole su alma a cambio de poder tocar Blues mejor que cualquier otro. A partir de este momento comienza la meteórica carrera musical de Robert Johnson. Bordeando el Mississippi desde Minesotta hasta el norte de México, llegó en algunas ocasiones hasta Nueva York o Canadá. Sólo ocho años, desde 1930 a 1938, en la época de la gran depresión en Estados Unidos, le bastaron para crear una leyenda que hoy, casi un siglo después, sigue viva. En 1936, dos años antes de su muerte, Robert Johnson realizó las dos únicas sesiones de estudio de su vida, grabando 29 canciones en 42 tomas, el único legado de este Bluesman que ha llegado a nuestra época. Su fama se fue extendiendo como el polvo del desierto. Su pacto con el diablo era conocido por jóvenes y ancianos, y su técnica con la guitarra se creía insuperable en aquella época. El manejo del Slide (ese tubo metálico con el que se rasgan las cuerdas de la guitara) y su voz espectral se unieron a su talante reservado y sombrío para acrecentar la leyenda de su pacto con el diablo. La historia de Robert Johnson fue oscura hasta el mismo día de su muerte. Fallecido en Greenwood (Mississippi) en 1938, aún no están claras las razones de su defunción. La leyenda cuenta que fue envenenado con un vaso de Whisky por un marido disgustado, otros cuentan que murió de sífilis y otros de neumonía. Su muerte seguirá siendo un misterio ya que no se le practicó autopsia. La vida y la obra de Robert Johnson han inspirado a cientos de músicos de todas las...

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Kingston Blues
Ago02

Kingston Blues

Kingston Blues es una banda nacida en Cádiz, aunque con miembros de diferentes partes del mundo que van desde Martinica, Uruguay y España, que tras haberse conocido en la Escuela de Jazz de la Universidad de Cádiz, han decidido crear este proyecto debido a su pasión por la música e influenciados por multitud de estilos que van desde el Blues, Reggae, Jazz, Soul, Funk, Rithm & Blues, Rock, etc. La banda está compuesta por Ollie Lahely, cantante principal a la vez que realiza arreglos con percusiones menores, Alberto Vega, a la guitarra solista y rítmica, realiza también algunas líneas de bajo y pequeños arreglos a los teclados y armónica, Jose Gutiérrez, también a la guitarra solista y rítmica, líneas de bajo y arreglos con armónica, se encarga también de todo el diseño gráfico de la banda, página web, grabaciones, etc.; y Gonzalo Cabrera al frente de la batería y percusiones. Durante el año 2012 se han incorporado Fernando al saxofón y Verónica adornando las voces, contribuyendo a enriquecer el sonido de la banda aportándole sección de viento y coros. Se presenta Kingston Blues con «Sailin'», una primera maqueta de reciente publicación, compuesta de cinco temas propios, en cuyo proceso de elaboración han participado todos los componentes de la banda desde la creación de los temas y arreglos hasta la grabación, mezcla y masterización de los mismos, en dónde se pueden encontrar parte de las influencias musicales mencionadas anteriormente. Este pequeño trabajo pretendemos dedicárselo en agradecimiento a toda la gente que nos ha apoyado y que nos ha influenciado en lo musical y por supuesto en lo personal, y que nos anima a seguir adelante. Información enviada por: Kingston Blues | Envíanos tu...

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