Tinariwen | El Blues del Tuareg

Lo único que perdura en el desierto son los sonidos, que arrastrados por el viento, surcan las arenas sin rumbo posible. El desierto nos regala el silencio, Tinariwen lo rompe y nos regala el desierto. Tinariwen es Blues, el blues que enraíza en las yermas arenas del Sáhara, en la región de Mali. El blues que llamó a la resistencia y mantuvo la esperanza durante las revoluciones Tuaregs de los años 90. La música de Tinariwen es un Kalashnikov, el que más ha conseguido, y el que menos balas ha gastado. Si alguna música pudiese acompañar a un nómada en el desierto, esa sería el Blues. Forjado en el corazón de África, aunque descubierto en el nuevo mundo, el Blues siempe ha ido unido a ese sentimiento de melancólica rebeldía. La paz y la soledad del desierto hacen que todo vaya al ritmo de lo único que escuchas, tu corazón, que dicta mejor que ningún otro metrónomo, donde debe caer cada una de las notas de la pentatónica del desierto. La vida de los Tuaregs no es fácil, y el desierto es implacable incluso con los músicos, lo cual ha hecho que la formación de Tinariwen haya variado desde su creación en 1978. Ibrahim Ag Alhabib es el miembro más estable de Tinariwen junto a Alhousseini ag Abdoulahi. Ibrahim lideró la rebelión Tuareg de los años 90, donde aseguran que iba a luchar con el Kalashnikov en una mano y la guitarra colgada del hombro. Hoy, Ibrahim opina que la música llega más lejos que las balas, y gracias a eso, su música nos desvela la cruda situación social que están viviendo los Tuaregs, hombres que han vivido en paz con el desierto y con los hombres, y que se ven inmersos en distintas guerras entre países que a ellos no les incumbe, pero es a quién más afecta. Desde su descubrimiento al público más allá de las fronteras del Sáhara, en el Primer Festival del Desierto en 2003, (organizado para celebrar el acuerdo de paz entre las tribus Tuaregs y el gobierno de Mali), Tinariwen no ha dejado de expandirse por todo el mundo, como llevado por el Siroco hasta los confines de la tierra. Sin embargo, Tinariwen ya era famoso antes de ser conocido. En el Sáhara toda la música de los Tuaregs ha bebido de los versos de Tinariwen, y Tinariwen a su vez bebió de uno de los más grandes músicos de Mali, Alí «Farka» Touré, con el que coincidió en el Festival au Desert en 2003. Sin embargo, la fama no ha hecho mella en los miembros de Tinariwen, que siguen viviendo en el...

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Documental 'Black Music: de las Cadenas de Hierro a las Cadenas de Oro'

Los mas rigurosos musicópatas están de suerte esta semana, pues desde el Musiquiátrico les hemos recetado una buena dosis de historia musical en estado puro. Para aquellos que nunca se contentan con un poco, y quieren saberlo todo sobre los orígenes de la música actual, no pueden perderse este documental, que nos hace un recorrido por la historia de la música negra desde los espirituales negros durante la época de la esclavitud a finales del s. XIX. Estos intensos y simples ritmos a golpe de martillo, se van transformando hasta el blues o el jazz, el Rhythm & Blues o el rock, al mismo tiempo que la sociedad americana evoluciona y se adapta a convivir en igualdad. La segunda parte del documental relata cómo esa música, nacida de los esclavos africanos que llegaron a tierras americanas, ha seguido evolucionando hasta el Funk, el Rap, el R&B y el Pop de nuestros días. Los espirituales negros, el germen del posterior gospel, son las primeras grabaciones que se conservan de la música negra americana. Y son a su vez el campo de siembra de toda la música que irá germinando poco a poco, pero sin descanso, desde las áridas tierras de Nueva Orleans hasta el mismísimo asfalto de la Gran Manzana. Desde ese momento, la música sirvió como instrumento de lucha y de unión del pueblo negro, mientras que conmovía al público blanco sin que éstos llegaran a comprender realmente el mensaje oculto de estas canciones. Estos eran momentos de segregación racial en Estados Unidos, los linchamientos y las hogueras estaban a la orden del día, y voces como la de Billie Holiday en Strange Fruits (1939), suponían los mayores lemas que había escuchado la humanidad contra el racismo. Black Music – De las cadenas de Hierro a las cadenas de Oro. Parte 1: 1889 – 1970. Pero los tiempos cambian, y la música con él, y el jazz ligero, que apasionaba a los blancos, y el blues arrabalero que entusiasmaba a los negros, dieron paso a otros ritmos más pegadizos y bailables de la mano de personalidades como Little Richards, y más tarde, Elvis, que pusieron de moda el rock. Así fue pasando el tiempo, entre levantamientos y linchamientos, y se fue gestando poco a poco un movimiento que nació pacífico y que se fue volviendo cada vez más violento, incontrolable y reivindicativo, al igual que la música. James Brown lo expresó así en la iglesia del Funk y del Soul: SoulTrain, «Say it loud, I’m Black and I’m Proud» (Dilo alto, Soy Negro y estoy Orgulloso)   En la próxima edición de ‘Cine Dominguero’ continuaremos con la 2ª Parte...

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Escapada al fin del mundo: Festival du bout du Monde 2011 (Crozon, Francia)

Uno de los síntomas más claros de la musicopatía es la capacidad que consigue el individuo para buscar su dosis allá donde surja la oportunidad de encontrarla. Uno de los sitios que más fluidos musicópatas desprende el verano se encuentra en Crozon, una pequeña localidad en la Bretaña Francesa, precisamente en el fín del viejo mundo, el Finistère francés. El festival du bout du monde, no sólo es el festival del fin del mundo, también es el festival de la vuelta al mundo. Desde Brasil al Congo, desde Argentina a Estados Unidos, sin olvidar a Rumanía o Cuba, en sus tablas se darán cita cientos de nacionalidades y culturas de todos los rincones de nuestro planeta. Este es uno de esos festivales en los que no se puede hablar de un grupo cabeza de cartel, pues todos son de reconocido prestigio internacional, aunque sí que le han dado un gran protagonismo al grupo Franco-Americano «Moriarty», que hará doblete con carta blanca el viernes y el sábado. Para los que desconozcaís a Moriarty, sólo decir que fusionan la música irlandesa con el blues en tono acústico. Algo de Folk para atraparnos y dejarnos disfrutar del buen ambiente durante el fin de semana. Sin embargo, los musicópatas del Este estarán encantados de poder presenciar a los maestros de la música balcánica, algo así como «la vieja Trova Santiaguera de Rumanía» . Directamente de Zece Prăjini, un pueblo de 400 habitantes al oeste de Rumanía, vendrá Fanfare Ciocarlia a deleitarnos con la mejor música balcánica. Pero no queda ahí la cosa, desde Estados Unidos, desembarcará al lado de Normandía, Gogol Bordello, unos viejos conocidos del Musiquiátrico. 17 hippies, Oumou Sangaré, Afrocubism, o Muchachito Bombo Inferno completan el cartel de este pedazo de festival, especialmente diseñado para los musicópatas sin solución. Así que si aún no has decidido qué hacer en tus vacaciones, del 5 al 8 de agosto, la consulta del musiquiatra se traslada hasta el fín del mundo. Un buen sitio para musicoanalizarte....

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