El primer instrumento musical
May03

El primer instrumento musical

Quizás un fenómeno muy de moda en los últimos años, el Beatbox, que reúne cada vez más adeptos, atienda a algo mucho más auténtico que una expresión artística alucinante. La realidad es que fueron un puñado de Homo habilis, mediante los sonidos de sus vías aéreas y cajas torácicas, vocales y percusivos, los que en sí mismos representaran los primeros instrumentos, a base de pulmones, costillas, y nuevas sensaciones. Por supuesto, esto sería combinado con danza, golpes a troncos huecos, piedras y conchas, entre otros. Si nos vamos al sentido literal de “instrumento musical”, que diferencia cualquier artefacto con el que puedas emitir sonidos en ese momento de frenesí musicopático (la botella de anís recién vaciada), de un objeto que tiene en la música su razón de ser; los primeros instrumentos no fueron esos troncos huecos y los huesos del amigo que corría menos que el mamut, ni una evolución de instrumental percutivo, sino que curiosamente, fueron unas pequeñas flautas, aerófonos de filo, artilugios primitivos recuperados en excavaciones arqueológicas. Fabricados con huesos que ya superan los treinta mil años, se especula que la fuente de inspiración, una vez más, fuese la propia naturaleza, haciendo soplar el viento por las cañas de bambú y similares, y creando fenómenos sonoros para los que ya eran capaces de interpretar la belleza del sonido y la melodía. Aunque a la flauta, que ha evolucionado hasta nuestros días, no se le ha dado popularmente esa fama, sí que tenemos un representante muy actual que trasciende por los siglos: el cuerno, poderoso zumbido de la resonancia del hueso, inspiración de dibujantes para representar los primeros instrumentos musicales, el objeto más primitivo que haya llegado a la actualidad con diversos usos prácticos y artísticos. Imágenes: Homo Hábilis – Venus de...

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Banda 'Alamaailman Vasarat', fusión músical desde Finlandia
May27

Banda 'Alamaailman Vasarat', fusión músical desde Finlandia

Ansiolíticos importados de Finlandia para El Musiquiátrico Comúnmente se conoce como trastorno de pánico al término utilizado para denominar aquella enfermedad en la que el afectado sufre continuos ataques súbitos de terror sin estímulos externos que los desencadenen. Si sufres este síntoma, el profesor finlandés Alto Aaltamen recomienda una buena dosis de su droga favorita y completamente legal, un martillazo desde el infierno que trastorna tu cerebro atravesado por el arco de un celo: Alamaailman Vasarat. En Finlandia recomiendan a sus internos mantenerse alejados en todo momento del estímulo hipnótico e hiriente del saxo de Jarno Sarkula, provocador de espasmos incontrolables y de episodios sicóticos. Sin embargo, tras los últimos estudios realizados por Alto Aaltamen, en El Musiquiátrico hemos llegado a la conclusión de que una sobredosis de Vasarat puede producir una ampliación de los límites corporales y extrasensoriales a través del kebab-kosher-jazz-films-traffic-punk-music extraído de las raíces de la música balcánica y adulterado con toda la fuerza del nuevo jazz o avant-garde. «El Martillo del Inframundo», Alamaailman Vasarat desde el Purgatorio Por si hay algún despistado por ahí que no esté familiarizado con el finlandés, Alamaailman Vasarat se podría traducir como el Martillo del Inframundo, acertada metáfora para definir a esta disciplinada horda de criaturas infernales que exprimen los instrumentos de los dioses para amenizar las noches de los condenados en el Purgatorio. Al sentir por primera vez el Martillazo del Inframundo, un escalofrío recorre tu cuerpo, te sientes prisionero en un laberinto rítmico del que nunca podrás escapar, que parasita tu cerebro para dejarte sin aliento por un segundo para, al momento, volver a darte un instante de vida que, sin duda, emplearás en dar otra vuelta por el laberinto de Alamaailman Vasarat. La plantilla musiquiátrica de Alamaailman está compuesta por 6 músicos de 1º grado demencial: Erno Haukkala (trombón, tuba, trombón piccolo) Miikka Huttunen (piano, teclados, melódica) Tuukka Helminen (violonchelo) Santeri Saksala (batería, percusión) Marko Manninen (violonchelo) Jarno Sarkula (saxofón sopranino, soprano, contralto, tenor y bajo; clarinete, clarinete contrabajo) Como se puede comprobar en el prospecto, Alamaailman Vasarat no incluye guitarras, bajos o cualquier otro tipo de instrumentos eléctricos, por si mismos son capaces de gestar sonidos metaleros con el rasgueo de un celo. Sólo un cerebro enfermo puede gestar un engendro tan hermoso e inabarcable como Alamaailman Vasarat, y sólo una mente despierta será capaz de cruzar el espejo y descubrir el maravilloso e inhóspito mundo de Alamaailman Vasarat....

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