Troveros de Asieta | Son Cubano desde la Isla de la Palma
Ago30

Troveros de Asieta | Son Cubano desde la Isla de la Palma

Las conexiones entre España y La Habana son maravillosas, y para cerciorarse de eso, sólo hay que mirar hacia las Islas Canarias, donde descubrimos a uno de los grupos de música cubana más importantes de Europa Quizás sea por que tienen un clima similar, o por eso de vivir en una isla, o a lo mejor es por la cercanía con África y los ritmos africanos. O tal vez la culpa sea de la larga lista de inmigrantes que volaban de Canarias a la Habana y viceversa. Lo que es seguro es que en La Palma hay un grupo al que adoran hasta los propios cubanos, orgullo del que pueden jactarse sólo unos pocos. Ese grupo se llama Troveros de Asieta y lleva más de 20 años acercando la música cubana hasta España y el resto de Europa. A principios de la década de los noventa, Francis Concepción y Pedro Brito emprenden un viaje hacia las raices cubanas, en el que siguen inmersos, acercándose a Cuba cada día un poco más sin moverse de La Palma. Su primer disco recoge desde el nombre, las intenciones que dentro de él se recogen. «Tradicional» salió al mercado en 1994 cargado como su nombre ya dice de ritmos y sones de la Cuba antigua. La guajira, la guaracha o el bolero cubano son sólo algunos de los géneros que lucen en este disco. La primera formación de Troveros de Asieta estaba compuesta por Francis Concepción y Pedro Brito, acompañados por Fredi Concepción y Fernando García a la percusión y las voces; Manuel Ángel Lorenzo a los vientos y Carlos Perdomo con el Baby Bass. La formación fue variando con los años y unos salieron y otros entraron a excepción de Francis y Brito. El grupo, consolidado 20 años después, celebró sus bodas de porcelana con los siguientes componentes: Fran Martín “Ciani” acompañando a la voz y encargado de la percusión menor; José Humberto Martín y Julian Díaz a los vientos; Carlos Perdomo con el baby bass y el contrabajo; Julio González y Roberto González percutiendo a ritmo caribeño y Quique Pérez al piano. «Tradicional» sólo fue la primera estación de un largo viaje. Poco más tarde, en 1997, llegó «Vamos a hacerlo bueno«, que significó el asentamiento de los canarios en la cultura popular cubana. Un disco cargado de buenas sensaciones y que reiteraba el compromiso que estos palmeros tenían y siguen teniendo con el ritmo proveniente de La Habana. 2001 fue el año de «Siempre sonriendo», el tercer álbum de Troveros de Asieta, en el que contaron con la colaboración de una larga lista de invitados, como Los Sabandeños o Manolito...

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Chavela Vargas y la trascendencia
Ago06

Chavela Vargas y la trascendencia

Se fue, pero no del todo. Con las botas puestas hasta el fin, cual obrera del arte, Chavela Vargas dijo adiós para pasar a formar parte, como marcaba su creencia, de la naturaleza. Excepcional, por otra parte, la suya propia, la del tequila y la madrugada, la de la sabiduría que, ya lo dijo el Robe, da el fracaso. Para acabar triunfando y ser, como dijo una amiga, “la mujer más moderna del siglo XX”. Y parte del XXI y de los que estén por venir. Es probable que, como ocurre con el flamenco, más de uno se viera sobrepasado, o extrañado quizá, por la dureza de su voz ante la primera escucha. Es lo que tiene haber sido una eterna contracorriente, tanto en términos musicopáticos como en lo que se refiere a actitud vital, en ámbitos reservados a los hombres. Por eso, en las canciones que ha abordado siempre asoman vida y muerte, destacando la íntima relación entre ambas y considerando a la última como un trecho más en nuestra trayectoria vital. De esta forma, la que se ha ido, aunque seguirá presente en mentes y cantinas, en presidios y en trances de incierto resultado, ha sido y es una de las voces más determinantes de Latinoamérica, si bien Europa, y en especial España, no han dudado en asumir su legado. La prueba es el esfuerzo de Chavela para, con 93 años, unirse a Miguel Poveda, Martirio y Raúl Rodríguez en el recital que ofrecieron en la Residencia de Estudiantes con la excusa del disco que la mexicana de adopción dedicó a Lorca. Sea como sea, lo más recomendable es escuchar con atención a la paloma negra como receta para desenvolvernos en la vida y no perder la perspectiva. Mucho se ha escrito tras su transición, como hacen los chamanes, y seguro que mejor que aquí. Pero la realidad es que su música va mucho más allá, y puede complementarse con sus declaraciones, ejemplo de vitalidad, principios y briega. No es tiempo de ser como “La llorona”, sino de celebrar los años que la hemos tenido entre nosotros y escucharla una y otra vez. Por siempre....

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