Aquel lugar llamado Japón | Dragon Ash, Fact y Mad Capsule Market
Oct29

Aquel lugar llamado Japón | Dragon Ash, Fact y Mad Capsule Market

Después de leer el artículo de los Doctores Jabato & Trans sobre Melt-banana y  recordar que también se publicó en su momento algo sobre los Maximum the hormone, me vino como un fulgurante subidón de endorfinas el nombre de The mad capsule markets. Pensé, primeramente, en realizar un concienzudo repaso al estudio que efectué de los mismos cuando se dejaron caer por mi consulta (a.k.a  reproductor mp3), pero acompañando a las epifanías de estos kamikazes de la demencia llegaban, casi a la vez, Dragon Ash y Fact. Estableciendo un poco de orden entre tanto caos, los locuelos del mercadillo de capsulas encabezan su propia oleada de psicofármacos desde que cayera en sus manos el Neuromancer, libro de William Gibson. Formados en los albores de la década de los 90, comenzaron como una formación punk  llamada Berrie. Su aspecto y música irían cambiando paulatinamente conforme se sumaban distintos estilos musicales a su kit de probetas particular, amén de ir en boga a los tiempos que corrían. Parece ser que en Japón el interés por la experimentación es algo connatural. Me centraré en la etapa en la que incorporan la ayuda nuevas tecnologías a su sonido, ya que se hallan en el mismo saco que Melt-banana en cuanto a repercusión y andanzas a principios de  los noventa. Al punk se le unió metal y algo de hip-hop, lo cual terminó de consolidarse en 4 plugs, donde se abrazaron a la electrónica. A todas miras, el motivo o la influencia que provino de la incipiente escena de new metal de por aquel entonces fue el factor determinante en la evolución de su sonido. La base del grupo puede ser considerada como trio, ya que el ir y  venir de guitarristas ha sido algo corriente a lo largo de su carrera. La mayúscula cantidad de distorsión y los efectos utilizados por el bajista a partir del mencionado 4 plugs añadió una gran seña de identidad a su sonido, haciéndolo más personal y distintivo. Digidogheadlock fue el disco donde la gestación de la criatura concluyó con un insano alumbramiento, el cual regalaba a la posteridad un atronador álbum de metal industrial con espasmódicos trallazos de la talla de Crash Pow y Systematic. Osc-disc fue su espaldarazo definitivo para llevar su música a las masas de medio mundo y darse a conocer allende los agitados mares de Japón y el Fujiyama, al ritmo de Midi Surf o Step into yourself. Un grupo que a pesar de comulgar con distintos estilos y dar cancha a la mezcolanza de éstos, nunca dejó de lado sus raíces punk, manteniendo esa esencia en lo que respecta a una música...

Leer más
Melt-Banana no canta en el karaoke | Punk Japocore
Oct23

Melt-Banana no canta en el karaoke | Punk Japocore

Hoy atendemos en nuestra consulta a la banda nipona Melt-Banana, portadores de un tipo de noise post-industrial que muchos relacionan con la no wave, con el hardcore o, incluso, con el punk. Expertos epidemiólogos advierten que también puede contener ciertas trazas de rock, trash, pop, música experimental y electrónica. Desde aquí hacemos un llamamiento al gabinete internacional de musicópatas afiliados para que analicen detenidamente sus grabaciones, con el propósito de arrojar un diagnóstico más fiel. La realidad es que han conseguido llamar la atención de sujetos procedentes del entorno punk, cerebros placados en metal y snobs del arte con peinados diversos. Desde 1992 hasta la fecha se han mantenido como una formación estable en todos sus componentes menos en el baterista, puesto que ha ido oscilando y que actualmente se suple con percusionistas profesionales a sueldo que cumplen las arduas labores de estudio o de directo, según convenga. Anotamos en nuestro informe que, debido al volumen chirriante de su ruido, pueden haber desarrollado una especie de sordera -que no afecta a los bateristas- que dificultaría la comunicación con sus semejantes y, por ende, su vida en sociedad. Uno de los elementos más característicos sería la voz de Yasuko, chillona y sorprendente,  pudiendo alcanzar incluso la velocidad de la luz. Considerando su aparente incomprensibilidad lírica anotaremos que a pesar de venir de Japón, cantan en inglés y que podemos diseccionar todas las letras en sus libretos. En un destacado número de casos repiten una palabra o frase durante el minuto-y-medio del tema, probablemente con la intención de entrar en trance, evadiéndose de sus problemáticas conductuales. El siguiente elemento a destacar vendría de la mano del guitarrista Agata, que emplea a menudo pedales de efectos, que incluyen referencias variadas y variopintas, llegando a asemejarse a la labor de un disc-jockey armado con un arsenal de efectos. Para más inri, cierta patología médica le obliga a tocar con una máscara quirúrgica, evitando que sangre por la nariz más de lo necesario. Igualmente ocurre bastante a menudo, aportando un regusto gore a sus intervenciones públicas. Conciertos que, según dicen las lenguas viperinas, son una auténtica descarga de voltios y adrenalina ultracafeinada. En las dos décadas que han estado dando guerra, han lanzado sin piedad 10 trabajos de larga duración y 23 EP. Esta manifiesta hiperactividad probablemente los condujera a la creación de su propia discográfica, A-ZAP, en 1997, con la cual relanzaron la mayor parte de sus trabajos anteriores. Sus primeros álbumes están grabados a una baja calidad y con muchas distorsiones de guitarra, pero con el tiempo nos van ofreciendo un sonido más accesible y de mejor calidad, menos alienante. Si no...

Leer más
-
-
Ir a la barra de herramientas