Foo Fighters anuncian un descanso indefinido
A pesar del revuelo que se levantó en un primer momento, Dave Grohl ha salido al paso de todas las especulaciones que se habían creado y ha declarado que tan solo se trata de un descanso temporal. La banda se toma un tiempo pero no ni la más mínima intención de separarse. La bomba saltó cuando el ex componente de Nirvana dijo durante el transcurso de un concierto, que tenía lugar en la ciudad de New York, que «interpretaremos todas las canciones que podamos por que no sabemos cuando volveremos a hacerlo». Rápidamente los millones de contagiados por el virus Foo Fighters que se extienden a lo largo y ancho del planeta ponían el grito en el cielo al pensar que la gran banda del Siglo XXI estaba a punto de poner punto y final a su carrera. La tranquilidad ha vuelto cuando en una carta echa pública a través de Dana West, su representante, el que va camino de convertirse en mito del rock afirmaba que «la banda no tiene ninguna intención de disolverse». Y las palabras parecen de gran fiabilidad debido a la gran carga emocional que en ella se puede advertir. Más allá de hablar de un grupo, Dave Grohl habla de ellos como si fueran su familia y alega que Foo Fighters es más que su vida. Desde que se formara en 1994 el grupo lleva publicados un total de siete discos que gradualmente han ido subiendo tanto en nivel como en fama hasta ser hoy en día el grupo más en forma del rock internacional. A pesar de ser la cara más reconocida, es de honor hablar también del bajista Nate Mendel, al batería Taylor Hawkins y a los guitarristas Chris Shiflett y Pat Smear. Y mientras se acaba este periodo de descanso para los cinco componentes Grohl dice que se embarcará en lo que hasta ahora va a suponer el proyecto más importante en el que se ha embarcado. Se trata de un documental que llevará por nombre Sound City y que se podrá también disfrutar en formato de...
Foo Fighters: Wasting Light desde el local de ensayo
Escucha el disco completo de Foo Fighters en su local de ensayo Hay un paciente que, desde lo que estamos observando en El Musiquiátrico, está empezando a destacar con luz propia por encima del resto. Parece sufrir brotes esquizoides cuando se cuelga una guitarra, y algunos creen que vive en un pasado donde fue una de las grandes estrellas del rock y es capaz de contagiar sus estribillos a todo aquel que escuche cualquiera de sus elaboradas melodías. Este paciente no es otro que Dave Grohl, que en pleno 2011 y tras casi veinte años, ha vuelto a sorprender a tímpanos y lóbulos cerebrales de todo el mundo. Siguiendo en la línea de inconformismo que le caracteriza decidió que en la era de lo digital y los grandes estudios de grabación, él quería grabar en el garaje de su casa y hacerlo de modo analógico. El resultado ha sido un disco cargado de energía, sonidos auténticos que consiguen marcar una diferencia con lo que llevamos años escuchando, y a la primera pasada consigue llamar la atención gracias a su sonido crudo. Con el historial de Dave (batería de Nirvana) puede parecer fácil dormirse en los laureles, vivir de antiguas rentas, de reconciliaciones y giras sorpresas o de que tu vida de por si sea noticia, pero este artista de Ohio ha nacido para dejar huella en una historia musical que parecía estar perdiendo los grandes referentes. En esta ocasión, rodeándose de un grupo formado por Chris Shiflett, Nate Mendel, Taylor Hawkins y Pat Smear (ex Nirvana también), consiguen una base instrumental de primer nivel, pero por encima de todo, en la que destaca Dave Grohl. Wasting Light será recordado como uno de los mejores discos de esta década y sienta las bases para la inmortalidad de Foo Fighters. Si quieres contagiarte de unos sonidos capaces de ir desde el punk hasta el hard rock, aquí puedes disfrutar del disco íntegro tocado por los mismos Foo Fighters en el local de...
