AK97: 'Ensayo sobre la sordera' a base de rock

Ingreso voluntario: Comunicado oficial de la banda ‘AK97’ para El Musiquiátrico: “Ensayo sobre la sordera”, el primer trabajo de la banda AK97, es una producción independiente que se postula como una alternativa al rock urbano tradicional. Las cuidadas letras y variedad de registros junto con sus arriesgadas composiciones manifiestan la intención de ofrecer un producto alternativo, con esencia propia. Desde AK97, esperamos que estos 12 cortes transmitan la misma pasión y energía con la que han sido compuestos. Nunca me tendrás: Canción a ese amor platónico, inalcanzable, que todos alguna vez hemos tenido.  Estar en el desierto de ver y no tocar, querer y no poder, un no poder aguatar más. Un recuerdo en tu cabeza: Tratamos la violencia de género desde el otro lado, desde el lado de los hombres maltratados por sus parejas, que también existe, y es igual de feroz que el maltrato a las mujeres. Una canción cruda y real con un triste final. El hombre de paja: ¿Por qué la sociedad se empeña en crear un mundo de guapos cuando la naturaleza humana nos hace diferentes? ¿Y si para minar este proyecto, un “feo” se dedica a llenar las estanterías de los bancos de semen con sus genes? ¿Y si todos los “guapos” del mundo usasen ese semen para procrear?. En pocos años el mundo seria feo, y el orden natural seguiría su curso. Un atentado a una sociedad hipócrita y clasista. La sombra del olivo: Como colaboradores con varias protectoras de animales, no podíamos dejar pasar la oportunidad de poner sobre la mesa el tema del maltrato animal. Ya sea por tradición, diversión o cultura, el maltrato animal es inadmisible. Dinero es su ley: Uno de los derechos que no nos pueden quitar, como dice esta canción, es a señalarles con el dedo; señalar la corrupción política, la falta de respeto de estos hacia los ciudadano y sus falacias, es la intención de “Dinero es su ley”. Fosas: En memoria de los olvidados por una transición que miró para otro lado y en apoyo de los familiares que siguen exigiendo justicia surgió esta canción sobre las injusticias que aún hoy afectan a buena parte de las víctimas de la guerra civil. Próxima estación Castilla: Una reivindicación de identidad, cultura e historia, que poco a poco van borrando de nuestra memoria. España está que arde: Rápida y contundente, rock agresivo que denuncia el asedio que sufren nuestros bosques ante la implacable voracidad de los especuladores. Todo un himno con el que se cierra cada concierto. Podéis escuchar el nuevo disco en el MySpace de...

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Los Toreros Muertos y Pablo Carbonell | 30 años de éxito

Los Toreros Muertos vivieron como nadie la Movida Madrileña, y murieron con ella para resucitar con el tiempo. Nuestro ejercicio Musiquiátrico del día está planeado para reforzar nuestra memoria a largo plazo a la vez que recuperamos emociones que se estaban quedando obsoletas dentro de nosotros. Años 80, la España de la transición reluce con más fuerza que nunca, el arte ebulle en cualquier rincón de cualquier ciudad en cualquiera de sus formas. La «Movida Madrileña» se instauraba como un ejemplo a seguir por todos los jóvenes que se aventuraran a querer ser alguién más que un simple borrego. Y de ahí surgieron algunos de los grupos que más se oyen tras las puertas del Musiquiátrico. Uno de estos grupos, que nunca pasó desapercibido, ni por sus ideas ni por sus formas, fueron Los Toreros Muertos. Y por eso forman parte de la historia reciente del Rock español y ahora del Musiquiátrico. Los Toreros Muertos eran antitodo, luchaban contra el borreguismo y el aburrimiento con todas las armas que se le ocurrían. Su música es simplemente alguna forma desconocida de rock surrealista con pinceladas barrocas. Y todo con el único fín de no pasar desapercibidos. A principios de los ochenta, en España los tiempos habían cambiado, y las juventudes ya no querían seguir oyendo a Marisol y Joselito, ellos querían romper con todo lo anterior, y desde luego lo hicieron. Pablo Carbonell, el bajista Many Moure y Guillermo Piccolini a los teclados, formaron Los Toreros Muertos en 1985, y en 1986 publicaron su primer disco de larga duración «30 años de éxitos«. Donde cosecharon éxitos para los siguientes 30 años, entre otros «Mi agüita amarilla«, «Soy un animal» o este «Yo no me llamo Javier«. En esa época, grupos tan transgresores como Los Toreros Muertos salían en la televisión pública, y no sólo en horario infantil, sino en el programa más de moda por aquél entonces: La Bola de Cristal. A finales de los años 80, los Toreros Muertos cruzaron el charco y se fueron a torear a las plazas de Colombia, donde llenaron estadios como en aquél Concierto de Conciertos de 1988 en el que tocaron junto a Los Prisioneros, Miguel Mateos, Timbiriche o José Feliciano. La historia de Los Toreros Muertos acabó como la «Movida Madrileña» a principios de los 90, aunque con el tiempo, sus canciones pasaron de ser éxitos a ser himnos, y todavía hoy en día la gente sigue cantando sus letras, aunque ya ni recuerden que eran suyas. Pero la muerte de los Toreros Muertos no sería definitiva, ya que en 2011 se «arrejuntaron» de nuevo para tocar en el Festival Colombiano «Rock...

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