Los Narco, banda de rap-metal-core, ingresada en las celdas acolchadas de máxima seguridad. Las autoridades musiquiátricas advierten que el material incautado puede ser altamente epidémico
Tras las reformas de varias celdas acolchadas especiales y el acondicionamiento de las salas de interrogatorio, el Musiquiátrico se encuentra preparado para internar a una banda de peligrosos narcos, recién importados de Sevilla para su reclusión.
El Departamento de Narcóticos asegura que se trata de algunos de los componentes de una antigua banda llamada ‘Lumpen’, originales del barrio sevillano de La Macarena, que desde el 96 llevan operando bajo el nombre de ‘Narco’. Ahora, en el Musiquiátrico, hemos procedido a su ingreso obligatorio bajo orden judicial y revisamos todo el material incautado para una vez más, dosificarlo y utilizarlo como tratamiento para vosotros, nuestros musicópatas.
Después de su primer trabajo de narco-rap-metal-core, con la colaboración de ‘Dr. Bad’ y del ‘comando Def‘, habían logrado intoxicar a tantos musicópatas que ya empezaba a ser una banda relevante para las autoridades musiquiátricas. Esto sin duda los animó a ir un paso más allá: afirmar en once talegos de rapcore que ‘Satán Vive’, y a difundir la epidemia por toda España.
Los componentes de la banda Narco fueron identificados como el Chato Chungo, Vikingo MD, el Abogado del Diablo, el Amnésico y el Manpulador, y al volante de vinilo, el DJ Muerte. Fueron perseguidos por las autoridades musiquiátricas por todo el país, pero la epidemia era ya imparable. Y como cabía esperar, con su siguiente operación llamada ‘Talego Pon Pon’, los Narco entraron en las más altas esferas del rock español.
Como un ‘Chaparrón de Plomo’, los Narco siguen con sus actos de terrorismo ideológicoy tráfi-core musiquiátrico, e incluso se atreven a grabar y difundir una de sus intervenciones en la Sala Caracol de Madrid, «material que la DGP española nos han facilitado para su estudio:»
Se conoce que uno de los porta-voces de la banda, el Chato Chungo, abandona la organización en 2003, algo que no evita que los Narco sigan evolucionando en el ‘Registro de Penados y Rebeldes’. En su afán de expandir su epidemia los Narco incluyen un virus en su CD en forma de juego: ‘Matanza Cofrade’; aunque los más casposos antibióticos capillitas de la Sevilla Sacra supieron combatir la epidemia a base de denuncias que retiraron del mercado miles de ejemplares y que provocaron el cierre de la Web de Narco. Juicios, críticas, fundamentalistas religiosos influyentes…
Narco tardaría un año en disolverse oficialmente, aunque el Musiquiátrico no cesa en la busca y captura de los elementos de la banda, observando sus brotes musicóticos por separado como en el caso de Vikingo MD, y repasando una y otra vez su material para su uso en tratamientos de musicopatías graves.
Pero en 2008, nuestras sospechas se hacen realidad, y la banda anuncia su vuelta a la actividad con una gira en la que sólo faltó el Chato Chungo, al parecer, porque estaba entre rejas, y que fue sustituido por Distorsión Morales (de Falso Dogma), también conocido como S Curro. Una vez recopilados algunos de sus actos narcoterroristas del pasado en un paquete de ‘Alijos confiscados’, los Narco llegan al panorama musiquiátrico internacional con un cargamento de ‘Alita de Mosca’ debajo del brazo y dispuestos a contagiarnos a todos, eso si, a partir de ahora, desde sus celdas acolchadas, bajo control médico del Musiquiátrico, y con permisos sólo para salir en conciertos y giras terapéuticas.
Ahora corren rumores de que están preparando la gran ‘Rave del Infierno’, de la que se esperan repercusiones graves entre musicópatas de los cinco continentes, por lo que en el Musiquiátrico continuarán los interrogatorios.
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