Cuando el Ebro suena, ruido lleva. Grandes clásicas del ruido: Mistkäfer

Banda de mañas de pro ubicadas en Zaragoza a principios de los dos miles, mujeres motivadas que se mantuvieron en sus trece hasta sacar su tan agradable música. Aún cuando su repercusión en el global de la humanidad pueda ser minoritaria, la Doctora Trans se empeña un merecido púlpito para ellas: Mistkäfer, que en alemán significa escarabajo pelotero, aún cuando en este caso también adquiere un significado en relación con la metamorfosis de Kafka; ponen sus huevos en bolas de mierda y nacen de esas bolas de mierda, escatología poética pura y dura, filia a las escarabajas peloteras en particular o en general.

Por si resulta de vuestro interés el crust es una apetecible variante del punk hardcore con un plus de suciedad, guitarras distorsionadas ad infinitum con el objetivo de crear feísmo, producido habitualmente en la máxima precariedad, cargado de moles de odio sónico en un tiempo medio de canción de minuto escaso. Para más inri las voces son solamente aptas para estómagos placados en acero inoxidable, en un gutural gorjeo de carácter incomprensible a una simple escucha. Mistkäfer cumple religiosamente prácticamente todos y cada uno de dichos ingredientes. La Doctora Trans advierte que la sobreexposición al crust puede generar locura transitoria y pérdida de la capacidad auditiva.
Nacidas a dos voces en los alrededores de 2007, en 2008 dieron a luz su primera en k7 y el 2009 lanzaron un split compartido en formato LP con Almax. De ahí en adelante se sabe de ellas que giraron todo lo posible, pisando incluso suelo francés. De lo mencionado hasta la fecha nada más se supo de ellas bajo el nombre alemán que las caracterizaba; actualmente desperdigadas por la península, algunas acabaron en la banda de postpunk Radionova, un grupo que practica de tremenda lírica armada de sintetizador.
Cabe reseñar que en su split compartido no encontramos el típico diseño en blanco y negro con tipografía deathmetal, sino que recuperaron el grafismo de las portadas de hardcore americano vieja escuela, mezclando elementos discordantes en el lenguaje acumulativo del collage con ilustraciones de los años ’50. Compañeras de local y de espacio con Almax, decidieron sacar este split compartido que permitía abaratar costes y ofrecer un producto más atractivo, al incluir la posibilidad de escuchar a dos bandas en un mismo lp. Diez canciones rápidas y cortas, optando por su particular crust-punk a grito pelao. Suenan compactas, siendo su ruido eficaz, duro, agresivo y contundente.

Lamento de todo corazón sólo poder recetarlas en formato grabado, pues dicen las buenas lenguas que en sus directos que se hacía sentir que estas mujerzuelas de negro hacían lo que lo gustaban y que se divertían con ello. También cabe lamentar que en el maravilloso mundo del machocore, sea determinante el hecho de que sean o no un grupo de chicas, algo que ellas vinieron reclamando en sus conversaciones públicas, del mismo modo que solicitando que no explicitara en los carteles que eran todo chicas, riot girls, crust girls o otras linduras por el estilo. A nivel musical resulta totalmente indistinto que el grupo esté integrado por personas de un, otro o ambos géneros. En su caso, afirman de que el hecho de que sean todas mujeres es un hecho puramente casual derivado de la amistad que las une.