Sobredosis de baile "Reggaláctico" para escapar de los "Problemas"
Los Granadians, grupo ya mítico en los ambientes ye-yés más crápulas del universo musiquiátrico, hacen entrega de su cuarto larga duración “Reggaláctico” (disponible desde el 31 de Mayo en las tiendas musicopáticas más disparatadas e independientes), para reafirmarse en su inagotable actitud adolescente y despreocupada, incluso después de la marcha de su teclista Teddy “The Elegant” García. Prueba superada. Ingresamos obligatoriamente a estos seis enfermos siderales del Rocksteady, para una evaluación completa. ¡Que Alton Ellis nos pille confesados!
Lo primero que se les ocurre para presentar este nuevo LP ( vinilo con el que se nos cae la baba) es regalarnos el video-clip del tema “Problemas”. Infinitos guiños sesenteros y guateque juvenil en otras galaxias.
Glambo, Zortom, Vintage Paul, The Great Sebastian, Peter Parker y Doctor Tema, forman este musicontubernio interestelar de evidente gesto disparatado y talante sonoro-demencial jamaicano. Las apariencias engañan y ahí donde los vemos, llevan ya 12 años demostrando su inacabable ingenio individual, manejo de los instrumentos de manera portentosa y la convicción de que sus fans son los mejores de este firmamento musical, merecedores de lo mejor. Ellos sin duda se lo dan.
Hasta la fecha suman numerosas propuestas discográficas de muy alto nivel: tres singles (uno de ellos con Derrick Morgan y otro con Dave Baker, casi nada), dos EP´s, una antología expresamente editada para Japón, y cuatro LP´s. Si a esto añadimos sus malas compañías (o buenas según se mire), Jorge Explosión, Mike Mariconda (productor y guitarrista de los Raunch Hands), así como otros tantos reputados creadores –con celdas de aislamiento en propiedad desde hace años- podemos imaginar el alcance de sus trastornos musicodélicos.
“Reggaláctico” encierra diez tesoros (bajo la etiqueta “Reggae Sideral “ dentro del sello Liquidator Music), que consolidan sus sonidos contagiosamente bailables de reggaes psicodélicos y cósmicos con letras como siempre en español, centrifugando temáticas frankensteinianas, extraterrestres y astrales reconciliadas con el amor y el misterio, tomando como centro de operaciones el mejor y más divertido Rocksteady (sucesor del Ska y precursor del Reggae). Con bailoteo cien por cien e insuperables melodías vocales decoran sus referencias Beat y Rhythm´n blues, en un grado tan avanzado, que los convierten en unos puristas del género. Perfectos anfitriones de la cuchipanda y la jarana musicopática de juventud eterna, música moderna (según ellos, y es cierto) y que cantan en su idioma, no se puede pedir más.
Su revivalismo sesentero, perfectamente ejecutado, forrado de ska, reggae, roots rocksteady, riquísimos brotes negros de la música norteamericana con buena porción de soul y doo-wop; pero sobre todo con incorruptible falta de prejuicios y eterno candor; hacen que convoquen a fieles seguidores de toda condición: garageros, punks, mods, rockers, skinheads,…, además de arrastrar masas de fans por Sudamérica, Asia y buena parte de Europa. Su single de 2011 “Por mucho que pasen los años”/”A 6.000.000 de años luz”, se agotó casi antes de salir a la calle.
Este sexteto definitivamente derrocha maestría en los ritmos ofbeat de sonidos espigados, ejecutando con cariño el one-drop además de la pesadez y prominencia del bajo usando figuras más rotas y sincopadas, propio del rocksteady de los maestros. Podrían ser la envidia de los discípulos de Lynn Taitt y por si fuera poco exaltan tenazmente las letras románticas y las tonalidades rítmicas más vivaces.
Se les aprecian lecciones bien aprendidas de grupos como Los Relámpagos o Los Salvajes, dándole una auténtica pasada (dicho esto con respeto) a formaciones que se limitaban en los 60 a traducir y versionar el Ska jamaicano más popular de la época (¿mi chico bombón?), como Los Antifaces, Los Diástoles, Duo Radiant´s o Los Catinos. Sus auténticos referentes bien pueden ser The Maytals, The Paragons, The Gaylads y otros muchos. De todas formas hay que reconocerles un anacrónico y estimulante mérito en la creación de composiciones reveladas como hábiles y fantásticos himnos sibaritas escrupulosamente arreglados, puestos en escena y ejecutados. Ante todo son malabaristas de la fiesta, volatineros de la juerga y sobre todo… espectaculares profesionales de su particular y perenne guateque intergaláctico.
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