Gentiles Picores Genitales | 'Mamá Ladilla' y su 'Engendro'

Los nuevos informes de salud genital del musiquiátrico nos indican que una antigua infección se está propagando entre la población musicópata con una virulencia inusitada.

Parece ser que la fuente primaria de la infección proviene de la última compresa que usó Janis Joplin, que uno de nuestros musicópatas guarda como recuerdo bajo su almohada.

Los informes desvelan que no es una infección cualquiera, sino que estamos hablando de la madre de todos los piojos púbicos. Este parásito de cerebros inferiores es Mamá Ladilla.

Pocos musicópatas desconocerán la existencia de Mamá Ladilla, o de lo contrario casi no merecen el honor de sentirse musicópatas, ya que nos encontramos con uno de los grupos que probablemente más alla influenciado la idiosincrasia musicopática de este país.

Más allá de barreras estilísticas, Mamá Ladilla ha roto los esquemas de todo aquél que lo haya oído y se haya parado un segundo a analizar el significado de sus letras, que lejos de ser una amalgama incogruente de palabros, es un discurso tan elaborado como los mejores versos de Quevedo, Unamuno o Góngora.

Formado actualmente por Juan Abarca (guitarra eléctrica y voz), Javier Rojas (bajo y coros), y Ferro (batería), su formación siempre ha sido de trío con suculentas colaboraciones, y sólo ha cambiado de bajista a finales de 2007, siendo el anterior Llors Merino, que también hizo los coros desde la formación de Mamá Ladilla hasta su salida del grupo.

Los  primeros síntomas de Mamá Ladilla se dejaron sentir en nuestras partes púdicas allá por 1994, cuando su primera maqueta, «Directamente a la Basura«, grabada en directo en la sala Siroco de Madríd y en un estudio casero, se extendió como sólo puede hacerlo una ladilla preñada en un club de carretera. Cientos de Punkies se vieron infectados con el germen de lo que poco a poco se fue conviertiendo en una verdadera pandemia de picor genital, que se transmitía de mano en mano, (que no de ano en ano, o quizás sí, Nunca se sabe), y que se convirtió  en un disco esencial del punk español.

Así desde el año 94, Mamá Ladilla ha recorrido el país de festival en festival, de bragueta en bragueta, haciendose cada vez m ás grande, infectando cada vez a más gente. En estos momentos, Mamá Ladilla sigue de gira permanente y cuando menos te lo esperes te los puedes encontrar en tu ciudad, y a lo mejor ni lo sabes.

La madre Ladilla ha parido ocho criaturitas picosas en forma de cd, «ARZOBISPOFOBIA» (1996); «NACES, CRECES, TE JODES Y MUERES» (1998); «REQUESOUND» (1999); «POWER DE MÍ» (2001); «ANALFABADA» (2002); «DIRECTAMENTE DE LA BASURA» (reedición de la maqueta, 2004); AUTORRETRETE (2005); y finálmente JAMÓN BEIBE (2010).

Cada uno de estos trabajos es como una pequeña obra de arte, donde el surrealismo da paso a lo grotesco y donde los insultos se convierten en poesía. Su música es como bien dice su nombre un auténtico parásito y sus letras son himnos para todo aquél que sea capaz de entenderlas.

Y lejos de estancarse en el punk, Mamá Ladilla ha sabido evolucionar y crear su propio concepto musical, inclasificable del todo, y reconocible desde los primeros acordes.

No obstante, Mamá Ladilla tiene otro hijo bastardo, fecundado en el útero de una mujer barbuda, su nombre es Engendro. Formado en 2005 por Juan Abarca a la guitarra, Arturo Ballesteros al piano, Javier Álvarez al bajo y Javier Gómez a la batería. Engendro es la versión sesuda de muchas de esas canciones que de un modo u otro, y para bien o para mal, han conformado el  cancionero popular español.

Pero nuestras palabras no son suficientas para poder describir el espíritu musicópata de este grupo, que a día de hoy se encuentra disuelto, aunque con cuatro discos editados que podéis descargar gratuítamente desde su propia página: http://www.engendro.es/discos.htm

Aunque sólo Juan Abarca comparta accionariado en ambos grupos, la influencia de Mamá Ladilla es evidente en todo lo que hace Engendro, y se puede decir que sucede lo mismo a la inversa, ya que aunque los estilos musicales que desarrollan uno y otro no se parezcan en absoluto, el humor absurdo, irónico, mordaz e hiriente es el factor común en ambos.

Así que ya sabéis musicópatas, si esta noche os pican las campanillas es por que os habéis infectado con el peor Engendro de Mamá Ladilla.

Author: Dr. Evo Fdez.

Musicópata de nacimiento, sus padres notaron algo raro en él cuando de pequeño lloraba afinado, por eso lo mandaron internado al Musiquiátrico aún siendo un niño. Hoy, muchos años después, se ha reconvertido en un monstruo musicopático, ávido de devorar todos los injertos musicales que se pongan a su alcance.

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