Manteka pa la Tostá, secuelas del punk granadino más puro

  • ¿Punkarras de verdad en el Siglo XXI?

Manteka pa la tosta“!God seiv may bolls! Cien por cien en españó”. Este es el arranque de actitud musicopática contagiosamente venéreo propuesto por estos granadinos que le sacan punta a su propia sombra.

Gracias al acondicionamiento de nuestras instalaciones podemos acoger sin problemas y por tiempo ilimitado a estos tres guillados, de ingreso obligatorio en celdas de aislamiento con doble cierre y vistas hacia el punk hardcoriano de la Granada de los 80 y primeros 90. ¡Agarraos que allá vamos!

Rafa Largo (bajo y voz), Mario Pino Peluki (guitarra y voz) y la recientísima incorporación Luís Landa (batería), están dispuestos a la mayor escabechina vírica y anacrónica jamás vista y/o escuchada desde los últimos coletazos dados por la escena contracultural granadina de los efervescentes años 80.


La mayor parte de su repertorio fue escrito entre el 92 y el 96. En aquellos  años de instituto para “el Largo” y “Peluki”, en que ya olíamos el tufo a despedida de los 091 y vivíamos en nuestras carnes los momentos más psicopáticos de PPM; no creo que hubiese adolescente de Granada que no quisiera emular a sus ídolos éticos y estéticos, tratando de escribir sus propias canciones. Saber o no saber de música no era condición sine qua non para poder aspirar a subirse a aquellos escenarios zaidineros que te convertían en el Rey Chico por una noche, quizá por más tiempo.

Manteka pa la tostaLos Manteka pa la tostá guardaron aquellas primeras letras, aquellas primeras visiones etílicas de delirios rockeros en un cajón y ahora, veintitantos años después, han osado sacarlas para darles vida en su jaula de ensayo. Empezaron el año pasado montando los temas con Gustavo De Torre “el Palos” y al poco tiempo consiguieron grabar un trabajo en formato demo CD con ocho temas,  titulado “Mientras lleve Mandanga”. Este compacto de retroalimentación y antología self-service está disponible desde el mes de marzo en varios garitos y tiendas granadinas apestosamente musicopáticas y de alto voltaje. Desde su puesta en circulación, de esta manera tan “do it yourself”, han reventado la escena más dura y potente de la comarca, llevándose por delante una grandísima aceptación y tocando con elementos altamente sospechosos como The Soubar, Gérmenes, La Terror Band, La Bajera y los franceses Death Mercedes y Burning Bright.

Manteka pa la tostaEs después de este vertiginoso año untando manteka, cuando decide dejar la formación su batería, Gustavo, y lejos de desestabilizarse el trío, se acomoda rápida y eficazmente un baterista de reconocida categoría: Luís Landa. Luís es un enfermo crónico del aprendizaje rítmico y palístico de todos los estilos y géneros, dándole inmediatamente un enfoque, aún si cabe, más brutal al sonido mantekoso. Actualmente se encuentran en proceso de grabación de su primer video-clip, que presentarán en septiembre, momento en que además arderá Madrid con su tralla punk de vena hardcore, junto a Piperrak, MCD y otros sarpullidos frenéticos de la escena músico-rabiosa. Punk Rock extremadamente callejero con la sarna de los que no tienen nada que perder, espolvoreado con rock del duro, el hardrock de la vieja escuela madrileña, vasca y granadina. Nos viene a nuestra ya tocada memoria, el sonido salvaje y agresivo de rock acelerado y distorsiones de los benditos TNT, dedicándole a la visita del Papa en el 82 el mordaz temazo “Cucarachas”. Se nos repiten en la cabeza aún, como espitosa medicación, los demoledores KGB antes y después de evolucionar hacia el Neo Punk y los sonidos más oscuros. Y por supuesto le seguimos ardientemente la pista al Primitive Punk Machine, los PPM, publicando barbaridades anaeróbicas desde 1994 hasta hoy mismo.

Los Manteka pa la tostá no han heredado nada de eso porque vivieron todo aquello. Ahora son el tren que descarrila, solo en apariencia, con temáticas cotidianas que supuran desde el callejón del meadero a la barra del putrefacto antro políticamente incorrecto, sin intenciones de entonar las voces ni conciliar su participación ad hoc, (no les hace falta para conectar  ni transmitir), con algunos solos desafiantes y conexión rítmica de desbordante pavor. Eso es Punk. Hardcore Punk del bueno.

“A falta de ética siempre nos quedará la estética”, que diría Maki navaja. No tenemos dudas, preferimos mil veces la carrilera estética sonora de los Manteka pa la tostá, que la ética baldía y vendible de la mayoría.

 

Author: El Musiquiátrico

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