La obra cumbre de uno de los nombres más reconocidos dentro de la música culta y fuera de ella
Aunque a muchos no os suene su nombre, Györgi Ligeti es uno de los iconos de la música contemporánea o culta, y también debería ser de sobra conocido por el gran público por ser el compositor de algunas de las bandas sonoras más famosas del cine: 2001: Una odisea en el espacio, El resplandor y Eyes Wide Shut, todas de Stanley Kubrick.
La obra que hoy tratamos en esta consulta musiquiátrica «Poème Symphonique for 100 metronomes» es uno de los clásicos cultos de la segunda mitad del siglo XX.
Cuando se concibió esta obra, el autor dispuso 10 líneas de metrónomos, que serían accionadas por 10 músicos, procurando la simultaneidad entre todos ellos.
La obra acaba cuando todos los metrónomos se quedan sin cuerda.
En el vídeo que hemos encontrado, se ha implementado un sistema para accionar los metrónomos de forma automática, aunque para el caso, no hay gran diferencia con que hubieran 10 músicos de conservatorio.
Cuando Ligeti concibió esta obra, estaba inmerso dentro del movimiento Fluxus, el cual defendía el antiarte y se declaró en contra del arte como mercancía.
Quizás esto le de un poco de sentido a la cosa. Pase, vean y opinen…
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