El 30 de Abril, Primer Día Internacional del Jazz
Abr27

El 30 de Abril, Primer Día Internacional del Jazz

¿Necesitaba el Jazz un día “oficial”, una fecha señalada en los almanaques por las instituciones, una jornada en la que cada año los telediarios cierren con algún estándar cantado por Ella Fitzgerald o Louis Armstrong? La respuesta claramente es que no. El jazz como género (o macrogénero, por la monumental variedad de estilos que abarcan sus 12 o 13 décadas de existencia ) realmente no tiene la necesidad de reivindicarse con un día especialmente dedicado. Sin embargo, como desde el Musiquiátrico tenemos la idea de que cualquier oportunidad es buena para recordar los beneficiosos efectos de los tratamientos musicales, vale la pena hacerse eco de esta nueva celebración que a partir de este año 2012 toma forma en el calendario. Y es que la UNESCO, por medio del que fuera  nombrado en julio del año pasado “embajador de buena voluntad” de esta organización, el pianista Herbie Hancock, ha decidido proclamar el 30 de abril como Día Internacional del Jazz. Según Irina Bokova, directora general de la UNESCO, el jazz “constituye una expresión apasionada contra todas las formas de opresión”. Bekova destacó además que se trata de “un lenguaje comprensible por todas las culturas”. Como actos principales de este evento, el 27 de Abril se celebrará en París una jornada presidida por el propio Herbie Hancock en la que no faltarán debates, clases magistrales y por supuesto, música de la mano de Marcus Miller, Barbara Hendricks o Dee Dee Bridgewater. Ya el propio día 30, repite Herbie Hancock (que para eso es el principal artífice de este invento) en Nueva Orleans, ciudad considerada por muchos como cuna del jazz y desde luego lugar dónde hunde sus más profundas raíces. Como invitados, Ellis Marsalis, Dianne Reeves, Kermit Ruffins, Bill Summers, o la Treme Brass Band, entre otros. Por el lado más institucional, también el día 30 en la sede neoyorquina de la ONU tocará gente como Angelique Kidjo, Shankar Mahadevan o Wynton Marsalis -al que le tiran mucho este tipo de saraos-. En España también se ha aprovechado la oportunidad de esta nueva efeméride y numerosas ciudades españolas homenajearán los ritmos sincopados e improvisados del jazz. Así, en Mallorca, por ejemplo, habrá exposiciones fotográficas, charlas sobre la historia del jazz en la isla y conciertos en directo. Valencia, a su vez, celebrará el día 30 la jornada con un concierto y una posterior jam participativa y abierta. Por último, en Extremadura la jornada conmemorativa coincide con el sexto aniversario del programa ‘Ahora Jazz’ de la radio autonómica y ambas citas se fundirán en distintos actos entre los que destacan un concierto didáctico o un curso de iniciación al jazz impartido por...

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Albert Mangelsdorff | El Jazz que prohibió Hitler
Ene17

Albert Mangelsdorff | El Jazz que prohibió Hitler

Nuestra clase de Historia Musical comienza en Frankfurt en el año veintiocho del pasado siglo. El partido Nazi acaba de ganar sus primeros 12 escaños en las elecciones generales. Y nace uno de los mejores trombonistas de Jazz del viejo continente: Albert Mangelsdorff. Mangelsdorff creció en la fría Alemanía de los años 30, e influenciado por su hermano mayor comienza a amar el Jazz a la temprana edad de 12 años en un mundo que no estaba hecho para los niños, ni al parecer, para el jazz. La historia de Mangelsdorff, al igual que la de todos los músicos europeos de Jazz de aquella época, está intimamente ligada a la II Guerra Mundial, o más bien a los soldados norteamericanos que participaron en ella. El Hot Jazz de Glen Miller, Louis Amstrong o Duke Ellington amenizaba las fiestas de los soldados americanos y volvía locos a los jóvenes alemanes que habían estado sometidos a los dictámenes censores del régimen nazi. Durante la guerra el Jazz estuvo prohibido por los nazis, ya que esa sensación de libertad de espíritu no estaba en consonancia con los ideales del partido, por lo que la única formación musical que se podía recibir en aquella época en Alemania era el estudio de la música clásica, que Mangelsdorff interpretaba ya desde pequeño con el violín. Al acabar la guerra, Mangelsdorff ya se había inclinado hacia el Jazz y tocaba la guitarra en clubs para soldados americanos con la Otto-Laufner Big Band. Poco después, a la edad de 25 años, queda fascinado por el trombón y decide tomar algunas clases, siendo completamente un novato con cualquier instrumento de viento. A principios de los años 50, sólo un par de años después de empezar a tocar el trombón, ya estaba tocando con distintas bandas y grabando sus primeras canciones. Su estilo se fue acentuando, el Jazz «negro» de Nueva Orleans sólo lo podrían tocar ellos, pero nunca podrían competir con la ‘eficiencia alemana’. Mangelsdorff apadrinó el Free-Jazz, ese hijo bastardo de padres americanos y europeos. Su biografía está repleta de colaboraciones con bandas de jazz de todo tipo, ensembles, quintetos, trios y big bands, y su música ha estado intimamente ligada a la música contemporánea, tomando de ella la inspiración y devolviéndole la improvisación. La experimentación siempre fue un elemento en la música de Mangelsdorff que perfeccionó una peculiar técnica multifónica o disonante, que conseguía al tocar una nota con el trombón mientras cantaba una nota más alta. Así se fue forjando su historia, hasta que Mangelsdorff cruza el charco y les enseña a los padres del Jazz cómo se las gastan en Europa, con una extraordinaria...

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House of the Rising Sun | La Casa del Sol Naciente en el Musiquiátrico

Hay una casa encima de la colina, en la que todas las mañanas veo el amanecer antes de ir a dormir. Es la Casa del Sol Naciente, allí donde las noches son cálidas y las mañanas frías. Allí donde puedes conseguir todo lo que necesites, mientras te quede dinero en la cartera. En todas las ciudades hay una Casa del Sol Naciente, pero ninguna tan famosa como aquella que existió a finales del S. XIX en Nueva Orleans. Tanto tiempo ha pasado, que ni las gentes más antiguas de Nueva Orleans recuerdan dónde se ubicaba esa casa, pero seguro que casi todos serían capaces de tararearte aquél antiguo blues que hablaba sobre ella. Rising Sun Blues es una pieza incunable, no se sabe quién la escribió, ni cuando, y que fue pasando de generación en generación, de abuelos a nietos, como un extraño refrán con una peculiar moraleja. Las primeras grabaciones del Rising Sun Blues distaban mucho del ritmo y la cadencia de las modernas, pero ya iban alumbrando el camino hacia la Casa del Sol Naciente. El primero que desveló los turbios asuntos que se cocían en aquella casa fue Alger «Texas» Alexander en 1928. Este caballero murió de sífilis, tras haber pasado varios años en prisión por matar a su esposa. Un verdadero musicópata que sólo lograba conciliar el sueño en la Casa del Sol Naciente. Aunque esta versión no se acerca demasiado a la que es conocida por los musicópatas, se presupone como el germen de la versión que años más tarde Clarence Ashley (que narraba que había oído esta cancioncilla a su abuelo) y Gwen Foster, grabaron a ritmo de banjo en 1933. Los años fueron pasando y la Casa del Sol Naciente seguiría abriendo hasta el fin de los días. Y Joan Baez, la preciosa voz de la canción protesta en los años 60, se acercó a esa casa de perversión para conocer los vicios y el pecado. Y Al salir de aquella casa, Joan Baez nos narró con su guitarra y su dulce voz, cómo es la vida de una mujer en la Casa del Sol Naciente. A partir de este momento, las puertas de la Casa del Sol Naciente quedaron abiertas para la eternidad, y fue la antesala del Musiquiátrico, ya que en ella se dieron cita muchos de los grandes musicópatas de hoy en día. Sin ir más lejos, el jovencito y contracultural Bob Dylan, con apenas 20 años de edad, pasaría algún tiempo en «The House of The Rising Sun» antes de grabar su primer disco en 1962. Sin embargo, no es hasta un par de años más tarde cuando...

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Triple Deja-vu con George Clinton, Snoop Dog y Hot Eight Brass Band

Seguro que alguna vez has ido paseando por la calle y se te ha cruzado un perro por delante, y justo al volver la esquina ese perro volvía a estar ahí, una y otra vez, tras cada esquina que doblaras. No te preocupes, es sólo una de las características que envuelven la sintomatología básica de la musicopatía severa. Ese fenómeno se conoce como Deja-Vu, y tú puedes estar afectado por él. Como prueba, un caso musiquiátrico ejemplar. Nos remontamos a los tiempos ancestrales de 1982, allí donde los sintetizadores se habían encontrado con los nuevos ritmos provenientes de los barrios marginales de los Estados Unidos. En esa época, se cocían a fuego lento y a base de experimentación al más puro estilo musiquiátrico, los estilos que marcarán la música actual. Y es aquí, en los jóvenes y alocados años ochenta, donde nos encontramos al primer perro. El ‘Atomic Dog’ de George Clinton & The Parliament-Funkadelic publicado en el álbum «Computer Games». Esta canción supuso la vuelta de P-Funk a las listas de éxitos. P-Funk fue un colectivo formado por George Clinton junto a The Parliaments, un grupo de ‘Doo Wop’ formado en los años 60, con Clinton en sus filas, y que se reunían a cantar en una peluquería de Nueva Jersey. Años mas tarde (a finales de los 70), pasó a llamarse Parliament, olvidando el género vocal para acercarse al funk psicodélico que empezaba a pegar fuerte en aquella época. La otra banda que formaba el colectivo P-Funk fueron los Funkadelic, formada por George Clinton por problemas legales con el nombre de Parliaments. A fin de cuentas, Parliaments y Funkadelic compartían a la mayoría de sus músicos,  todos ellos liderados por el incombustible George Clinton. El siguiente perro que se cruza en nuestro camino nos lo encontramos algunos años más tarde, y con otro look completamente distinto. A principios de los noventa, el rap americano despegó en las listas de éxitos como nunca antes lo había hecho. Los éxitos de Public Enemy o Run-D.M.C. no eran ya comparables a los miles de millones de dólares que empezaban a mover los superhits de la época. Uno de esos álbumes millonarios fue la ópera prima de uno de los grandes del rap de nuestro tiempo: Snoop Doggy Dog. «Doggystile» fue el primer disco de Snoop Dogg, editado por Death Row Records en 1993, y entre sus tracks, encontramos la que se puede considerar la presentación del artista, ‘Who Am I’ – ‘What’s my name’, en la que hace un pequeño guiño al tema ‘Atomic Dog’ de George Clinton. Sin embargo, esto que os vengo relatando es habitual. Que un rapero samplee...

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