House of the Rising Sun | La Casa del Sol Naciente en el Musiquiátrico

Hay una casa encima de la colina, en la que todas las mañanas veo el amanecer antes de ir a dormir.

Es la Casa del Sol Naciente, allí donde las noches son cálidas y las mañanas frías. Allí donde puedes conseguir todo lo que necesites, mientras te quede dinero en la cartera.

En todas las ciudades hay una Casa del Sol Naciente, pero ninguna tan famosa como aquella que existió a finales del S. XIX en Nueva Orleans. Tanto tiempo ha pasado, que ni las gentes más antiguas de Nueva Orleans recuerdan dónde se ubicaba esa casa, pero seguro que casi todos serían capaces de tararearte aquél antiguo blues que hablaba sobre ella.

Rising Sun Blues es una pieza incunable, no se sabe quién la escribió, ni cuando, y que fue pasando de generación en generación, de abuelos a nietos, como un extraño refrán con una peculiar moraleja. Las primeras grabaciones del Rising Sun Blues distaban mucho del ritmo y la cadencia de las modernas, pero ya iban alumbrando el camino hacia la Casa del Sol Naciente. El primero que desveló los turbios asuntos que se cocían en aquella casa fue Alger «Texas» Alexander en 1928. Este caballero murió de sífilis, tras haber pasado varios años en prisión por matar a su esposa. Un verdadero musicópata que sólo lograba conciliar el sueño en la Casa del Sol Naciente.

Aunque esta versión no se acerca demasiado a la que es conocida por los musicópatas, se presupone como el germen de la versión que años más tarde Clarence Ashley (que narraba que había oído esta cancioncilla a su abuelo) y Gwen Foster, grabaron a ritmo de banjo en 1933.

Los años fueron pasando y la Casa del Sol Naciente seguiría abriendo hasta el fin de los días.

Y Joan Baez, la preciosa voz de la canción protesta en los años 60, se acercó a esa casa de perversión para conocer los vicios y el pecado. Y Al salir de aquella casa, Joan Baez nos narró con su guitarra y su dulce voz, cómo es la vida de una mujer en la Casa del Sol Naciente.

A partir de este momento, las puertas de la Casa del Sol Naciente quedaron abiertas para la eternidad, y fue la antesala del Musiquiátrico, ya que en ella se dieron cita muchos de los grandes musicópatas de hoy en día. Sin ir más lejos, el jovencito y contracultural Bob Dylan, con apenas 20 años de edad, pasaría algún tiempo en «The House of The Rising Sun» antes de grabar su primer disco en 1962.

Sin embargo, no es hasta un par de años más tarde cuando crece la canción que más publicidad le haya podido dar a un bar de alterne en la historia conocida del Musiquiátrico. Fue Eric Burdon junto a The Animals, los que hicieron eterna esta historia de perversión y pecado en 1964.

No sé si son esos acordes de guitarra. O si es ese teclado psicodélico, a lo mejor es esa batería tan templada.O quizás es la voz poderosa y grave de Burdon, lo que siguen haciendo que hoy, casi 50 años después de ser tocado por estos animales,  The House Of The Rising Sun siga despertando los instintos más primarios del ser humano.

A partir de The Animals, esta casa empezó a ser frecuentada por todos los musicópatas sin importar su condición ni su estilo de vida. Era de esperar que un musicópara acérrimo como Jimmy Hendrix frecuentara este tipo de establecimientos y que dejase su propia visión de la Casa del Sol Naciente, eso sí, Hendrix se quedó sin palabras y tuvo que interpretarla como mejor sabía, tocando su guitarra como si seduciese a alguna de las meretrices de The House Of The Rising Sun.

Pero para sorpresa de todos, Sinead O’Connor, esa dama de voz angelical, también conoció la perversión y la falta de moral en aquella casa de Nueva Orleans. Y nos susurró al oido, como si de un secreto se tratase, cómo acaban todas las historias dentro de la Casa del Sol Naciente.

Pero probablemente, los que más tiempo hayan pasado dentro de la Casa del Sol Naciente, tanto cómo para haber olvidado incluso cómo es la luz del día, y tanto como para envidiar el moreno de Drácula. Será por que en Inglaterra están más acostumbrados a los bares que en Estados Unidos, son los británicos Matthew Bellamy y sus colegas de fechorías: Muse, que llevaron a su campo experimental, los placeres carnales y el vicio en estado puro.

Muchos más han sentido en sus carnes los placeres carnales y la bajeza del vicio, Bon Jovi, The White Stripes, Nina Simone o Dolly Parton, son sólo algunos de la larga lista de invitados que contempla este burdel de la antigua Nueva Orleans.

Pobre Chico, manténte alejado de la Casa del Sol Naciente.

 

THERE IS A HOUSE IN NEW ORLEANS
THEY CALL THE RISING SUN
AND IT’S BEEN THE RUIN OF MANY A POOR BOY
AND GOD I KNOW I’M ONE

MY MOTHER WAS A TAILOR
SHE SEWED MY NEW BLUEJEANS
MY FATHER WAS A GAMBLIN’ MAN
DOWN IN NEW ORLEANS

NOW THE ONLY THING A GAMBLER NEEDS
IS A SUITCASE AND TRUNK
AND THE ONLY TIME HE’S SATISFIED
IS WHEN HE’S ON A DRUNK

OH MOTHER TELL YOUR CHILDREN
NOT TO DO WHAT I HAVE DONE
SPEND YOUR LIVES IN SIN AND MISERY
IN THE HOUSE OF THE RISING SUN

WELL, I GOT ONE FOOT ON THE PLATFORM
THE OTHER FOOT ON THE TRAIN
I’M GOIN’ BACK TO NEW ORLEANS
TO WEAR THAT BALL AND CHAIN

WELL, THERE IS A HOUSE IN NEW ORLEANS
THEY CALL THE RISING SUN
AND IT’S BEEN THE RUIN OF MANY A POOR BOY
AND GOD I KNOW I’M ONE

HAY UNA CASA EN NUEVA ORLEANS
QUE LLAMAN LA DEL SOL NACIENTE
HA SIDO LA RUINA DE MUCHOS CHICOS POBRES
Y DIOS SABE QUE YO SOY UNO DE ELLOS. MI MADRE ERA SASTRE
ELLA COSIÓ MIS NUEVOS BLUEJEANS
MI PADRE ERA UN JUGADOR
ABAJO EN NUEVA ORLEANS. 

LA ÚNICA COSA QUE UN JUGADOR NECESITA
ES UNA MALETA Y UNA PETACA
Y EL ÚNICO MOMENTO EN QUE ESTÁ SATISFECHO
ES CUANDO ESTÁ BORRACHO

MADRE, DÍGALE A SUS HIJOS
QUE NO HAGAN LO QUE YO HE HECHO
GASTAR SUS VIDAS EN PECADO Y MISERIA
EN LA CASA DEL SOL NACIENTE

TENGO UN PIE EN EL ANDÉN
EL OTRO PIE EN EL TREN
VOY DE VUELTA A NUEVA ORLEANS
A LLEVAR ESA BOLA Y ESA CADENA.

BUENO, HAY UNA CASA EN NUEVA ORLEANS
LA LLAMAN LA DEL SOL NACIENTE
Y HA SIDO LA RUINA DE MUCHOS CHICOS POBRES
Y DIOS SABE QUE YO SOY UNO DE ELLOS.

There is a house in New Orleans
They call the Rising Sun
And it’s been the ruin of many a poor boy
And God I know I’m one 

My mother was a tailor
She sewed my new bluejeans
My father was a gamblin’ man
Down in New Orleans

Now the only thing a gambler needs
Is a suitcase and trunk
And the only time he’s satisfied
Is when he’s on a drunk

Oh mother tell your children
Not to do what I have done
Spend your lives in sin and misery
In the House of the Rising Sun

Well, I got one foot on the platform
The other foot on the train
I’m goin’ back to New Orleans
To wear that ball and chain

Well, there is a house in New Orleans
They call the Rising Sun
And it’s been the ruin of many a poor boy
And God I know I’m one

Author: Dr. Evo Fdez.

Musicópata de nacimiento, sus padres notaron algo raro en él cuando de pequeño lloraba afinado, por eso lo mandaron internado al Musiquiátrico aún siendo un niño. Hoy, muchos años después, se ha reconvertido en un monstruo musicopático, ávido de devorar todos los injertos musicales que se pongan a su alcance.

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