Especias Vol.1
Nov13

Especias Vol.1

Pasando las horas en internet, en una actividad que debe ser lo mejor que ha dado este cada vez menos moderno medio, escuchar música. Y es que para un melómano, internet es lo que sería para un yonki sacar la mano por la ventana y que una agradable señora le chute tiernamente en el brazo con el mejor caballo del mercado. Hoy he sacado el brazo y ha pasado una arén de ocho señoras de diferentes culturas inyectándome derivados opiáceos de su país de origen. Al parecer tienen de sobra y nos dejan en el Musiquiátrico una dosis de cada: África Negra Mamadou Barry – Niyo (Guinea) Árabe-Magreb Emin Fındıkoğlu – Çeçen Kızı (Turquía) Oeste Woody Guthrie – This Land Is Your Land (EE. UU.) Oriental Chaweewan Dumnern – Sao Lam Plearn (Tailandia) Latino Los Mirlos – Sonido Amazonico (Perú) Europeo Pata Negra – Morao mellizo (España) Asia del Norte Altai Kai – Кай кожонг (Mongolia) India Ananda Shankar – Renunciation...

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Diego Amador y Llibert Fortuny | Más Flamenco, Más Jazz
Ago19

Diego Amador y Llibert Fortuny | Más Flamenco, Más Jazz

Diego Amador comenzó de jovencito acompañando a sus hermanos mayores Raimundo y Rafael, de los que cogió no pocas pero muy buenas costumbres. En Pata Negra era batería, pero ahora toca el piano, Piano Jondo, pero también canta, con ese aire místico de quién lo lleva dentro, y también es guitarrista, pero eso le debe venir de familia. Acompañándolo, dos de sus secuaces de costumbre, Israel Varela a la Batería y Jesús Garrido al Bajo. Si Amador es Pata Negra, estos dos tienen que ser por lo menos Gambas de Huelva. Y para finalizar, el toque mestizo, que no podía faltar para completar el menú: Llibert Fortuny. El saxofonista catalán de origen canario completa un cuarteto genial, donde el toque del flamenco, el desdén del tres por cuatro, se fusiona con la complejidad del Jazz, formando en nuestros oídos una fórmula que aunque no es nueva, siempre es...

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La epidemia de festivales flamencos veraniegos, en aumento

Alhaurín el Grande, Rota o Monda, principales focos de este brote Llega el verano y con él los adictos al flamenco en vivo, ése en el que no hay trampa ni cartón, van abandonando sus guaridas para peregrinar a los festivales en busca de su dosis. Sobre todo por el sur, aunque no exclusivamente, la epidemia festivalera se expande con propuestas muy a tener en cuenta de cara a los próximos días. La primera cita con que nos encontramos tendrá lugar el sábado 28 de julio en Alhaurín el Grande (no confundir con Alhaurín de la Torre, el de la cárcel en la que conviven en perfecta armonía, como en las instituciones, mafiosos y políticos), concretamente en el patio del C. P. Emilia Olivares a partir de las 22:30 horas. En su cartel, cuatro musicópatas a tener muy en cuenta: Julián Estrada, al que acompañará Jesús Zarrías al toque, Virginia Gámez junto a Curro de María, y El Polaco, que además de contar con la guitarra de Manuel Herrera lleva consigo el piano de Laura de los Ángeles. Por lo que respecta al baile, será responsabilidad de Ana Pastrana y su grupo. Mientras, en la Plaza de la Constitución de otro municipio malagueño, Monda, el mismo día y a la misma hora, tendrá lugar la decimosexta edición del festival que lleva su nombre. En él tomarán parte nada menos que la jerezana Tomasa La Macanita, absorbente y enérgica personalidad con regusto antiguo que contará con el toque de Manuel Valencia y las palmas de Chícharo y Macano. Además de La Macanita, figuran en el cartel Ana Fargas y Andi Gómez, en ambos casos con la guitarra de Paco Javier Jimeno, y Lucía Álvarez La Piñona al baile, en cuyo grupo figuran Miguel Pérez, Trini de la Isla y Moi de Morón de Son de la Frontera. Por último, en Rota, reciente escenario de la celebración del festival Al Rumbo 2012, los musicópatas fieles a la propuesta flamenca tienen una oportunidad inmejorable de ver a dos cantaores singulares y de raza que, por desgracia, no se prodigan mucho en este tipo de eventos el próximo 11 de agosto.  Además de Arcángel, al que acompañará el habitual Miguel Ángel Cortés, se podrá disfrutar de la presencia de Tomás de Perrate y Juan José Amador. El primero, oriundo de Utrera y surrealista de pro, acaba de publicar «Infundio», toda una tesis sobre el absurdo en el flamenco, y contará con el toque de Antonio Moya. Por su parte, Juan José Amador es, contra lo que muchos piensan, la voz que aparece en cortes del «Rock Gitano» de Pata Negra interpretando temas como...

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Andrés Herrera, el "Pájaro": recetas cofrades para el penúltimo cowboy del rock sevillano

Psicoanálisis completo desde la Calle Betis hasta Graceland a vista de «Pájaro» “Santa Leone” es la ópera prima de Andrés Herrera el “Pájaro” con banda propia. Imprescindible rasca cuerdas del Rock Hispalense más experimentado, ex componente de Los Sacramento del gran Silvio Melgarejo, padece como aquél, un intenso desorden musicopático que le lleva a revivir y realimentar a los hijos del Blues-Rock  más pródigos (surf, swing, western, espaghetti western,…) con despiadadas panaceas afiladas, desde su perspectiva más pasional y cofrade, trianera y procesional. El cinéfilo genio de las bandas sonoras, la solemnidad y lo oscuro, nos inyecta su dosis letal de Rock and Roll flamenco y devoto. Pájaro tiene 48 años llenos de sevillanía, valor constantemente en alza por la multiculturalidad de esta villa caleidoscópica repleta de ángulos atemporales e infinitas herencias patrimoniales, sabias y humanas. Desde los siete años lleva tocando la guitarra, y es ahora, cuando uno de los musicópatas más magnéticos del panorama, se encuentra en su plenitud y clímax creativo. Su carrera se ha basado patológicamente en una brillante aportación a mitos del Musiquiátrico como: Silvio Fernández Melgarejo, Raimundo Amador, Kiko Veneno, Pepe Begines o Rafaelito Amador. Pero por encima de todo, el principio activo fundamental que hace único e irrepetible a Pájaro es la conjunción casuística en su anatomía cardíaca y mental de varios fármacos coetáneos y coincidentes: la pasión heredada de su padre por el cine, el amor por las inverosímiles fusiones siempre cautivadoras de Silvio, su constante cameo con la canción italiana y todo lo que proceda sospechosamente del mediterráneo, además de, por último, su fanatismo por todos los sonidos norteamericanos engendrados en el Blues y el Rock que se han dejado llevar por las olas del atlántico hasta trepar por el río, su río Betis. Es devoto de Adriano Celentano, La Macarena, La Esperanza trianera, Sergio Leone, San Benito, Roma, Ennio Morricone, las coléricas guitarras surferas, devoto del Jazz de Django Reinhardt y del flamenco de Pata Negra, de La Tarantela y Elvis Presley, de los versos de San Juan De La Cruz y de Pulp Fiction, de la corneta de Julio Vera y del Rock and Roll de los Lobos Negros. Bendita locura que le capacita para moldear todo ello en su laboratorio de emociones, mezclarlo con alto grado de sabiduría además de naturalidad y simpleza, para acabar obteniendo la fórmula mágica de la musicopatía en sí misma como forma de vida. “Santa Leone” (Happy Place Records) – homenaje a la Semana Santa y a Sergio Leone – es un disco quimérico, es la utopía vinílica del Rock Sevillano, derroche de evasión cinematográfica y enérgicas pasiones transversales por el Rock,...

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Kiko Veneno: 20 años echando de menos el 'cantecito'

El artista de Figueras revisita su obra cumbre en el vigésimo aniversario de su lanzamiento José María López Sanfeliu , ese catalán fino -que de tan fino parece sevillano-  habitualmente conocido como  Kiko Veneno,  tiene, como mínimo, dos razones para que le consideremos digno de los pabellones de nuestro vetusto Musiquiátrico. La primera, de la que ya hablamos largo y tendido en su momento, se refiere a su decisiva influencia en dos discos fundamentales de la música española: ‘Veneno’, del grupo homónimo que lideró durante su breve pero intensa existencia junto a los hermanos Amador;  y por supuesto, ‘La Leyenda del Tiempo’ de Camarón,  del que es responsable, entre otras, de la mítica ‘Volando Voy’. La segunda es el conjunto de enormes canciones que componen ‘Échate un cantecito‘, cima musical de su carrera en solitario y disco del que justo ahora se cumplen 20 años desde su lanzamiento. Corría el año 1992 y mientras ese mentiroso escaparate que fue la Expo se consumaba en la cartuja de Sevilla, el bueno de Kiko huía a Londres de la mano de Santiago Auserón a preparar su último cartucho, un disco que tras los fracasos de ‘Seré mecánico por ti’ o      ‘Pequeño salvaje’ debía devolverle a la música o retirarle para siempre. Lo que siguió a la publicación de este disco es bien conocido. Rotundo éxito de unas canciones que se convirtieron en la feliz banda sonora de toda una generación y que ahora, 20 años después y al tiempo que se derrumban a nuestro alrededor muchas de las esperanzas que germinaban ese mismo año 92, Kiko vuelve a editar con algunos añadidos. Concretamente, esta reedición de las canciones originales que componían el ‘Échate un cantecito‘, nos sorprende, además, con un curioso recuerdo de la grabación de este mítico disco. Se trata del facsímil de un diario del proceso creativo en Londres en aquellos días, dónde el ex-componente de Veneno nos desvela las preocupaciones, esperanzas y situaciones que rodearon la grabación del mismo en los estudios Moody de la capital británica. Por otro lado, como viene siendo habitual al volver a editar un trabajo ya realizado, se ha incluido material inédito, como dos versiones distintas de ‘Superhéroes de Barrio’ y ‘En un mercedes Blanco’ (con letras diferentes a las que mil veces hemos escuchado), así como las maquetas de otros temas, como ‘Fuego’. Aprovechando la oportunidad, se rescatan las versiones que se grabaron en su momento para el disco ‘Puro Veneno’:  ‘Lobo López’ con Andrés Calamaro, ‘En un mercedes blanco’ con María Jiménez o ‘Reir y Llorar’, cantada a medias con Albert Plá. Por último, también se ha colado un rémix ¿dance?...

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