Las mejores bandas sonoras de la historia: Forest Gump
Jul21

Las mejores bandas sonoras de la historia: Forest Gump

Del piano que hace volar la pluma hasta el «pájaro libre» que te arrastra al borde del precipicio, la banda sonora de Forest Gump no tiene desperdicio. Repleta de temazos que marcaron cada una de las épocas que este «medio hombre – medio Dios» nos hizo vivir en su película....

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El Doctor y el Monstruo: La música que amansa a las fieras
Jul04
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Versiones de mal gusto
May08

Versiones de mal gusto

Llegar a comprender en un momento dado nueva música, bajo los efectos del alcohol y otras sustancias, puede ser bastante complicado. Para otros, una forma de vida. Pero lo que está claro es que un público puede resultar bastante hostil, a veces con razón, si metes una mala versión en el repertorio, algo inesperado, que les corte el rollo, o que no vaya con el estilo de todos. Yo, como doctor del Musiquiátrico, recomiendo hacer caso omiso al público y soltar toda tu musicopatía a los cuatro vientos. Tu médico de cabecera quizás no opine lo mismo… Eso sí, estás avisado. Después, que no se te quede la cara de John Belushi… Escena: «The Blues Brothers, Granujas a todo ritmo»...

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Phil Spector, del Wall of Sound a las celdas de Corcoran

· Cuando el trastorno bipolar se asienta en el mundo de la música Si hay alguien que merece estar ingresado en el pabellón 5 de alta seguridad del Musiquiátrico es sin duda el señor Spector, de nombre Phil. La vida de Phil y su entrada en Musiquiátrico viene marcada por una serie de circunstancias y acontecimientos que lo llevan más allá de los límites musicopáticos. Por un lado una infancia solitaria, por otro, los continuos ingresos de su hermana Shirley en instituciones mentales, y por último, y más predisponente, la muerte de su padre por suicidio. Pero no todo fue execrable en la juventud del pequeño Phil. Nació el 26 de Diciembre de 1939 en el Bronx. Crece empapándose del todo el R&B que emergía de este barrio. Con tan sólo 17 años graba un su primer single con la banda que él mismo formó: Teddy Bears, en el que se incluye la famosa canción ‘To know him is to love him’, titulo que hacía honor al epitafio de su padre. En navidades, este álbum se convierte en nº1 en las listas pop. Sin embargo, desde el Musiquiátrico también os recetamos otro de sus éxitos: ‘Don`t worry my little pet’. Teddy Bears: ‘Don’t You Worry My Little Pet’ Este musicópata no sólo destacó por ser ejecutivo en Atlantic Records con 19 años, su contribución más importante a la música fue la manera de entenderla, dejando atrás el concepto anquilosado que tenían las grandes producciones de su época. Por ello y actuando consecuentemente, crea la técnica “Wall of Sound”. Ésta consiste en grabar el sonido de numerosos instrumentos (de la misma categoría) tocados al unísono, para posteriormente editar la canción de manera conjunta, dejando así atrás la idea de solistas. El resultado de sus grabaciones era un envolvente sonido de voces, pianos, instrumentos de cuerda, de viento y percusión. Sí, queridos musicópatas, en plural, pues en ocasiones llegaron a ser más de 30 instrumentos (que en un principio no estaban asociados al pop) cuya pretensión era emular a una orquesta más que a un grupo propio de los años 60. El propio Phil define su técnica como: «un enfoque de Wagner para el Rock & Roll». Phil Spector’s Wall Of Sound En 1961 se presentará por primera vez en la consulta de un psiquiátrico para librarse del servicio militar. Fue también en este mismo año cuando fundó su propio sello, junto con Lester Sill, llamado Philles Records. Aquí comienza su época más prolífica como productor de los llamados “girl groups” como The Crystals o The Ronettes. Las grabaciones de estos dos grupos dan cuenta de la técnica “Wall of Sound”...

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Mamady Keïta
Ene26

Mamady Keïta

Desde las raíces de la música, desde la tierra que una vez despertó los sentidos del humano y desde donde procede gran parte de la música actual y del siglo XX, la madre África, hoy traemos un nuevo paciente al Musiquiátrico, un musicópata que hace vibrar la fibra del instinto más primario de todo musicópata. Al compás de los latidos del corazón, al borde de la taquicardia, hoy os presentamos a Mamady Keïta. Hijo de un curandero Fida Tigi y cazador principal de Balandugu, un pueblecito de Guinea, Mamady Keïta nació y creció bajo la profecía de un adivino que predijo a su madre lo que más tarde todos hemos podido confirmar. Apenas hubo andado unos pasos, ya revolvía las sartenes y ollas en busca de ritmo que saciara su emergente musicopatía, y su madre no tardó en decidir que su hijo sería un ‘Djembefola’ y en conseguirle un Djembe de su tamaño. Tal fue su iniciación en la percusión, que se le empezó a conocer como Mamady Nankama (el que nació para ello), o Balandugudjina (el diablo de Balandugu). Junto a su anciano maestro djembefola Karinkadjan Kondé, nuestro estimado musicópata llego a aprender por completo los ritmos de la Mandeng, la Wassolon, e incluso los de las etnias vecinas. En los tiempos en que Touré, presidente de Guinea, pusiera en marcha planes para la promoción de la música y la danza de su país mediante concursos locales, regionales y nacionales, Mamady Keïta apenas había cumplido los 14 años. Entre más de 500 participantes de toda Guinea, sólo 3 djembefolas fueron los elegidos, y Mamady, uno de ellos. Así nuestro paciente entró a formar parte del Ballet Nacional Djoliba, aunque con 15 años ya ocupara el puesto de djembe solista, y estuvo más de 20 años viajando por el mundo y contagiándonos con su música, visceral, primitiva, sensacional. En el  Ballet Djoliba llegó a ser el primer percusionista con cargo de Director Artístico. En 1986 abandona Djoliba para comenzar su carrera de músico independiente, y junto al ballet de Abidján, Souleymane Koli Koteba (Costa de Marfil), vuelve a recorrer el mundo a lo largo de 2 giras completas, y en el 88 los belgas de la organización Zig Zag consiguieron que Mamady Keïta impartiera clases en la escuela de música ‘Repercussions’ en Bruselas, al mismo tiempo que se consolidaba el grupo Sewa Kan: «Ni kan tiyen, sewa tiyen. Ni sewa tiyen, kantiyen «,» Sin música no hay alegría, sin alegría no hay música «, proverbio malinke. ‘Wassolon’, el primer disco de Mamady Keïta, no tardó en llegar. A partir de 1989 comienza un nuevo periodo para nuestro musicópata, y...

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