Mamady Keïta

'El hombre que hace hablar a un Djembe'

Mamady Keita DjembefolaDesde las raíces de la música, desde la tierra que una vez despertó los sentidos del humano y desde donde procede gran parte de la música actual y del siglo XX, la madre África, hoy traemos un nuevo paciente al Musiquiátrico, un musicópata que hace vibrar la fibra del instinto más primario de todo musicópata. Al compás de los latidos del corazón, al borde de la taquicardia, hoy os presentamos a Mamady Keïta.

Hijo de un curandero Fida Tigi y cazador principal de Balandugu, un pueblecito de Guinea, Mamady Keïta nació y creció bajo la profecía de un adivino que predijo a su madre lo que más tarde todos hemos podido confirmar. Apenas hubo andado unos pasos, ya revolvía las sartenes y ollas en busca de ritmo que saciara su emergente musicopatía, y su madre no tardó en decidir que su hijo sería un ‘Djembefola’ y en conseguirle un Djembe de su tamaño. Tal fue su iniciación en la percusión, que se le empezó a conocer como Mamady Nankama (el que nació para ello), o Balandugudjina (el diablo de Balandugu). Junto a su anciano maestro djembefola Karinkadjan Kondé, nuestro estimado musicópata llego a aprender por completo los ritmos de la Mandeng, la Wassolon, e incluso los de las etnias vecinas.

Mamady KeitaEn los tiempos en que Touré, presidente de Guinea, pusiera en marcha planes para la promoción de la música y la danza de su país mediante concursos locales, regionales y nacionales, Mamady Keïta apenas había cumplido los 14 años. Entre más de 500 participantes de toda Guinea, sólo 3 djembefolas fueron los elegidos, y Mamady, uno de ellos. Así nuestro paciente entró a formar parte del Ballet Nacional Djoliba, aunque con 15 años ya ocupara el puesto de djembe solista, y estuvo más de 20 años viajando por el mundo y contagiándonos con su música, visceral, primitiva, sensacional. En el  Ballet Djoliba llegó a ser el primer percusionista con cargo de Director Artístico.

En 1986 abandona Djoliba para comenzar su carrera de músico independiente, y junto al ballet de Abidján, Souleymane Koli Koteba (Costa de Marfil), vuelve a recorrer el mundo a lo largo de 2 giras completas, y en el 88 los belgas de la organización Zig Zag consiguieron que Mamady Keïta impartiera clases en la escuela de música ‘Repercussions’ en Bruselas, al mismo tiempo que se consolidaba el grupo Sewa Kan: «Ni kan tiyen, sewa tiyen. Ni sewa tiyen, kantiyen «,» Sin música no hay alegría, sin alegría no hay música «, proverbio malinke.

Mamady keita y Sewa kan‘Wassolon’, el primer disco de Mamady Keïta, no tardó en llegar. A partir de 1989 comienza un nuevo periodo para nuestro musicópata, y su recorrido artístico y biográfico se carga aún más de proyectos musicales que seguirán marcando hitos hasta la actualidad.

Su reputada escuela de percusión en Bruselas, ‘Tam Tam Mandingue’ (1991), pronto se expandiría por el mundo como una epidemia musiquiátrica, abriendo nuevas sedes en París, Munich, Japón, Israel, Conakry, Estados Unidos… Y aunque ya hubiera participado anteriormente en dos films, ahora Mamady Keïta llegaba al cine con la premiada película-documental “Djembefola, el hombre que hace hablar a un Djembe”, que nos cuenta su mágica historia desde la profecía del adivino en su pueblo natal Balandugu, y que haría del Djembe un instrumento conocido por todos.

‘Nankama’, segunda grabación de Sewa Kan, llegaría en 1992, y tras su gira en Japón Mamady Keïta volvería al cine con la película-documental “Mamady Keïta and 38 Little Hands”, que transcurre en una isla del sur de Japón. En el 95 regresa a Guinea para grabar un disco en directo, ‘Mogobalu’, con dos de los más grandes djembefola, Konate Famoudou y Fadouba Oulare, y con excelentes músicos y cantantes de toda Guinea, resultando ser todo un espectáculo para nuestro sistema nervioso y el de los musicópatas que se dejaran contagiar entre flautas, balafones, bolones, koras y, por supesto, los versos rítmicos del djembe. ‘Hamanah’, en el 96, Afö, en el 98, vídeos tutoriales, un nuevo documental… la musicopatía de Mamady Keïta no para de crear sin control alguno.

Mogobalu-Mamady Keita-DjembefolaEn el 99 escribe el libro «Mamady Keïta: Una vida por el Djembe», junto con Billimeier Uschi, donde describen las raíces de los instrumentos y sus ritmos, y en el que incluyen ritmos y clases de instrucción. Traducido a cuatro idiomas, hoy en día se considera la mejor referencia bibliográfica del djembe y de ritmos tradicionales.

Llegado el nuevo milenio, Mamady Keïta graba ‘Balandugukan’ con músicos de la región de Wassolon, y continúa su carrera videofílica con la película-documental «Mögöbalu», en el que aparece un fragmento del concierto que dio cita en Bruselas a  Sewa Kan, Mory Kante, Konate Famoudou, Manu Dibango, Seri Paco, Nin Kadja, Doudou N’Diaye Rose y Coulibaly Soungalo, algunos de los grandes maestros de la música africana.

‘Mamady Lee’ en 2001, ‘Giate’ en 2002, el vídeo «DjembeKan» sobre sus viajes como maestro por los Estados Unidos publicado en 2003, y en 2004, giras, nuevos vídeos de instrucción “Les Rythmes du mandinga”, apertura de nuevas escuelas, su noveno disco ‘Sila Laka’… Y por si no fuera bastante, en el mismo año funda ‘Producciones Djembefola’, su propia productora. Al incesable pálpito del djembe Mamady Keïta sucumbía a los poderes de su sobrealimentada musicopatía, sin duda, un caso extremo que tendremos que tratar desde cerca en las consultas del Musiquiátrico.

Mamady Keita DjembeYa en 2005, se publica “Mamady Keïta y Sewa Kan LIVE @ CouleurCafe”, un extraordinario concierto distribuido en CD y DVD, y hasta la actualidad ha continuado dedicando sus esfuerzos a la enseñanza de algo que va más allá de los límites de la música como concepto, del ritmo y la melodía. Es una dimensión que nos conecta con nuestro musicópata más primario, es historia, cultura y tradición en ondas sonoras, es la danza del alma que fluye desde las vísceras de uno a los sentidos del otro, contagiosa, primitiva, vital.

Author: Skynet

Soy una máquina con ombligo

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1 comentario

  1. es el maestro de eso no cabe duda,

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