Diego Amador y Llibert Fortuny | Más Flamenco, Más Jazz
Ago19

Diego Amador y Llibert Fortuny | Más Flamenco, Más Jazz

Diego Amador comenzó de jovencito acompañando a sus hermanos mayores Raimundo y Rafael, de los que cogió no pocas pero muy buenas costumbres. En Pata Negra era batería, pero ahora toca el piano, Piano Jondo, pero también canta, con ese aire místico de quién lo lleva dentro, y también es guitarrista, pero eso le debe venir de familia. Acompañándolo, dos de sus secuaces de costumbre, Israel Varela a la Batería y Jesús Garrido al Bajo. Si Amador es Pata Negra, estos dos tienen que ser por lo menos Gambas de Huelva. Y para finalizar, el toque mestizo, que no podía faltar para completar el menú: Llibert Fortuny. El saxofonista catalán de origen canario completa un cuarteto genial, donde el toque del flamenco, el desdén del tres por cuatro, se fusiona con la complejidad del Jazz, formando en nuestros oídos una fórmula que aunque no es nueva, siempre es...

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La epidemia de festivales flamencos veraniegos, en aumento

Alhaurín el Grande, Rota o Monda, principales focos de este brote Llega el verano y con él los adictos al flamenco en vivo, ése en el que no hay trampa ni cartón, van abandonando sus guaridas para peregrinar a los festivales en busca de su dosis. Sobre todo por el sur, aunque no exclusivamente, la epidemia festivalera se expande con propuestas muy a tener en cuenta de cara a los próximos días. La primera cita con que nos encontramos tendrá lugar el sábado 28 de julio en Alhaurín el Grande (no confundir con Alhaurín de la Torre, el de la cárcel en la que conviven en perfecta armonía, como en las instituciones, mafiosos y políticos), concretamente en el patio del C. P. Emilia Olivares a partir de las 22:30 horas. En su cartel, cuatro musicópatas a tener muy en cuenta: Julián Estrada, al que acompañará Jesús Zarrías al toque, Virginia Gámez junto a Curro de María, y El Polaco, que además de contar con la guitarra de Manuel Herrera lleva consigo el piano de Laura de los Ángeles. Por lo que respecta al baile, será responsabilidad de Ana Pastrana y su grupo. Mientras, en la Plaza de la Constitución de otro municipio malagueño, Monda, el mismo día y a la misma hora, tendrá lugar la decimosexta edición del festival que lleva su nombre. En él tomarán parte nada menos que la jerezana Tomasa La Macanita, absorbente y enérgica personalidad con regusto antiguo que contará con el toque de Manuel Valencia y las palmas de Chícharo y Macano. Además de La Macanita, figuran en el cartel Ana Fargas y Andi Gómez, en ambos casos con la guitarra de Paco Javier Jimeno, y Lucía Álvarez La Piñona al baile, en cuyo grupo figuran Miguel Pérez, Trini de la Isla y Moi de Morón de Son de la Frontera. Por último, en Rota, reciente escenario de la celebración del festival Al Rumbo 2012, los musicópatas fieles a la propuesta flamenca tienen una oportunidad inmejorable de ver a dos cantaores singulares y de raza que, por desgracia, no se prodigan mucho en este tipo de eventos el próximo 11 de agosto.  Además de Arcángel, al que acompañará el habitual Miguel Ángel Cortés, se podrá disfrutar de la presencia de Tomás de Perrate y Juan José Amador. El primero, oriundo de Utrera y surrealista de pro, acaba de publicar «Infundio», toda una tesis sobre el absurdo en el flamenco, y contará con el toque de Antonio Moya. Por su parte, Juan José Amador es, contra lo que muchos piensan, la voz que aparece en cortes del «Rock Gitano» de Pata Negra interpretando temas como...

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Los Delinqüentes: 10 años entre bichos
Feb21

Los Delinqüentes: 10 años entre bichos

Diez años después de encandilar a generaciones diversas con su fresca propuesta, Los Delinqüentes dicen hasta luego para borrarse por un tiempo de la escena y emprender carreras en solitario. Muy adecuados para momentos de depresión, festejo o exaltación del surrealismo cotidiano, Los Delinqüentes se hicieron rápidamente un hueco entre las listas más epidémicas del panorama musical. La receta: Melodías pegadizas (que no por ello facilonas), letras tan alegres como canallas, a ratos urbanas y a ratos de lo más rupestres, y referencias y reverencias a algunos de los locos imprescindibles de nuestro tiempo. Una mezcla curiosa que va desde Rosendo hasta Bob Marley pasando por El Torta, Jimi Hendrix, Pata Negra o el gran Silvio. Así, lo último que hicieron no fue otra cosa que festejar el décimo aniversario de la aparición de ‘El sentimiento garrapatero que nos traen las flores‘, un debut que -rasgo que comparten los grandes discos- se escucha de un tirón y hasta dos y tres veces. Una declaración de intenciones con temas de todos conocidos como ‘El aire de la calle’, ‘Nube de pegatina’ o ‘Tabanquero’, en el que el Hammond corre por cuenta del Maestro Reverendo. Sin embargo, probablemente sean más valiosas canciones que no pegaron tanto en su día, más exquisitas y en las que Los Delinqüentes demuestran su valía en estilos musicales diversos. Es el caso de ‘La caja de mi mollera’, ‘El día de los bomberos’ o ‘Mis condiciones Pajareras’, en la que, como se hiciera por primera vez en las alegrías Bahía de Cádiz de La Leyenda del Tiempo, se introduce un silencio que rompe la voz de Migue para cantar ‘No soy nada sin mi nariz’. Luego llegaría ‘Arquitectura del aire en la calle’, obviamente no tan fresco como el primero pero sí reincidente en la propuesta. Entre otros, contiene ‘El rey del regaliz’, ‘Caminito del Almendro’ y por encima de todas ‘Poeta encadenado‘, con estructura de bulerías y cuya letra relata, desde su particular perspectiva, todo un paseo por los efectos de un tripi. También hay que destacar, por lo que conlleva, la versión de ‘La ragazza del Elevatore‘ de Silvio. Tras la triste desaparición del Migue, todo un genio como músico y poeta que merece una y mil precripciones y análisis aparte, no eran pocos los que daban por desaparecidos a Los Delinqüentes tras la pérdida de su voz. Y no sólo eso. Letrista, frontman y con un aura de esas que rodean a las auténticas figuras y transmiten su energía a los demás, banda público o lo que se tercie. No obstante, las dudas se disiparon con la llegada de ‘El verde rebelde vuelve’, en...

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Veneno de Pata Negra | Recetas del Musiquiátrico

Mucho se ha hablado en el Musiquiátrico sobre la historia de la música actual, pero habíamos olvidado, por un momento, nuestras raíces. Por eso, nos merecemos como castigo una buena dosis de Veneno del bueno. Veneno de Pata Negra. Y si hablamos de Veneno, hablamos de Kiko, y de los dos hermanos que se tomaron ese veneno con él, allá por mediados de los años 70, Rafael y Raimundo Amador, que de la mano del productor Ricardo Pachón, grabaron uno de los mejores discos de la historia de la música española: Veneno.  Sin embargo, no corrían buenos tiempos para la fusión, y Veneno fue desprestigiado durante años, desde el mismo momento en que se pensó su portada, que no era otra cosa que una placa de hachís con la palabra Veneno grabada a fuego. No obstante, años después los tiempos se abrieron, y dejaron paso a la nueva música, esa que los hermanos Amador ya habían hecho años antes, con Camarón y algunos musicópatas escogidos por la mano de algún Dios de la música. Pasó el tiempo, y su música se fue haciendo aún más grande, y poco a poco, el Veneno fue desapareciendo y fue macerando una auténtica pieza de Pata Negra. Así, Veneno murió de sobredosis, los hermanos Amador formaron Pata Negra, y Kiko Veneno comenzó su carrera musical en solitario. Veneno, junto con la Leyenda del Tiempo de Camarón (en el que también participaron Rafael y Raimundo), fueron dos discos adelantados a su época. Y demostraron, con el redoble de las palmas y los punteos de las guitarras eléctricas, la grandeza del flamenco, al llevarlo fuera de sus pautas tradicionales y dar a conocer al mundo entero que Jimmy Hendrix no había muerto, sino que se había ido a vivir a las 3000 viviendas de Sevilla y le encantaba el flamenco. Uno de los conciertos que más se recuerdan de Pata Negra en Sevilla fue el de Salta La Tapia, que junto con Silvio y Barra Libre, Kiko Veneno, y Rompehielos, saltaron la valla del hospital psiquiátrico de Miraflores en Sevilla y organizaron uno de los mayores eventos que recordarán tanto los internos como los que sin estarlo, salieron de allí más locos que los que se quedaron a dormir. Pura Musicopatía. Hoy día, ningún purista del flamenco tomaría a estos genios como unos locos, pero en su día fue así, y en cierto modo, se conviertieron en unos parias, demasiados flamencos para ser rockeros, demasiado rockeros para ser flamencos, y así fue durante mucho tiempo. Y nos gustaría decir que el tiempo pone a todo el mundo en su lugar, pero no es así. A...

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