Los Delinqüentes: 10 años entre bichos

La banda garrapatera se despide para continuar en solitario
Hoy Los Delinqüentes pasan revisión musiquiátrica

Los DelinquentesDiez años después de encandilar a generaciones diversas con su fresca propuesta, Los Delinqüentes dicen hasta luego para borrarse por un tiempo de la escena y emprender carreras en solitario. Muy adecuados para momentos de depresión, festejo o exaltación del surrealismo cotidiano, Los Delinqüentes se hicieron rápidamente un hueco entre las listas más epidémicas del panorama musical.

La receta: Melodías pegadizas (que no por ello facilonas), letras tan alegres como canallas, a ratos urbanas y a ratos de lo más rupestres, y referencias y reverencias a algunos de los locos imprescindibles de nuestro tiempo. Una mezcla curiosa que va desde Rosendo hasta Bob Marley pasando por El Torta, Jimi Hendrix, Pata Negra o el gran Silvio.

Delinquentes - El Sentimiento Garrapatero que nos traen las floresAsí, lo último que hicieron no fue otra cosa que festejar el décimo aniversario de la aparición de El sentimiento garrapatero que nos traen las flores, un debut que -rasgo que comparten los grandes discos- se escucha de un tirón y hasta dos y tres veces. Una declaración de intenciones con temas de todos conocidos como ‘El aire de la calle’, ‘Nube de pegatina’ o ‘Tabanquero’, en el que el Hammond corre por cuenta del Maestro Reverendo. Sin embargo, probablemente sean más valiosas canciones que no pegaron tanto en su día, más exquisitas y en las que Los Delinqüentes demuestran su valía en estilos musicales diversos. Es el caso de ‘La caja de mi mollera’, ‘El día de los bomberos’ o ‘Mis condiciones Pajareras’, en la que, como se hiciera por primera vez en las alegrías Bahía de Cádiz de La Leyenda del Tiempo, se introduce un silencio que rompe la voz de Migue para cantar ‘No soy nada sin mi nariz’.

Luego llegaría ‘Arquitectura del aire en la calle’, obviamente no tan fresco como el primero pero sí reincidente en la propuesta. Entre otros, contiene ‘El rey del regaliz’, ‘Caminito del Almendro’ y por encima de todas ‘Poeta encadenado‘, con estructura de bulerías y cuya letra relata, desde su particular perspectiva, todo un paseo por los efectos de un tripi. También hay que destacar, por lo que conlleva, la versión de ‘La ragazza del Elevatore‘ de Silvio. Tras la triste desaparición del Migue, todo un genio como músico y poeta que merece una y mil precripciones y análisis aparte, no eran pocos los que daban por desaparecidos a Los Delinqüentes tras la pérdida de su voz. Migue Benitez y Los DelinqüentesY no sólo eso. Letrista, frontman y con un aura de esas que rodean a las auténticas figuras y transmiten su energía a los demás, banda público o lo que se tercie.

No obstante, las dudas se disiparon con la llegada de ‘El verde rebelde vuelve’, en el que Los Delinqüentes estuvieron arropados por muchos de sus maestros. Es el caso de Rafael Amador, Kiko Veneno, Diego Carrasco o Tomasito, con el que finalmente grabarían un trabajo, que pusieron voces o guitarras en composiciones nuevas y del Migue para conformar otro discazo en el que brillan canciones como ‘Pirata del estrecho’, ‘Trabubulandia’, ‘Chiclana’ o ‘No me quites mis tomates’.

En 2006, año en que Los Delinqüentes se embarcaron en el proyecto G5 junto a Muchachito, Tomasito y Kiko Veneno, saldría a la luz el recopilatorio ‘Recuerdos garrapateros de la flama y el carril’, ideado como homenaje a Migue y que aportaba tres temas más o menos nuevos. Por encima de todos está ‘Chinchetas en el aire’, una de las composiciones imprescindibles del cancionero del desaparecido artista, cuya voz volvió a sonar con todo su empuje en esta emotiva canción. Las otras dos son versiones de temas propios: ‘A la luz del Lorenzo’ en clave rocanrolera con Raimundo Amador a la guitarra y una nueva toma de ‘Pirata del Estrecho’ con la participación de La Excepción.

Tres años más tarde llegaría a las tiendas ‘Bienvenidos a la época iconoclasta’, trabajo en el que aumenta la presencia de la inconfundible guitarra eléctrica de Diego Pozo y que, tanto en lo referido a música como a letras, tuvo mucho menos gancho que sus predecesores. No obstante, no podemos olvidarnos de cortes como ‘Dame una pista’, la tan cierta como contundente ‘Camino de los bares’ (con Leiva de Pereza) y el reggae canutero ‘Donde crecen las setas’, en el que participó un mito como Rockberto Tabletom.

Finalmente, para el que de momento es  su último trabajo, Los Delinqüentes se aliaron con Tomasito, espécimen digno de estudio en diversos campos relacionados con medicina, psicología y parapsicología dada su facilidad para con el baile, la percusión o la colaboración con personajes que van de Wynton Marsalis a la mismísima Faraona. El resultado, ‘Los hombres de las praderas y sus bordones calientes’, disco en el que se aproximan al flamenco aún más y en el que desaparece la batería para dar protagonismo a la percusión y las palmas, que marcan la diferencia a lo largo y ancho del compacto. Prolijo en homenajes, de nuevo hay temas propios renovados y también alguno ajeno. Entre las primeras, cabe resaltar ‘El abuelo Frederick’ junto a ‘Capullo de Jerez’ o ‘El aire de la calle’, que gana en sentimiento y estremece con la voz de la sin par Remedios Amaya. Mientras, sería injusto no destacar temas como ‘Bailando por Jerez’, divertida adaptación de ‘Singing in the rain’, ‘La pura concepción’ (nuevo homenaje a uno de los rockeros españoles más destacados, Silvio Fernández Melgarejo) o la tierna ‘The man in me’ de Bob Dylan.

Finalmente, cabe destacar que, con motivo del décimo aniversario de su primer trabajo, éste ha sido reeditado junto a una serie de maquetas y descartes a los que bien merece la pena atender. Entre ellos, ‘El viajero del cartón’, elegido como single y en el que cantan Migue y El Canijo, o una versión de los nunca suficientemente alabados Chichos, el hit ‘Qué tendrá Marbella’. Llegados a este punto, cabría decir que lo que hacen Los Delinqüentes bien puede ser síntoma de honestidad, de seguir una evolución musical natural y buscar nuevas veredas para alimentar su musicopatía y la de sus seguidores. Loable en tiempos en los que el encasillamiento y la repetición son más que alentados por la industria, absorta en mediocridades, por lo que el paso puede calificarse de valiente. Además, como dijo otro afamado doctor, seguro que en unos años vuelven y lo parten. Y nosotros que lo veamos.

Author: Doc Ñop

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