Come on baby, light my fire – Morrison y su «puestazo» en escena
Jul23

Come on baby, light my fire – Morrison y su «puestazo» en escena

Excelente documento de Eagle Vision, una versión en directo del tema «Light My Fire» con toda la psicodelia musical que hizo famosos los conciertos de The Doors. Un Jim Morrison que se esparce en pleno trance por las melodías e improvisaciones de Ray Manzarek, Robby Krieger y John Densmore; haciéndonos ver que con sólo tres años de vida esta banda prometía…  ¡y...

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Recopilación de Música para el fin del mundo
Dic20

Recopilación de Música para el fin del mundo

Mucho se ha hablado en estos últimos días sobre el fin del mundo, que si se alinearán los planetas, que si la oscuridad cegará al mundo, que si caerá un meteorito o  que si por fin tirarán la bomba atómica que nos convierta a todos en pollo frito o zombis antropófagos. Lo que nadie ha comentado y es una labor que nos toca a nosotros es qué música debería estar sonando en vuestras cabezas infectadas por el virus mutante el día del apocalípsis. Cuando la niebla no te deje ver mas allá de la punta de tus zapatos, es el momento de encender tu pequeño transistor a pilas, y buscar esas cintas de cassete analógicas, entre las que se debe encontrar inexorablemente el primer Lp de The Doors. Bloquea las puertas con maderos, tapia las ventanas y enciende el transistor, el fin ha llegado. Relájate. ¿Ya has llenado la despensa de latas de atún y arroz?, ¿Has acumulado agua para los próximos 10 años?, ¿El Bunker tiene fisuras?. Todo correcto para permanecer los próximos diez años sin luz ni televisión, sin internet ni microondas. Es el momento de echar la vista atrás, recuperar las vivencias de nuestros ancestros que vivían en las cuevas y aprender de ellos. Es el momento de cagarse en la evolución y en toda la raza humana. La bomba ya ha caído, la mayoría han muerto y los que sobreviven se han convertido en mutantes comedores de cerebros, zombies enfadados y malolientes buscan su próximo bocado. Pero en el fondo no son tan malos, hubo un día en el que tuvieron su corazoncito y quisieron ser un zombie bueno. Pero nada has podído hacer, los restos del meteorito destrozaron tu bunker de hormigón porque te lo fabricó un constructor corrupto que te estafó y se ahorró más de la cuenta en cemento. Por eso, ya ves la luz infinita acercándose. Se acerca un zepelín de plomo, te espera volando, y de él caen unas escaleras. Son las escaleras al cielo que suben hasta las nubes. Y durante el próximo apocalipsis que te vendan en la televisión, recuerda que te habrán vuelto a tomar el pelo, después de trastocar todo lo humano y lo divino para volver a volvernos imbéciles. El apocalipsis es un sueño dulce que probablemente no ocurra, al menos por el momento, pero la realidad es una pesadilla que nos toca vivir a cada instante, o no? Eso depende de...

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Moraz & Bruford | Jazz fusión, rock progresivo y otras hierbas medicinales
Jun25

Moraz & Bruford | Jazz fusión, rock progresivo y otras hierbas medicinales

Las primeras veces que uno va a un concierto o lo ve por televisión, se pregunta para qué sirve esa especie de guitarra con sólo cuatro cuerdas y que casi no suena. Y por qué casi cualquier formación, tenga la composición que tenga, siempre lleva uno. Cabe entonces preguntarse ¿hay grupos que toquen sin bajo y suenen bien? Y la respuesta es que obviamente sí. Hay bastantes casos conocidos. Los mismísimos The Doors, aunque en los álbumes de estudio solieran llevar bajistas, en los directos no ampliaban el cuarteto y el mismo Ray Manzarek solía hacer los bajos con la mano izquierda en los teclados. Hoy nos remontamos a los años 80 para traer la colaboración de dos grandes músicos que decidieron unirse para tocar con sus instrumentos de toda la vida, piano y batería, sin edulcorantes de ninguna clase. Patrick Moraz y Bill Bruford. El currículum de estos dos artistas es realmente envidiable. De un lado el baterista británico Bill Bruford, miembro de (entre otras bandas) Yes, King Crimson, Genesis o Earthworks. Especialista en rock progresivo y jazz, se retiró hace apenas tres años. Del otro lado, el teclista suizo Patrick Moraz, que además de compartir escenario con Bruford en Yes, ha formado parte de Refugee, The Moody Blues o Mainhorse, además de una larga y prolífica carrera en solitario. Ambos se unieron para grabar dos discos. El primero de ellos, «Music for piano and drums«, en 1983. En consonancia con el título, éste es el disco más sobrio de los dos, con ocho cortes de diversos estilos, siempre cercanos a los que ambos habían trabajado siempre: jazz, rock progresivo, balada, etc. Para el segundo disco («Flags«, 1985), Moraz cambia el piano por los teclados y el dúo gana en variedad y colorido, sacrificando en parte el impactante sonido que producía el piano acústico sobre la batería. Este álbum es sensiblemente más largo y contiene algunas versiones como un solo de batería del mítico Max Roach, además de algunos temas para teclado solo. En cualquier caso, siguieron sin añadir un bajista al dúo, que tras esta grabación no volvió a unirse. Una curiosa formación, un innovador sonido y grandes dosis de calidad hacen de esta efímera unión y de estos dos discos una pequeña joya musical...

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Agosto 2011 | Selección 'Vídeos del Mes'

Agosto 2011 – Vídeos del Mes en El Musiquiátrico   Dementes míticos: ‘Back Door Man’, The Doors   Nuevas tendencias e importación: ‘Moro no Brasil’, Farofa Carioca   Casos musiquiátricos extremos: ‘The evolution of dance’, Judson Laipply   Más ediciones de ‘Vídeos del...

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Ranking 'El Musiquiátrico': Los 10 grupos más epidémicos de la historia | Top Abril 2011
Abr10

Ranking 'El Musiquiátrico': Los 10 grupos más epidémicos de la historia | Top Abril 2011

En el Musiquiátrico sabemos que no todos los pacientes son iguales. Hay algunos que se hacen notar más y con el tiempo han sabido convertirse en “especiales”, contagiando a medio planeta con sus melodías. Con vosotros, el ranking de Abril de los 10 grupos más epidémicos de la historia en el Musiquiátrico: 10 – The Clash Los británicos con tan solo 10 años en activo, con un claro diagnóstico de tendencia a la lucha social, preocupación social extrema y una clarísima obsesión por los sonidos jamaicanos. Su forma de interpretar la música cambiaría para siempre el quehacer del punk mundial, mezclándolo con dosis de reggae, en contraposición con sus compañeros de habitación acolchada, Sex Pistols. 9 – Iron Maiden Otros británicos que con su particular forma de ver la música revolucionaron el heavy-metal, convirtiéndolo en algo más global aún. Los ritmos galopantes de bajo, los incisivos riffs de tres guitarras y un acompañamiento perfecto de alucinaciones vocales, han conseguido contagiar a millones de jóvenes por todo el mundo la epidemia del pelo largo y las chupas de cuero. 8 – AC/DC Desde finales de los años 70 estos australianos son los más famosos en las instituciones hard-rock. Los brotes paranoides de Angus Young al empuñar su guitarra les ha llevado durante más de 30 años por una autopista hasta el infierno. Un viaje en el que les han acompañado millones de personas, y que sigue contagiando aún a las nuevas generaciones. 7 – Nirvana Es probable que Kurt Cobain, líder de la banda de Seattle, sea una de las personas con un mayor historial musiquiátrico, y lo pagó caro. La genialidad de una mente que supo crear un nuevo virus llamado grunge, y que eficazmente se extendió alrededor del mundo. Una larga enfermedad depresiva nos privó de seguir disfrutando de la genial banda, aunque uno de sus supervivientes, Dave Grohl es ahora una de las nuevas estrellas del firmamento musical. 6 – Pink Floyd La larga exposición que sufrieron Syd Barret y Roger Waters a sustancias psicoactivas hizo que la percepción del mundo que tenían estos dos fuera algo totalmente distinto al resto de personas. Las atmósferas psicodélicas, las constantes referencias filosóficas y los experimentos auditivos marcarían para siempre el historial de estos visionarios. 5 – Ramones Estos cuatro neoyorquinos sufrieron durante años una acentuada manía obsesiva por la simplicidad musical, las guitarras con ritmos frenéticos, un constante minimalismo en sus composiciones y una preocupante repetición de estribillos. Ellos cuatro fueron suficientes para, a finales de los años 70, contagiar por toda Norteamérica la fiebre del punk. 4 – The Doors Si alguno de estos pacientes destaca por encima...

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