Toundra, sobran las palabras

· Examinamos el rock instrumental y arriesgado de los madrileños Toundra

Cuando los instrumentos están enchufados parece que a Toundra no le hacen ninguna falta las palabras. Para Victor, Alberto, Guillermo y Esteban no hay nada que no se pueda expresar con el simple uso de guitarras, bajo y batería. Sus sonidos son capaces de expresar emociones, pensamientos, ideas, sin necesidad de que ninguno de sus integrantes necesite del uso de sus cuerdas vocales. Un síntoma musical que parece haberse perdido en el olvido y que Toundra se encargan de recuperarlo para nuestros oidos.

Provenientes de otros grupos de la escena rock, en Noviembre de 2007 consiguen grabar ‘Bajamar’ y ‘Orbita’, lo que suponía las dos primeras demos de una banda que estaba firmemente convencida de apostar por la música en su más amplia concepción, pero dejando de lado la parte vocal que habitualmente tienen todos los grupos. Pero desde el principio estaba bien claro que Toundra no pasaría por ser un grupo más del montón.

Los bombazos de intensidad que descargan sus intrumentos son los encargados de transmitir las sensaciones a los oídos de los que se expongan a ellos. Son pura rabia, sin necesidad de maldecir a nadie. Desprenden intensidad, sin recurrir a prolongados guturales que desestabilicen al más cuerdo.  En definitiva estamos ante un caso catalogado de alto riesgo por nuestros especialistas, ya que son pocos los osados que se atreven a prescindir hoy en día de un cantante que ponga palabras a las creaciones. El silencio de los humanos deja paso a los sonidos instrumentales.

En estos escasos cinco años de expansión vírica han conseguido grabar dos contagiosos discos que llevan por nombre ‘Toundra’ y ‘II’, que les ha llevado a poder aumentar el alcance del contagio de sus canciones gracias a los innumerables conciertos que han sido capaces de realizar por medio mundo. Ahora han anunciado que de nuevo se van a realizar una terapia sonora en los Sadman Estudio para llevar a cabo la grabación de ‘III’. Un disco que a pesar de nacer con la intención de continuar con la línea marcada hasta el momento, promete abrir nuevos caminos sonoros que no dejen a nadie indiferente. Por que como ellos mismos explican «a Toundra o se les ama o se les odia».

Así que para los más obsesos de los sonidos crudos, Toundra se muestra como una terapia excepcional. Una melodía a la que tú mismo puedes completar con tus pensamientos, tus sensaciones. No habrá nadie diciéndote en lo que tienes que pensar, solo un montón de acordes actuando como faro de tus emociones. Pasión en estado puro. Si aún no conoces a Toundra, necesitas ir reservando unas cuantas sesiones con su música lo antes posible. Tu salud musical te lo agradecerá.

Author: Dr. B. Barbitúriko

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