Transadélica, conexión afrocubana en la Costa Brava

  • Terapias de musicomestizaje: El camino más corto entre La Habana y Orán con escala en Barcelona

Transadélica - Imagen vista en MLGCOOL.comMayo de 2011 fue la fecha que vio nacer a este germen musicopático de fusión congénita entre los pilares sonoros del Raï, el Rock y la Rumba, con sus cimientos bien encofrados sobre la música cubana: Transadélica.

Del Son Cubano más tradicional y enraizado hacia los ritmos de Oriente en una potente y curativa revisión anacrónica del espíritu cosmopolita de los locales argelinos de los años 50, aportándole callejerío y patologías flamencas de la Rumba Catalana. Celda de lujo en el Musiquiátrico para siete sabios del mestizaje.

La amparanoica y durante mucho tiempo considerada “la manu chao” española, Amparo Sánchez, ha encontrado en sus otros seis compañeros de celda su mejor correctivo a la hora de canalizar sus manías musicopersecutorias de raíces globales desatadas desde el Caribe al Norte de África, en un eterno vuelo de ida y vuelta sobre las alas de sus aires andaluces, rumberos y rockeros. Los demás tripulantes de esta experiencia sonora son: Yacine Belahcene (ex Cheb Balowsky), Yannis Papaioannou con el laúd griego (Oriental Groove), Jordi Mestres en el contrabajo, Oscar Ferret al piano, Albert Maynou con las bases y Allan Pérez con las percusiones(Ocantomi-Cuba).

El resultado de este potaje internacional es la revivalización mejorada y aumentada de aquel cóctel espontáneo surgido en los mejores ambientes del centro de Orán (años 50 y 60), donde los franceses nacidos en Argelia (pied noirs), junto a los magrebíes y otras gentes de todo el mundo aportaban su granito de arena (Boogie-Woogie, flamenco, beduino, chanson francesa, rumba y cualquier otro aroma transoceánico y musicopático que se diera cita allí) para crear algo único e irrepetible.

Transadélica

Transadelica es un Combo frenético, un Ensemble de aspiraciones musiconíricas perfectamente contrastadas con sus saberes y experiencias

Transadelica es trepidante, sugestivo y evocador, como ya comparte toda la crítica. Es la exacta interiorización de la música Raï en un imaginario malecón dentro del mismísimo Barrio de Gracia de Barcelona. Todos y cada uno de sus componentes contagia a los demás de sus propias obsesiones para acabar construyendo entre todos un auténtico y sugerente Castellets musicopático instrumental, coral y humano. De esta manera consiguen mostrar ingeniosamente temas de Abdelhakim Garami, Dahmane el Harrachi, Palito Ortega, Maurice el Medioni,… volviéndose gloriosamente enfermizo y contaminante en estos sonidos Raï, el uso de instrumentos populares del norte de África y mediterráneos, en escrupulosa mezcolanza, más tarde, con baterías electrónicas y bajo, adaptando al gusto más actual las viejas melodías (donde el Cheikh-maestro-repartía sabiduría, lamentos y autocrítica).

Fue a finales de los 70 cuando los sintetizadores y las cajas de ritmos hicieron que se impregnara esta atmósfera musicopática tradicional de corrientes funky, pop, rock e incluso reggae y música disco. Rachid y Fethi Baba Ahmed, Cheb Khaled, Rachid Taha, Faudel, Cheb Mami (que ganó popularidad por su dúo con Sting) y otros cuantos, representan hoy por hoy y desde hace ya más de 40 años las referencias claves de esta increíble fusión sonora y cultural. Transadelica receta este complejo vitaminado con, además, ritmo 4/4, patrones del son y la guaracha, palmas, guitarra española, bongós, güiro, timbales, congas, pequeñas percusiones, piano, vientos, bajo eléctrico, teclados chispeantes o cualquier otra cosa que tuviera  que ver con las claves de la rumba flamenca y gitana, con el rock and roll y La Habana. Podremos suponerles pues, una magia contagiosa de “Experience Rock” algo sui géneris, personal e intransferible.


En el escalafón (como dirían los antiguos), es relativamente fácil encontrarles similitudes con 9son, Canteca de Macao, La Kinky Beat, Zulu 9:30, Karamelo Santo, Che Sudaka o Dusminguet, aunque bastante más argelinizados. No sé si da igual, pero sé que no son lo mismo. Amparo Sánchez lleva tumbada en el cheslong de los mejores musiquiatras desde 1996 bajo el seudónimo de Amparanoia (antes fue Amparo and the Gang y Amparamos el Blues), buceando primero en las raíces Soul y Blues, luego en las energías latinas, después en las rancheras y los boleros, para acabar añadiendo a su ciencia innata la rumba y el reggae. Actualmente su locura por las músicas del mundo se llama Transadelica, propuesta altamente envenenada y que envenena. Temas como «El bohío», «Quizás», «Ya Rayah», «Raï rock rumba», «Hola soledad» o «Abdel Kader», serán pronto los verdaderos antídotos del corazón, en un universo musiquiátrico donde las emociones no se compran, no se curan y no se venden.

Author: Dr. J. Lobos

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