CED – Companyia Eléctrica Dharma: sus satánicas majestades del Rock catalán

Germen musicopático de la Onda Layetana
Casi 40 años de espectacular rock festivo y callejero

Companyia Elctrica DharmaEsta legendaria formación musicomunal de reivindicación, celebración, inconformismo y baile, llevan 22 discos y 36 años como institución del Rock progresivo español y semilla polinizadora y contagiosa del Rock catalán. Musiquiatras de todo el mundo han tratado de analizar los sueros patológicos que activan constantemente a esta banda en su vitalidad de Jazz-fusión, de Rock sinfónico, de Folk Rock, de Folk catalán, donde la presencia de saxo soprano es elevada y donde se desconoce el gen que los inmuniza contra el paso del tiempo y los dota de longevidad musicopática al estilo de Mick Jagger, Keith Richard, Ron Wood y Charlie Watts.

En el Musiquiátrico tenemos el placer de alojar en celda compartida a sus satánicas y catalanas majestades, Companyia Eléctrica Dharma, para estudiar en profundidad su febril y apasionada entrega rockera en clave nacionalista y alegre, tras su evidente pacto con el diablo. Usaremos el manual previsto para estos casos: el “Robert Johnson experience”.

Companyia Elctrica Dharma en directoProcedentes del barrio de Sants (Barcelona), su origen musical y filosófico se localiza en mitad de una comuna rural cercana a Gerona en el verano de 1974. Jordi Soley formaba parte por aquel entonces del tabernáculo CED ( Compañía Eléctrica Dharma), aunque es lógico pensar que un comborock de esta tremenda perennidad vital haya sufrido algunas bajas y altas en su formación original. Hablamos fundamentalmente de siete componentes musicofísicos además de la energía, la luz y el karma de un miembro muy especial, su guitarrista original Esteve Fortuny (fallecido en el 86). Joan Fortuny (voz y saxo), Josep Fortuny (batería, percusiones y voz), Lluis Fortuny (trompeta, acordeón, teclados y coros), María Fortuny (teclado, pianos y coros), Carles Vidal (bajo), Pep Rius (guitarra eléctrica) y Tianan Bi Tra (djembé).

Esta multifamiliar orquesta de rock mediterráneo ha sabido abanderar con vehemencia una música de carácter festivo, conjugando severamente Folk catalán, sobre todo la Cobla (al Pirineo catalán y la lengua de Oc lo que la copla al castellano) y sus característicos oboes; con la World Music, el Jazz y el Rock. Todo ello en un espontáneo batiburrillo de efectiva sonoridad donde el espectáculo callejero, el rock de himnos tabernarios y la tradición de los pueblos y fiestas de Cataluña, supuran energía por los cuatro costados de la geografía ibérica contagiando masivamente la euforia de los grandes eventos musicopáticos en directo. En la práctica crearon un sonido y un estilo inéditos con instrumentos rockeros al servicio de las raíces de la Música Catalana y un inconfundible saxo soprano (y personalísimos oboes) que entraña más dificultad en su ejecución que el resto de saxofones. No obstante, Joan Fortuny hace uso del mismo como si de Sidney Bechet, o John Coltrane, o Branford Marsalis se tratara.

La Companyia Eléctrica Dharma junto a otros grandísimos artistas independientes como Toti Soler, Esqueixada Sniff, Secta Sónica, La Orquesta Platería y una interminable lista de músicos de raza, son la semilla enferma de aportación creativa y tradición, que originó el nacimiento del Rock Layetano, con cuna en la mítica Sala Zeleste de Barcelona. La onda Layetana suponía una venenosa locura por el mestizaje sin complejos, los sonidos en perfecta armonía entre el Rock Progresivo internacional de los acidulantes años 70 y las raíces mediterráneas, junto con las aportaciones y legados particulares de músicos llegados de todo el mundo con perversas intenciones de contagiarlos con su fiebre rítmica.

La movida Layetana fue el trampolín, la lanzadera energética de lo que más tarde se conoció como el Rock catalán. En este fenómeno cultural, ya de los 90, que relegó a La Nova CanÇó como música de masas y normalizó el uso del catalán en el Pop y el Rock, también se encontraban presentes los CED, que no han dejado de elaborar nuevos trabajos y salir de gira con la misma fuerza musicopática y espíritu de celebración que el primer día. La Banda trapera del río, Duble Buble, N´gai N´gai, La Madam, Detectors, Quimi Portet….compartieron diabólicas veladas de pavoroso Rock Catalán con CED. Después vinieron nuevas hornadas como la de Sopa de Cabra y alguna más reciente como la de Els Pets, Sau, Obrint Pas, Mesclat, La Carrau….y allí seguían los CED.

Después de tres discos consecutivos elevados visceralmente a la patología de míticos: «Domingo» (Edigsa 1975), «El Oucomballa» (Edigsa 1976) -grabación del concierto en directo ante 50.000 criaturas en el Canet Rock de ese mismo año- y «Tramuntana» (Edigsa 1977); y tras otros 18 tesoros escondidos posteriores a esos tres, su último trabajo fue «El Misterio de Miles Serra y Las Músicas Mutantes» (2010), acertadísima e impresionante fusión del convulso y sudoroso Jazz de Miles Davis, el tóxico Davis, con las músicas para Cobla y Sardana del compositor Joaquim Serra.

Companyia Elctrica Dharma

El pasado año anunciaron un período de silencio y paro indefinido en su trayectoria creativa, coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario de la muerte de Esteban Fortuny. Bajo el lema “La memoria y la música, la luz y la ausencia”, le rindieron tributo con la colaboración de músicos de varias generaciones dentro del ciclo BandAutors en el Palau incluyendo un concierto irrepetible. El idioma nunca fue obstáculo para conectar y contagiar de jolgorio y agitación frenética musicochisposa en cualquier punto de la geografía peninsular (en Madrid en 1977 se vieron obligados a realizar seis bises ante 25.000 almas totalmente entregadas).

Su nombre está inspirado en el libro “The Dharma Bums” de Jack Kerouac y su planteamiento inicial fue la pura alquimia basada en la obra de Miles Davis, para evolucionar hacia el folk masivo y duro (folk-rock) de tradición mediterránea. Maravillas sonoras con aromas pinkfloydianos, esencias de Jethro Tull, Soft Machine, Yes, Máquina!…con la grandeza y la magia crepuscular y efervescente del folk de raíz más popular, multitudinaria e infestable.

La Troba Kung-Fú, Agustí Fernández con Barry Guy y Ramón López, Asociación Libre Orquesta, MUT trío, Sergi Sirvent, etc, el mejor alumno es el que  sabe elegir al mejor maestro. Solo deseamos poder seguir contagiándonos en breve de sus atrocidades musicales sobre los  escenarios. Mientras tanto, tenemos una eterna  y epidémica discografía con la que ir inoculándonos su densa fantasía musicopática.

Author: Dr. J. Lobos

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