Eskorbuto, cerebros destruidos por eskizofrenia subversiva

· Analizamos el historial musiquiátrico de una de las bandas más controvertidas de los anales del punk

Durante muchos años fueron un nombre tabú dentro de la escena punk. Precisamente, en los años en los que ellos estaban dentro de ese movimiento.

El modus operandi que tenían de vivir sus vidas no le hacia demasiada gracia a los que tenían que compartir escenarios con ellos. Y la verdad es que Eskorbuto dieron razones de sobra para intentar mantener las distancias con ellos, pero también hay que reconocerles que son una especie única en la música en castellano. En El Musiquiátrico estudiamos el caso de Eskorbuto.

Para comenzar el expediente de estos musicópatas severos hay que remontarse al principio de la década de los 80 del pasado siglo, en la margen izquierda del río Nervión, Bilbao.  Se trata de una zona de alta industrialización que al igual que Inglaterra sufren una gran depresión económica, con una gran pérdida de puestos de trabajo y, sobre todo, de falta de esperanza de la juventud. En la Gran Bretaña nacieron The Clash y Sex Pistols. En España surgieron La Polla Records y Eskorbuto.

Iosu, Juanma y Paco.  Ellos formaban Eskorbuto. Los primeros síntomas se comienzan a notar en un pequeño local de ensayo. Las premisas eran muy claras: ‘Hazlo tú mismo’. Sin apenas tener ningún conocimiento de música comienzan la creación de sus primeras canciones, y solo dos años después ya estaban en Madrid moviendo una maqueta que ellos mismos habían grabado. Era el comienzo de un historial incapaz de dejar indiferente a nadie e iba a dejar por el camino muchos ‘Cerebros Destruidos’.

Su primera aventura en la capital de España marcó fuertemente a los tres integrantes y fue una experiencia que les hizo ser Eskorbuto. Debido a sus «pintas», la policía los detuvo mientras caminaban por la calle. Al ser registrados le encontraron la copia de su maqueta en la que ya se incluía el ácido tema ‘Mucha Policía, Poca Diversión’. Durante las horas que permanecieron en comisaría nadie relacionado con el independentismo o el llamado Rock Radikal Vasco mostró ningún tipo de interés por su situación. Esto dio pie a la creación de la canción ‘A la mierda el País Vasco’. Por supuesto, pronto supuso un fuerte enfrentamiento contra grupos, seguidores y demás estamentos sociales vascos.

Pero eso no es lo único que los separaría de sus «colegas de promoción». Los problemas con las drogas que arrastraban los miembros de Eskorbuto (tanto Iosu como Juanma acabaron falleciendo por su culpa) y la rebeldía de la que siempre hacían gala les llevó a robar en alguna ocasión los instrumentos de los grupos con los que compartían escenario.

Fue por aquel entonces cuando, según los expedientes a los que hemos tenido acceso el equipo médico de El Musiquiátrico, se negaron a participar en una reunión en la que se definirían las bases a seguir por el Rock Radikal Vasco. Todas estas vicisitudes llevaron al trío a publicar en el año 1986 el álbum Anti Todo. Definición perfecta de su actitud, ya que años después hemos podido comprobar que luchaban hasta contra ellos mismos, en una espiral de autodestrucción  de la que lamentablemente nunca fueron capaces de salir, su camino ya estaba marcado por la Eskizofrenia.

Gracias a la publicación de este disco comenzaron a actuar fuera de el País Vasco, ya que dentro era casi imposible hacerlo, y ese mismo año editaron un disco en directo titulado ‘Impuesto Revolucionario’, que no hacía otra cosa que echar gasolina para apagar el fuego que llevaban años alimentando. Eran subversivos, inconformistas, rebeldes, inquietos y, sobre todo, muy punk. Nos cuentan algunos de nuestros ingresados más veteranos que fue por aquel entonces cuando comenzó el pique con La Polla Records, que le dedicaron la canción El Avestruz, a lo que ellos contestaron con Ciudado. Pero esta es una guerra musicópata que nunca podremos confirmar, o desmentir.

Así, enfrentados hasta con ellos mismos, siguieron publicando discos que les servían de terapia contra todo el odio que eran capaces de generar. ‘Los demenciales chicos acelerados’ y ‘Las más macabras de las vidas’ fueron sus dos siguientes grabaciones. Era el año 1988 y Iosu y Juanma ya padecían graves problemas de salud. Pero aún así en 1991 se atrevieron a cruzar el charco y realizar su primera y única actuación en continente americano. Fue en México y debido al estado de salud de Iosu este no pudo viajar y fue sustituido por Iñaki Speed. Como no podía ser de otra forma, la presencia de estos musicópatas severos generó una gran cantidad de incidentes en las dos ciudades que visitaron. Eso eran ellos, la indiferencia no cabía dentro de su vocabulario.

Desgraciadamente un año después ambos morían. Habían conseguido dejar de consumir heroína (ese maldito polvo marrón que tantos musicópatas ha hecho que perdamos) pero ya era tarde, las consecuencias de su consumo habían dejado sin fuerzas a ambos para luchar contra su propio cuerpo. Fue, con casi toda seguridad, el único momento de paz que hubo en sus vidas. Paco, batería, decidió seguir actuando bajo el nombre de Eskorbuto pero con otros miembros. Cosa respetable, pero que por el momento los doctores del Musiquiátrico no entrarán a evaluar.

Más de una década de desquiciada trayectoria que recogió odios en vida pero que sembró la semilla de la admiración en muchos más. Como ellos mismos decían, eran la banda más honrada del planeta, y eso que no eran honrados. Los síntomas musicales que sufrieron estaban, y hoy más aún, muy claros: nunca intentaron complacer oídos de otros, o  jamás se les ocurrió preocuparse por las ampollas que levantarían sus letras. Y al final: «El tiempo siempre da la razón. Todo estará viejo y nosotros estaremos muertos»

Author: Dr. B. Barbitúriko

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