Luis de la Pica, el Poeta del Flamenco
Feb23

Luis de la Pica, el Poeta del Flamenco

Trece años han pasado ya desde que el universo flamenco despidiera a Luis de la Pica, cantaor jerezano cuya figura creemos conveniente analizar desde El Musiquiátrico tanto por las curiosas patologías que presenta su caso como por la certeza de que estamos ante uno de los grandes renovadores del cancionero flamenco. Nacido en Jerez de la Frontera en 1951, este artista menudo, con mirada de eterno debate interior, barba blanca y melena al viento, sufrió, desde sus inicios en este arte, una acentuada alergia a la grabación de discos. Así, sólo participó en una obra colectiva, Los Juncales de Jerez. Cayos Reales, ya que su espíritu tempestuoso y libre lo llevaba únicamente a tomar parte en festivales (escasas veces fuera de Andalucía) y fiestas de los que, a menudo, entraba y salía con lo mismo en los bolsillos: nada. No obstante, Luis de la Pica sí se mostró más pródigo a la hora de escribir, una forma de expulsar sus demonios personales que llevaba a cabo con una delicadeza que contrasta con otras letras flamencas. De este modo, temas como la muerte, el amor y sobre todo el desamor (pilares del cancionero flamenco) son trasladados con exquisitez a las estructuras de las soleás, bulerías o alegrías que interpretaba. Entretanto, también soprendió al ser quizá el primero que, en esas coplas, escribía desde la perspectiva de la mujer, como ocurre con las que recientemente interpretaba en directo Marina Heredia por bulerías, empeñada, junto a artistas jerezanos como El Torta, en reavivar el legado de este artista sin par. Por otro lado, en sus letras tampoco faltan referencias a la naturaleza, muy en sintonía con cantaores como El Cabrero, afrontadas casi siempre desde un punto de vista bastante trágico. Finalmente, en lo que respecta a la faceta cantaora de Luis de la Pica, no creo que, como sostienen algunos teóricos, sea un cantaor menor aunque careciera de un gran timbre. Otra cuestión es que, como ocurre con los grandes, no se le pueda aplicar el calificativo de enciclopédico al no dominar (o al menos públicamente) un buen número de cantes. Sin embargo, como dijera en su día Paco Vargas, soy partidario de la opinión de que El Pica, admirado profundamente por Camarón, creó nuevas veredas en estilos como los referidos anteriormente, así como en los tangos o en el cuplé por bulerías. En tiempos de vacío y angustia, también extensible a las letras flamencas, bien vienen un par de pildorazos por parte de Luis de la Pica precedidos por su grito de guerra: ‘¡Viva Paula y...

Leer más
Los Delinqüentes: 10 años entre bichos
Feb21

Los Delinqüentes: 10 años entre bichos

Diez años después de encandilar a generaciones diversas con su fresca propuesta, Los Delinqüentes dicen hasta luego para borrarse por un tiempo de la escena y emprender carreras en solitario. Muy adecuados para momentos de depresión, festejo o exaltación del surrealismo cotidiano, Los Delinqüentes se hicieron rápidamente un hueco entre las listas más epidémicas del panorama musical. La receta: Melodías pegadizas (que no por ello facilonas), letras tan alegres como canallas, a ratos urbanas y a ratos de lo más rupestres, y referencias y reverencias a algunos de los locos imprescindibles de nuestro tiempo. Una mezcla curiosa que va desde Rosendo hasta Bob Marley pasando por El Torta, Jimi Hendrix, Pata Negra o el gran Silvio. Así, lo último que hicieron no fue otra cosa que festejar el décimo aniversario de la aparición de ‘El sentimiento garrapatero que nos traen las flores‘, un debut que -rasgo que comparten los grandes discos- se escucha de un tirón y hasta dos y tres veces. Una declaración de intenciones con temas de todos conocidos como ‘El aire de la calle’, ‘Nube de pegatina’ o ‘Tabanquero’, en el que el Hammond corre por cuenta del Maestro Reverendo. Sin embargo, probablemente sean más valiosas canciones que no pegaron tanto en su día, más exquisitas y en las que Los Delinqüentes demuestran su valía en estilos musicales diversos. Es el caso de ‘La caja de mi mollera’, ‘El día de los bomberos’ o ‘Mis condiciones Pajareras’, en la que, como se hiciera por primera vez en las alegrías Bahía de Cádiz de La Leyenda del Tiempo, se introduce un silencio que rompe la voz de Migue para cantar ‘No soy nada sin mi nariz’. Luego llegaría ‘Arquitectura del aire en la calle’, obviamente no tan fresco como el primero pero sí reincidente en la propuesta. Entre otros, contiene ‘El rey del regaliz’, ‘Caminito del Almendro’ y por encima de todas ‘Poeta encadenado‘, con estructura de bulerías y cuya letra relata, desde su particular perspectiva, todo un paseo por los efectos de un tripi. También hay que destacar, por lo que conlleva, la versión de ‘La ragazza del Elevatore‘ de Silvio. Tras la triste desaparición del Migue, todo un genio como músico y poeta que merece una y mil precripciones y análisis aparte, no eran pocos los que daban por desaparecidos a Los Delinqüentes tras la pérdida de su voz. Y no sólo eso. Letrista, frontman y con un aura de esas que rodean a las auténticas figuras y transmiten su energía a los demás, banda público o lo que se tercie. No obstante, las dudas se disiparon con la llegada de ‘El verde rebelde vuelve’, en...

Leer más
Shankar-Jones | Familias Musiquiátricas
Feb19

Shankar-Jones | Familias Musiquiátricas

Hay familias que simplemente llevan la música en las venas, musicopatías hereditarias por las que abuelos, padres e hijos se convierten en estrellas en distintas épocas e incluso en distintos lugares. Así pasó con la familia Kuti de Nigeria, los Jackson en Estados Unidos o con la familia de la que hoy vamos a hablar: Shankar-Jones. A muchos de nuestros musicópatas les sonará el nombre del bengalí Ravi Shankar, como uno de los más reconocidos y laureados músicos de sitar de todos los tiempos, aún en activo a sus 91 años, o por ser profesor de sitar de George Harrison, o por su actuación estelar en Woodstock o en Monterrey en 1969. Del mismo modo, sólo por el apellido y por su virtusismo con el sitar, todo el que conozca a Anoushka Shankar habrá imaginado que es hija de su padre. Sin embargo, mi sorpresa fue mayúscula,  al conocer que Ravi Shankar tiene otra hija, de voz prodigiosa y unas maravillosas manos, que se ha criado en el otro extremo del mundo, y que no toca el sitar, pero sí el piano: Geethali Norah Jones Shankar. Norah Jones, hija de Ravi Shankar y de la productora de conciertos Sue Jones nació en Nueva York en 1979, cuando Ravi contaba con 59 años y es la hija primogénita del músico bengalí. Un par de años más tarde, nació en Londres Anoushka Shankar, fruto de la relación entre Ravi y Sukanya Rajan, una empleada de banco. Anoushka vivió su infancia entre Londres y Delhi, y más tarde la familia Shankar se mudó a California, donde Anoushka emprendió su carrera musical. Dos hijas que se han criado con un océano que las separa, y ambas se han convertido por méritos propios en estrellas de la música en distintos campos, una en el Jazz y la otra en la música popular India. A Norah Jones se le ha criticado mucho por haber fusionado el Jazz con el Pop, por hacerlo un música más comercial, que llegue a todos los públicos. Ella es la abanderada del sello Blue Note Records, y de su nuevo Jazz. Aunque sería arriesgado decir que lo que hace Jones es puramente Jazz, si podríamos asegurar que hace Pop con un aire Jazz-Soul, y si nos olvidamos de las connotaciones negativas que podría conllevar la fusión de estos términos, podríamos juzgarla al menos como una música bastante entretenida, aunque sin demasiada complejidad. Por su parte, Anoushka Shankar ha seguido los pasos de su padre, que la instruyó desde bien pequeña en el arte del sitar. Para Ravi, tocar el sitar no es como tocar cualquier otro instrumento, supone una filosofía...

Leer más

Vuelve Tabletom con Tony Moreno | Una nueva etapa con el cantante de Eskorzo

La muerte de Rockberto el pasado mes de Junio consternó al mundo de la música. Se iba uno de los grandes artistas de verdad de los pocos que hemos podido disfrutar, y desde El Musiquiátrico te deseamos lo mejor allá donde te encuentres: Homenaje a Rockberto. Como consecuencia de tan trágica despedida,  parecía inminente la desaparición de Tabletom, el grupo que durante tantos años capitaneó con integridad ejemplar. Un auténtico obrero de los escenarios que pensaba cantando y hablaba con música. Pero parece que este grupo malagueño aún tiene cuerda para rato o incluso se lo han podido tomar como un continuo homenaje al que fuera su alma y su cerebro. Aunque buscarle un ‘sustituto’ (todos sabemos que en este caso no se trata de ser sustituto de nadie si no de honrar la memoria de un grande) no es una tarea nada fácil. El encargado de llevar a cabo tal hazaña será el imbatible vocalista Tony Moreno, de la fabulosa banda granadina Eskorzo. La semilla para esta terapia de choque de sempiterno homenaje se plantó el pasado 1 de Octubre, día que ante cerca de 3.000 incondicionales de la banda realizaron un concierto de ‘despedida’ en el que Perico y Pepillo Ramírez tocaban sus canciones de toda la vida acompañados de compañeros de la carretera y del rock como Kiko Veneno, Luz Casal, Javier Ojeda e incluso el mismo Tony Moreno, que dejó a los hermanos sorprendidos con su espectacular actuación. Él mismo asegura que no está en Tabletom para sustituir a nadie, ya que sería imposible, pero que pondrá toda su alma para conseguir no decepcionar tanto a seguidores como al mismo Rockberto. Una nueva andadura fuera de su grupo de fusión para el cantante granadino que ya tiene confirmadas las dos primeras fechas en Madrid y Granada, pero ellos quieren que esta etapa comience en su ciudad, Málaga. Lo bueno de nuestro amor por la música es que ésta nunca muere ni se pierde, y durante todas nuestras vidas podremos seguir disfrutando de su genialidad. Gracias y hasta...

Leer más

Meji, un cantautor 'perdido en el río' | Ingreso voluntario

Comunicado oficial de ’Meji’ para El Musiquiátrico: Soy Sergio Llamazares Moran, MEJI. En 2005 me compre mi primera guitarra, y acabo de grabar mi primer disco en solitario, ‘Perdido en el río’ Guitarra, cajón flamenco, alguna palmadita y alguna pandereta, y unas letras con sentimiento: amor, desamor, rabia, locura, alegria, tristeza, poco dinero, perdicion… Lo que más me gusta de la musica es componer, aunque con la guitarra me voy defendiendo poco a poco ya que más bien soy autodidacta y practicamente no he ido a clases. ‘Perdido en el río’ tiene diez canciones, todas ellas acompañadas con la percusion que metio Pepe López, alguna con coros de mis compañeros del grupo Clarete Gas, otras con los de Olga, que es una chica de mi pueblo con muy buena voz, los de Pepe, y, en alguna, yo mismo. Sin saber definir qué estilo de musica es, se puede decir que una mezcla entre rumba, punk y rock, aunque eso es algo que no me preocupa, me gusta hacer lo que me salga… como si sale una country punk… Información enviada por: Meji | Envíanos tu...

Leer más
-
-
Ir a la barra de herramientas